8 beneficios del juego en los peques

Decía María Montessori que “el juego es el trabajo de los niños”, pero el modelo de vida actual ha reducido el tiempo de juego al máximo. Vamos siempre con prisas, estamos superocupados y llenamos el día con actividades que consideramos beneficiosas para su futuro. Lo que pasa es que estamos dejando de lado el juego. Los niños necesitan jugar y, a pesar de lo que tendemos a creer, el juego no es una pérdida de tiempo. Los beneficios del juego para nuestros hijos son numerosos, veamos estos 8:

  1. Jugar facilita el aprendizaje. Patricia Ramírez, psicóloga, señala que “tenemos infravalorado el juego porque lo asociamos a la conducta irresponsable. Pero todo lo contrario. El juego es un método de aprendizaje que permite adquirir conocimientos en un ambiente relajado y lúdico”. Además, afirma la psicóloga, que “está demostrado que todo lo que se aprende jugando se entiende, retiene y reproduce mejor”.
  2. Jugar fomenta la creatividad y les enseña habilidades nuevas. Por ejemplo, es muy habitual que al jugar copien a los adultos, y les veas comportarse como un policía con años de experiencia o un profesor (y les veas negociar, trabajar en equipo, motivar…)
  3. Jugar mejora la confianza en sí mismos. Ellos lideran el juego, deciden qué hacen en cada momento, se sienten capaces.
  4. Jugar nos hace sonreír. Estamos relajados, es algo divertido, jugar implica que estemos predispuestos a pasarlo bien.
  5. Jugar focaliza la atención. ¿Cuándo ves a tu hijo más concentrado, más ensimismado en lo que está haciendo, que cuando está jugando?
  6. Jugar refuerza su autoestima. Jugando los niños aprenden a conocerse, a ver sus fortalezas, sus debilidades y construir su autoestima.
  7. Jugar facilita la segregación de endorfinas. Las endorfinas disminuyen la ansiedad, “provocan analgesia, calmando el dolor, mejoran el estado anímico y fortalecen nuestro sistema inmune”, subraya Patricia.
  8. Con el juego en grupo, aprenden a relacionarse con otros, a colaborar, a comprender las normas sociales, a ser más tolerantes y cívicos.

Beneficios del juego también en casa

En el vídeo Educar jugando, Patricia Ramírez nos da muchas ideas de juegos en casa. Uno de ellos es el de las palabras. Se dice una letra, ejemplo: la S, y cada uno tiene que decir una palabra que empiece por esa letra. Después, se pide a uno que diga una frase con esas palabras.

Luego, la experta nos cuenta cómo en su casa recurre a los juegos para educar. Por ejemplo, en vez de meter prisa sin más a su hijo para que se vista y desayune todas las mañanas, dice que le cronometra y hace que lo apunta en una libreta. Su hijo lo ve como un juego, quiere ganar, le hace gracia, y se lo toma mejor. Está consiguiendo lo que quiere (que es que su hijo no tarde tres horas por las mañana) jugando.

Otro juego es ‘¿Quién es capaz de comer en la mesa como una persona educada?’ Lo principal, sugiere Patricia, es buscar un modelo. “Pide a tus hijos que te digan un personaje de una película que coma de manera educada. Seguramente lo asocien con una princesa educada y les pedimos que definan un poco cómo actuaría una princesa en la mesa: Daría las gracias cuando alguien le acerca algo, se limpiaría la boca con la servilleta, no diría ‘Qué asco’”.

¿Qué te parecen estas ideas? ¿Tienes tú algún juego infalible para educar a tus hijos? ¡Compártelo con nosotros en nuestras redes sociales!

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Ana Nieto

De pequeña jugaba a las profesoras. Ponía a mis muñecas sentadas encima de la cama, una cartulina negra en la pared clavada con una chincheta y me convertía en la profe más guay del “colegio”. O eso me creía yo. Luego me hice periodista porque me gusta escribir y contar historias. Me interesan mucho los temas sociales, la educación, la igualdad de género y creo firmemente que entre todos podemos construir un mundo mejor (o al menos mejorar un poquito el nuestro).

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