¿Cuántas veces hemos dudado del profesor de nuestro hijo? ¿Y cuántas veces hemos criticado sus métodos o al colegio delante de nuestros hijos o por el grupo de padres del WhatsApp? Nos cuesta depositar nuestra confianza en las escuelas y los docentes con los que nuestros hijos e hijas pasan ocho horas diarias. Y, al final, ese resquicio de escepticismo y desconfianza en aquellas personas que contribuyen a la educación de nuestros hijos no hace más que restar. Resta en tanto que no favorece a nuestros hijos, no favorece el ambiente de estudio y aprendizaje, no nos favorece ni a nosotros ni a los docentes…
Sobre la confianza y el trabajo en equipo entre familias y escuelas nos habló la maestra y pedagoga, Anna Ramis, en su ponencia de nuestro evento en Barcelona. Como bien dijo, “la confianza es un concepto dinámico, se fabrica, se construye, activa y voluntariamente”.
Construir un vínculo entre padres, madres y maestros debería ser algo primordial. Nosotros así lo creemos, por eso desde Gestionando Hijos hemos impulsado proyectos como el pacto por la educación en equipo con la intención de que los colegios y las familias se comprometan a forjar una estrecha relación; siempre en pro de nuestros hijos e hijas, por supuesto.
La receta de la confianza
Es complicado esto de confiar en otras personas, sobre todo cuando se trata de nuestros hijos e hijas. Porque son lo que más queremos en este mundo, y a pesar de saber que los educadores que se encargan de ellos día a día están preparados y formados para ello, ¡nunca se sabe qué puede pasar! Y es que cuando se trata de nuestros niños, siempre llevamos el cartel de “PRECAUCIÓN” encendido, bien grande y a mano – no sea que haga falta actuar en cualquier momento -.
Entonces, ¿cómo forjamos un vínculo de confianza con sus profesores? Anna Ramis nos contó cuáles son los dos ingredientes fundamentales para crear esta relación, siempre recíproca, entre familias y docentes: la voluntad y el tiempo.
En su ponencia, Anna ilustró con ejemplos el proceso de construcción de la confianza entre madres, padres y profesorado. De esta manera nos hizo ver lo importante que es que, como padres y madres, aprendamos a depositar nuestra confianza en los educadores, para así, poder contribuir todos juntos a la educación de nuestros hijos, formando un buen equipo. Pero no solo eso. También nos pudimos reír y sentirnos identificados con sus palabras.
No os perdáis la maravillosa ponencia de Anna Ramis. No solo aprenderéis y os ayudará a abrir los ojos (un poquito más), sino que además pasaréis un rato muy divertido.