¿Por qué y cómo enseñar a tus hijos a decir no?

Parece paradójico, ¿verdad? Nos pasamos la vida pidiendo que nos hagan caso, protestando por su rebeldía, y ahora os decimos que es importante enseñar a nuestros hijos a decir no. ¿Por qué? ¿Cómo conseguirlo? Nuestros expertos nos dan las respuestas.

Parece paradójico, ¿verdad? Nos pasamos la vida pidiendo que nos hagan caso, protestando por su rebeldía, y ahora decimos que es importante enseñar a tus hijos a decir no. ¿Por qué? ¿Cómo conseguirlo? Nuestros expertos nos dan las respuestas.

Olvidar la obediencia ciega para enseñar a tus hijos a decir no

Desmitificando la idea de la obediencia, Alberto Soler nos habló en un taller de una performance de la artista Maria Abramovich, que quiso experimentar en su propia piel qué ocurre cuando no pones límite a nadie, cuando no sabes decir no. La performance, llamada Rythm 0, consistió en que la artista se dejó usar como un objeto en un museo durante 6 horas. Luego comentó que se sintió violada. Y es que dice Alberto que “cuando no somos capaces de poner límites a los demás se llega a un punto a los que no queremos que lleguen nuestros hijos”, así que nos llamó a tener cuidado con el empeño en que nuestros hijos sean obedientes.

Frente a esta idea, Alberto nos aconseja “dar más valor al pensamiento crítico y a la capacidad para reaccionar a las injusticias”, porque con la obediencia nos estamos haciendo un lío: “Queremos que cuando le demos lentejas obedezca y se las tome pero cuando un amigo le dé un porro digan NO”.

La asertividad, cómo enseñar a tus hijos a decir no

Eva Bach, experta de nuestra plataforma, y Anna Forés escribieron un libro muy recomendable titulado La asertividad en el que definen esta habilidad como “un recurso para comunicar de un modo respetuoso y oportuno lo que yo siento y para acoger con el mismo respeto lo que sienten los otros”. La asertividad, por tanto, es al mismo tiempo “un derecho –todos merecemos ser bien tratados– y a la vez un deber –todos tenemos que tratar bien a las otras personas”. Esta herramienta va a permitir a nuestro hijo respetar a los demás y respetarse a sí mismo, ser, por tanto, capaz de decir no y defender su propio punto de vista, sin someterse ni someter a nadie.

Para entrenar la asertividad de nuestros hijos, podemos tener en cuenta las siguientes claves:

  1. Transmitirles amor y aceptación incondicional y ayudarles a quererse y aceptarse. Si nuestros hijos se aceptan, se conocen y se quieren, evitarán imponer su voluntad para sentirse más seguros y además no se dejarán someter por los demás, porque no mendigarán amor ni aceptación, ya que tienen lo más importante: una sana autoestima, fruto de nuestra sana relación con ellos.
  2. Enseñar a nuestros hijos a escuchar su voz interior, comprender cómo se sienten y actuar en consecuencia. Si, ante las situaciones que le ocurren, le animamos a entender cómo se siente, cómo le gustaría actuar o qué necesita, estaremos entrenando su asertividad.
  3. Respetar y valorar su opinión, sus emociones y sus gustos. Si ante la opinión de nuestro hijo decimos que son tonterías o cuando nos dice que está triste porque ha perdido un juguete le decimos que cuando sea mayor verá lo que son problemas, estamos menospreciando su voz y su opinión, impidiendo que la escuche, la valore y la sepa defender. Sin embargo, si cuando nos expresa algo escuchamos con verdadero interés y sin juicio, valoramos que tenga una postura propia y dejamos que exprese su verdadero sentir sin tratar de imponer nuestra visión, estaremos entrenando la asertividad (porque le estaremos enseñando el respeto a su opinión y la de otros).
  4. No sobreproteger ni rescatar de sus errores o problemas: Si dejamos que nuestros hijos resuelvan sus problemas, experimenten las consecuencias de sus actos y tomen decisiones al respecto, sin imponernos como “la voz de la experiencia” y limitándonos a estar ahí, disponibles, por si nos necesitan, estaremos entrenando su asertividad.
  5. Decirles no y enseñarles a respetarnos: Como nos dijo María Soto, “¿nos van a respetar o se van a respetar si nosotros no nos respetamos?”. Así que defender nuestra dignidad y nuestro respeto y, al defenderla, decirles no es una manera muy importante de enseñarles asertividad con el ejemplo. Si nos piden que hagamos lo que ya saben hacer, si nos sentimos tratados como siervos, si nos insultan o chantajean para conseguir cosas, si sentimos que nos faltan el respeto, es tal vez el momento de enseñarles, con nuestros actos, la importancia del no y de reivindicar nuestra dignidad y nuestro derecho a ser respetados.

Si quieres leer más sobre asertividad y la importancia de educar a nuestros hijos para que reivindiquen su derecho a ser tratados con respeto, puedes leer:

 


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Educar es todo

Educar es Todo es un proyecto cuyo objetivo es colaborar con madres y padres en su labor educativa. Uno de los pilares fundamentales de una buena sociedad es apoyar la tarea de las madres y padres que lideran los hogares y la educación de sus hijos. Por eso, queremos acompañarlos en este apasionante viaje educativo, aportando ideas, reflexiones y estrategias que les ayuden a conseguir ese objetivo, que entendemos que es el de todos. Esperamos que también el tuyo.

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