¿Cómo hablar con nuestro hijo adolescente para que nos escuche?

El psicólogo Jesús Delfín insiste en que tenemos que poner especial atención no solo a lo que les decimos a nuestros hijos, si no también a cómo se les comunica.

“¿Por qué me hablas así?”, “¿puedes hablarme bien?” “¿te parecen buenas formas de decirme las cosas?”… Le hemos pedido a nuestro hijo por sexta vez que recoja su habitación, pero sólo se queda con cómo se lo hemos pedido la última, no en que lo tenía que haber recogido a la primera cuando hemos utilizado un tono dulce y agradable para decírselo. No obstante, tenemos que tener presente que decirles a nuestros hijos las cosas de malas formas y gritando “no es la mejor decisión para educarles”, asegura el psicólogo Jesús Delfín. Este argumenta que, en el mejor de los casos, “los hijos más sumisos actuarán bajo el miedo a la represalia, por lo cual no habrá una asimilación real de lo que se le está pidiendo, solamente actuarán bajo el yugo de la imposición y la obligatoriedad creada por el grito”.

Por otro lado, explica que habrá adolescentes “que se rebelen contra esta forma de proceder, condenando a la familia a un clima familiar violento y generando en nuestro hijo una tensión que hará que aumente considerablemente en él una actitud disruptiva”. Por eso, “la importancia de la comunicación no verbal para una comunicación efectiva es fundamental para nuestros hijos”, aclara el psicólogo y nos plantea que pensemos que “otro adulto intenta convencernos de algo gritándonos y elevando la voz… ¿Cuál sería el resultado? Casi con total seguridad desecharíamos la información que nos transmitiese, por muy bueno que fuese el contenido. Esto mismo ocurre en el caso de nuestros hijos adolescentes”, expone. Por tanto, tenemos que poner especial atención no solo a lo que les decimos a nuestros hijos, si no también, a cómo se les comunica.

 

La importancia de emplear un todo adecuado

El efecto de nuestro tono es definitivo para gestionar mejor todo lo relacionado con nuestros hijos adolescentes. “Un tono cálido y comprensivo mejora la comunicación con ellos”. Delfín nos comenta que habrá momentos “en los que nuestro hijo nos rete o desafíe por algún motivo concreto (ya sea por alto estrés, por discusiones con amigos, bajo estado de ánimo…), y en esos casos, la clave reside en no perder los nervios y realizar una intervención firme y conciliadora a la vez, sin llegar a gritar o tener que elevar la voz. Los adolescentes tienden a medirse con los adultos, por lo que si el adulto grita, habrá mayor probabilidad de que el adolescente también lo haga”.

“Un tono cálido y comprensivo mejora la comunicación con nuestros hijos” Jesús Delfín

En el caso de que nuestro hijo comience gritándonos, el psicólogo nos recomienda usar “un tono de voz cálido y comprensivo a modo de modelo de conducta y rebajar la alteración del menor”. Si queremos tener una buena comunicación no debemos utilizar estos tonos que no soportan:

  • El quejumbroso: Nuestros hijos no soportan la queja constante con tono victimista. Lejos de apiadarse de nosotros, les produce especial rechazo y puede llegar a producir el efecto contrario, que desconecten rápidamente de lo que les estamos diciendo.
  • El histérico: Está claro que los chillidos a diestro y siniestro y el tono histriónico no es efectivo en su esencia. No porque no acaben obedeciendo, sino porque la relación se va resquebrajando y sólo se quedan con una lectura y es que somos unos “amargados”.
  • El irónico y sarcástico: Algunos no lo entienden y otros lo interpretan directamente como una burla y un menosprecio.
  • El autoritario: El temor y el miedo puede parecer efectivo, pero nunca formativo y probablemente generemos una oposición mucho más grave.

En definitiva, no lleguemos a ese extremo en el que nuestros hijos pasen a no soportar ni nuestra voz. El experto nos propone cambiar a estos tonos:

  • El cariñoso: Conecta directamente con sus emociones. Pero no olvidemos que el mensaje tiene que ser claro y conciso.
  • El humorístico: No se trata de interpretar todos los días El Club de la Comedia, pero hacerles sonreír antes de un mensaje imperativo suele tener un efecto calmante que ayuda a que el mensaje sea mejor recibido.
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Carlota Arellano

Carlota Arellano es periodista y social media manager. Otra de sus pasiones es la educación, tiene experiencia con niños de infantil y primaria. Más allá de las formaciones regladas, sigue formándose para estar al día en las últimas tendencias. “Me gusta que me valoren y me recuerden como una persona entusiasta, risueña, empática y apasionada en todo lo que hago, tanto personal como profesionalmente.”

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