Cuando la familia comienza a crecer y a nuestro primer hijo le van acompañar en su vida otros hermanitos, la logística de la casa y de nuestro día a día cambia. En muchas ocasiones, es inevitable tener que juntar a varios de nuestros hijos en una misma habitación para que duerman juntos, aunque en otros casos nuestra casa permite que cada uno tenga una habitación, pero nuestros hijos prefieren dormir juntos. Pero qué es mejor ¿que duerman separados o que lo hagan juntos?
Los hermanos juntos al dormir: ¿sí o no?
No es mejor que los hermanos duerman juntos a que no lo hagan. Escoger una opción a otra depende de cómo sea cada familia. Si en nuestra casa hay espacio para que cada uno tenga su propia habitación, lo mejor es darles la oportunidad a nuestros hijos de escoger si quieren una habitación para ellos solos o prefieren compartir con sus hermanos y hermanas. De esta forma, estaremos fomentando su autonomía, su capacidad de razonamiento y su pensamiento crítico.
Otro hecho que va a condicionar que nuestros hijos duerman juntos o no son las posibles alteraciones del sueño que tengan cada uno. Según Matthew Walker, científico, profesor de neurociencia y psicología en la Universidad de California y experto en el sueño humano, el insomnio en los bebés es muy normal hasta los 4 años de edad, y los terrores nocturnos comienzan hacia los 3 años y en la edad de los 11 años se hacen muy constantes. Si estos trastornos del sueño alteran el día a día de su hermano o hermana, quizás es mejor que consideremos que duerman en diferentes habitaciones. Aún así, la presencia de los hermanos en la habitación les puede proporcionar una mayor tranquilidad a la hora de ir a dormir. En cualquier caso, es necesario y recomendable preguntar a nuestro hijo por la opción que prefiere si nuestra casa lo permite: si dormir con su hermano porque le genera confianza y mayor seguridad o dormir separado de él.
Beneficios y desventajas de que duerman en una misma habitación
Los hermanos que juegan, comen, duermen y realizan muchas otras actividades juntos van a tener un gran vínculo entre ellos. Como tienen que compartir el mismo espacio, van a aprender a saber dialogar, a llegar a acuerdos pacíficos o a compartir sus juguetes.
Sin embargo, pasar tanto tiempo juntos también puede generar más peleas de lo que es lo habitual. Asimismo, habituarles a que hagan todo juntos puede conllevar que no tengan intimidad ni privacidad, sobre todo a medida que se van acercando a la adolescencia.
Cuando los hermanos se pelean constantemente, ¿también deben compartir la misma habitación?
Las peleas entre hermanos son normales y naturales. Estas surgen de emociones como los celos, envidia, rencor o frustración. Pasar mucho rato entre hermanos en una misma habitación puede avivar todas estas emociones. Si nuestros hijos pequeños se pelean constantemente, es muy probable que cada uno necesite su espacio para sanar su emoción y exteriorizarla en una determinada conducta. Por eso, en las peleas en las que hay agresividad entre hermanos, es mejor que intervengamos, separarlos y atenderlos a cada uno de ellos por igual en diferentes habitaciones. “Nunca debemos distanciarnos de uno y acercarnos al otro, no tenemos que considerar al que pega «malo» y al que no, «bueno». Lo verdaderamente importante es estar con todos por igual, con el mismo cariño y el mismo acompañamiento, así como saber escuchar sus puntos de vista y ayudarles a encontrar soluciones que les convengan dejando de lado el punto de vista adulto”, cuenta Tania García, educadora y autora de ‘Educar sin perder los nervios’.
En estos casos, debemos intentar que sean ellos mismos los que decidan si quieren dormir juntos o no. Si no tenemos la suerte de tener una casa con varias habitaciones, podemos potenciar algunos hábitos para que nuestros hijos se lleven mejor y puedan compartir habitación sin que las emociones que consideramos negativas, como la rabia o el rencor hacia el otro, les ahoguen.
- Lectura y juegos compartidos
- Si uno es mayor que otro, podemos encargarle responsable (con nuestra supervisión) de cuidar a su hermano mientras nosotros realizamos alguna tarea
- Darles la misma atención a ambos. Esto también incluye dar más premios a uno que a otro. “Si los padres, para que no tengan celos, les compran lo mismo que al hermano o algo en compensación, están premiando sus celos”, cuentan el doctor Eduard Estivill Sancho y el pediatra Gonzalo Pin en su libro ‘Pediatría con sentido común’.
- Si son ambos pequeños, dormirles a la misma hora
- No etiquetarles: No debemos señalar que uno es más listo que otro, o que uno se levanta mejor que otro