La sociedad es emisora de mensajes ‘tú’. La sociedad ha premiado la belleza, es gordofóbica, ama la riqueza, detesta la pobreza. Creo que este rápido análisis sociológico es aceptado por la mayoría.
¿Qué le dice la sociedad a nuestros adolescentes? Descubrimos un párrafo dentro del libro “El arte de conversar” que resume lo que, al menos, parte de la sociedad le dice, al menos, a parte de nuestros jóvenes. Lo hemos adaptado:
“Para los puestos de trabajo más atractivos solo necesitamos a algunos pocos de vosotros. Nosotros, los mayores, ya nos encargamos de eso, queremos conservar nuestros puestos. Además, hoy vivimos muchos más años que antes de forma sana y no tenemos intención de dejar nuestra cómoda posición. Algunos de vosotros tendréis suerte, pero muchos otros, no; simplemente no sabemos qué hacer con vosotros. Por favor, pasadlo lo mejor que podáis y no os crucéis en el camino de nadie. Por favor, no nos preguntéis qué hacer. Si se nos ocurre algo, ya os avisaremos. Por favor, dejadnos tranquilos (extraído del periódico Die Zeit y publicado en 1977).
Hay muchísimos jóvenes que han estudiado, se han esforzado por conseguir sus metas y no encuentran la forma de resolver una sencilla incógnita: cómo tener una casa, formar una familia, tener para vivir “normalmente”. A nuestros hijos adolescentes les puede llegar un mensaje de la sociedad que les habla con desprecio (“habéis empeorado”, “no dais valor al dinero”, “no os esforzáis”, “ya os podéis poner las pilas”, “la vida está para sufrir y vosotros estáis hechos de cristal”), un mensaje con el que no apetece convivir, con el que es fácil que uno – siendo más débil – se pueda deprimir.
Escribo estas líneas para que nosotros, como líderes y educadores de nuestros hijos y alumnos, hagamos lo posible por construir un mensaje de ánimo, de admiración (son muchos los jóvenes que lo merecen) que el mensaje que les llegue de la sociedad sea de bienvenida, no de rechazo, de colaboración y no de expulsión.
Hay quien puede decir que el mensaje ‘tú’ de la sociedad en su época también fue un mensaje negativo. ¿Por qué debo contribuir a que los jóvenes de hoy estén motivados si a mí me desmotivaron? La respuesta es porque es mejor para todos.
