Begoña Ibarrola: “Hay que emocionarse al educar”
La psicóloga y conocida autora de cuentos infantiles, que abrió nuestro quinto encuentro, que tuvo lugar en Madrid en diciembre de 2016, nos anima a “asumir que somos seres sensibles y afectivos y que las emociones tienen mucho que ver con nuestro nivel de bienestar y nuestra felicidad”. Por eso, considera que “conociendo y hablando de las emociones entre padres, madres e hijos, vamos a generar un bienestar muchísimo mayor”. En esta entrevista en vídeo reflexiona sobre cómo podemos hacer de las emociones unas aliadas para educar. Y es que según un artículo en Eduforics,”el logro del bienestar emocional de los alumnos es uno de los principales objetivos de la educación”.
Begoña reivindica la importancia de las emociones en nuestra vida y nos dice que “somos seres emocionales, desde antes de nacer ya sentimos emociones“. Si queremos hacer de las emociones nuestras aliadas en la educación de nuestros hijos, Begoña nos recomienda primero que “a las emociones las tenemos que conocer, saber qué cambios tenemos en nuestro cuerpo cuando sentimos determinadas emociones y hacia qué conducta me impulsa cada emoción”. De este modo, incluso podremos tomar decisiones con mayor conocimiento de causa, pues “tenemos que saber cómo regular las emociones para que la emoción y la razón caminen juntas”.
¿Cómo podríamos definir el bienestar emocional? En Eduforics aclaran que “habitualmente se asocia con la satisfacción personal y con la adaptación social y suele tener como indicadores principales la salud, las relaciones sociales positivas, la buena autoestima, la amistad compartida, el rendimiento escolar satisfactorio y la capacidad de enfrentarse de forma equilibrada a las situaciones conflictivas que se produzcan“. Para Álvaro Marchesi, “los líderes educativos y el conjunto de los docentes deben de estar atentos a promover este tipo de iniciativas y a detectar lo antes posible las situaciones que lesionan el bienestar de los alumnos, entre las que hay que destacar el maltrato entre iguales por abuso de poder”. Por eso, propone que los docentes han de “conocer sus expectativas, sus intereses, sus frustraciones y sus deseos, además de las emociones de los otros y de conectar con ellas, es decir, de expresar una relación empática que supone reconocer las emociones de los otros pero también responder a ellas”
Para educar con ilusión, Begoña Ibarrola recomienda a padres y madres “tener ilusión, ver la vida como una aventura, no como un drama, afrontar los buenos momentos y compartirlos, pero también afrontar los malos momentos y servir nosotros de apoyo y de consuelo y de referente, ayudar a nuestros hijos a manejar sus propias emociones desde nuestra calma“. Además, recuerda que debemos ser ejemplos de “regulación emocional, empatía, autoestima, asertividad” y que “todas estas competencias emocionales se pueden aprender y desarrollar”.
Si quieres educar con ilusión y reflexionar sobre el mundo emocional, no te pierdas nuestro encuentro el 10 de junio en Barcelona. ¡Te esperamos!