Begoña acaba de publicar con Desclée de Brower la colección Aquí y Ahora, unos cuentos en los que aborda habilidades de mindfulness para niños. Para esta autora, el mindfulness “es un elemento de prevención y mejora de la salud, tanto física como mental” y es especialmente importante para los niños porque “estamos ante la generación más sobreestimulada de la historia”. Estos cuentos están pensados para niños que empiezan Primaria, porque “cuando los niños entran en Primaria se produce un cambio importante, y es que la presión por aprender desplaza al interés por jugar, cuando en realidad las cosas más importantes de la vida las hemos aprendido jugando.
¿Qué es en concreto el mindfulness? ¿Por qué es necesario en el contexto actual para adultos y niños?
Es una técnica milenaria de hace unos 2.500 años desarrollada en la India. Sus principios se extendieron a través de numerosos maestros y a pesar de encontrarse sus raíces en el budismo, ahora se enseña desprovisto de cualquier componente religioso. A mediados del siglo pasado el doctor Jon Kabat-Zinn empezó a usar esta técnica para mejorar la vida de los pacientes con los que trabajaba en su clínica para reducir su estrés del Centro Médico de la Universidad de Massachussetts, con notable éxito. Podemos decir, por tanto que de la filosofía budista pasó adaptada al mundo occidental y se está consolidando como una de las herramientas con más aceptación por sus buenos resultados para mejorar nuestro bienestar personal.
El Mindfulness es también una técnica psicológica que aumenta nuestra capacidad de prestar atención a lo que pasa dentro y fuera de nosotros, a ser más conscientes de lo que pensamos, sentimos y hacemos en cada momento, sin juzgar ni identificarnos con ello. La base de esta práctica está en la respiración que nos ayuda a entrar en calma y a pensar con claridad. La neurociencia ha demostrado que con la práctica del Mindfulness se producen cambios importantes en el cerebro que contribuyen a nuestro bienestar y a una vida más plena y feliz.
La práctica del Mindfulness enseña a los niños y a los adultos a vivir en el presente y a estar conectados con ellos mismos y con su entorno, estén donde estén, hagan lo que hagan y pase lo que pase, por eso las palabras aquí y ahora nos lo recuerdan. Pienso que en esta sociedad caracterizada por el estrés, la ansiedad, la multitarea, etc….es un elemento de prevención y mejora de la salud, tanto física como mental.
¿Qué temas abordan los siete cuentos?
La colección se compone de siete cuentos a través de los cuales se pueden aprender diferentes aspectos del Mindfulness, todos ellos complementarios, como si cada uno de ellos fueran una pieza de un puzle. Estos siete aspectos son: la respiración, la atención y observación del mundo interior, la atención y observación al mundo exterior, la imaginación y visualización, la quietud, el silencio y la meditación.
El mensajero del viento es un cuento para aprender el secreto de la Respiración, elemento esencial en el Mindfuless, pero también los lectores, mientras acompañan a Igor y Brenda en sus aventuras, van a poder descubrir de dónde vienen las ideas y qué hacer para que las preocupaciones desaparezcan, y todo ello, simplemente respirando.
Viaje por un mar desconocido es un cuento para descubrir la importancia de la Autoobservación y la atención al mundo interior, elementos muy importantes en el Mindfulness. Raquel, la protagonista de este cuento, se encontrará con un amigo de su abuelo que acaba de fallecer, el capitán Aguadulce, quien le revelará secretos que a su abuelo le hubiera gustado compartir con ella y que le ayudarán a conocerse mejor.
Un extraño detective es un cuento para aprender y valorar la Observación y atención al mundo exterior. Javi es un cazador de formas y durante unas vacaciones de verano descubre muchas más de las que podía imaginar: en las montañas, en el mar, en el bosque….y todo le ayuda a ser mejor detective. Al lector le esperan muchas sorpresas que le enseñarán a estar más atento a todo lo que le rodea.
Lecciones de una momia es un cuanto para descubrir el secreto de la Imaginación y la Visualización. Paul recibe la visita inesperada una momia que le deja un papiro misterioso. Junto a su hermana Helen, que está en un hospital, va a descubrir el misterio que encierra esa visita y juntos pondrán en práctica sus consejos. Imaginar y visualizar son dos funciones de nuestra mente muy importantes.
Además hay tres cuentos más: sobre la quietud, Eva no es un fantasma, el silencio, en El sueño de los pájaros y la meditación, A un metro del cielo.
Siempre se ha dicho que los niños viven en el aquí y ahora. ¿Crees que esto está cambiando y por eso se habla del mindfulness para niños? ¿Por qué está cambiando?
Los niños pequeños están presentes en todo momento, sobre todo hasta los tres años. Para ellos no existe el pasado ni el futuro pero, cuando entran en la escuela ese estado cambia y solo lo recuperan en el juego libre, por eso es tan importante dejar tiempos y espacios para el juego no estructurado.
Sin embargo cuando los niños entran en Primaria se produce un cambio importante, y es que la presión por aprender desplaza al interés por jugar, cuando en realidad las cosas más importantes de la vida las hemos aprendido jugando.
Esta colección va dirigida precisamente a lectores a partir de 6 años que es cuando más van a necesitar vivir en el presente y retomar su magia.
¿Qué beneficios tiene el mindfulness para niños?
La práctica del Mindfulness enseña a los niños a vivir en el presente y a estar conectados con ellos mismos y con su entorno, estén donde estén, hagan lo que hagan y pase lo que pase, por eso he llamado a la colección de siete cuentos, Aquí y Ahora. Les permite tener un espacio y un tiempo para conectar, no ya con la mente, sino con su cuerpo y con su corazón.
Parar la actividad diaria eminentemente cognitiva ofrece un espacio necesario que ayuda a no reaccionar de forma automática e impulsiva y pensar antes en lo que quieren hacer o decir.
También les enseña a relajar la mente antes de afrontar situaciones difíciles y a controlar sus preocupaciones. Al enseñarles a ser conscientes de lo que les sucede en su interior y poder controlar sus pensamientos y emociones, están más preparados para manejar su mundo exterior. Les ayuda a ser más flexibles, más empáticos y más creativos, a mejorar su concentración y a disfrutar del momento presente.
Los practicantes de Mindfulness aprenden a valorar el silencio y la paz, a través de ejercicios respiratorios y de la meditación, y van alcanzando cada vez más tranquilidad y tolerancia, mejoran su autoestima y se sienten más felices a medida que van dándose cuenta de lo que sienten, piensan y hacen en cada momento, sin juzgar. Todo ello contribuye a un nivel mayor de bienestar, tanto personal como interpersonal.
Numerosas investigaciones de la neurociencia han demostrado que mejora la salud, tanto física como mental, y el bienestar emocional de los practicantes, produciéndose cambios en su cerebro fácilmente detectables.
¿Cómo podemos las familias incorporar en nuestro día a día alguna pauta o práctica de mindfulness?
Afortunadamente cada vez más familias la están incorporando en su día a día, sobre todo porque los resultados se ven de forma muy rápida. Todos queremos estar bien, aprender mejor, mejorar nuestro estado de ánimo, solventar las dificultades y quitarnos preocupaciones, por eso esta técnica exige una práctica cotidiana hasta interiorizar sus elementos. Espero que cada vez se vaya extendiendo más pues los beneficios para las personas y las familias son enormes.
Dedicar a la práctica del Mindfulness unos minutos al día y en familia puede ser una herramienta fabulosa para mejorar la convivencia y enfrentar las dificultades desde la calma, además de favorecer una mejor comunicación emocional.
Se puede comenzar por buscar un espacio y un tiempo donde podamos estar en silencio y quietos. En función de la edad de los hijos se concreta el tiempo máximo, de 3 años, 3 a 5 minutos como máximo, y en ese tiempo centrarnos en observar la respiración, solo eso. Después se pueden incorporar ejercicios de visualización guiada que a los niños les encantan. Podemos también escuchar algún fragmento musical y dejar volar la imaginación, o simplemente observar los pensamientos que aparecen en la mente y dejarlos marchar. Hay libros de ejercicios de mindfulness para familias muy recomendables.
¿Por qué es tan importante cultivar la capacidad de observación y de atención de nuestros hijos?
Ver no es lo mismo que observar, igual que oír no es lo mismo que escuchar. Uno de los problemas actuales en nuestros hijos es la falta de atención y de concentración, y esto conlleva problemas de aprendizaje. Sin lugar a dudas nos encontramos ante la generación más sobreestimulada de toda la historia de la Humanidad. Hasta hace apenas cincuenta años los estímulos que recibíamos del exterior eran muy limitados y moderados en relación a los que recibimos hoy en día, por eso existen tanto problemas de atención, porque hay demasiados estímulos que el cerebro no puede procesar a la vez. Nuestro cerebro no funciona bien con la multitarea, pues pierde precisión y calidad. Si no les enseñamos a prestar atención, a observar, contemplar, escuchar, etc…no les permitimos degustar la vida.
¿Crees que esta capacidad de observación y atención se está perdiendo? ¿Por qué?
Los niños de hoy no reciben sólo los estímulos de su entorno habitual, sino que en muchas ocasiones nos empeñamos en enriquecerlo y llenar absolutamente todo su tiempo con más actividades.
Les ofrecemos un tiempo libre absolutamente copado, que se combina con histriónicas series de dibujos animados, estridentes partidas de videojuegos en 3D y todo tipo de aplicaciones para llenar sus móviles, tabletas y cabezas. ¿Cómo van a prestar la misma atención a todo?
El problema de esta sobreestimulación es que provoca tolerancia, es decir, el organismo se acostumbra y necesita cada vez dosis mayores de estímulos. Los niños se vuelven hiperactivos, no se fijan en los detalles, se desmotivan si el proceso es más lento y les cuesta centrase en una misma actividad durante un periodo de tiempo más largo.
El mundo emocional es complicado de entender para los niños. ¿Visualizarlo como un mar interior o como el clima nos puede ayudar a explicarlo mejor?
Las metáforas siempre funcionan, porque en la imaginación del niños es más sencillo hablar de un mar interior que de sus sentimientos y emociones directamente. En mi experiencia, para hablar del mundo emocional la mente infantil comprende mejor una historia que un ejemplo cotidiano, aunque después de leer la historia y sin que nadie le explique nada, hace la transferencia de su mundo imaginativo al real. Precisamente la educación emocional y la práctica del mindfulness son dos herramientas de autoconocimiento excepcionales.
¿Qué mensaje quieres dejar con tus cuentos? ¿Cómo propones que los usemos en casa?
En primer lugar me gustaría que los cuentos le diviertan, que enganchen al lector desde el primer momento; después le van a descubrir aspectos de él mismo y del mundo que le rodea sobre los que a veces no se habla o no se tiene tanta información. Espero que les gusten y pasen un rato agradable en su compañía aunque también les recomiendo que los lean despacito, degustando la historia como se degusta un plato de nuestra comida favorita. Me encantaría saber que después de su lectura algo ha cambiado en el interior del lector y que con su imaginación ha podido volar con esos personajes a sus respectivos mundos, ha vivido sus aventuras y ha conseguido aprender algo que le ayude a mejorar su bienestar.
Dar un cuento a un niños es el mejor regalo, porque no solo es un libro, es un elemento de crecimiento saludable que le puede marcar toda una vida.
A veces, aunque vuestro hijo sepa leer, puede ser maravilloso que los padres se lo leáis por la noche, antes de dormir, para seguir manteniendo ese vínculo que el cuento refuerza y permitiendo a la vez comentarlo después de su lectura.
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