¿Tiene el síndrome de Peter Pan?
Los padres solo deseamos que nuestros hijos crezcan de manera natural, que no se encuentren con obstáculos en la vida y que se desarrollen de forma correcta. Por lo que cuando observamos que pueden tener algún problema o vemos que algo no está yendo como debería, nos asustamos. Un dilema que se nos puede presentar es esa aparente inmadurez: ese síndrome de Peter Pan que nos hace pensar que nuestro pequeño no quiere crecer. ¿Por qué mi hijo es muy inmaduro para su edad? El psicólogo Santos Solano responde a nuestras dudas.
“Lo primero que hay que saber es que cada niño o niña tiene su propio proceso”, nos dice Solano. Debemos tener en cuenta que los niños se desarrollan a diferentes ritmos, por lo que la inmadurez no siempre es motivo de preocupación. Quizás haya que esperar un poco más para que de forma natural nuestro hijo avance. Por otro lado, un aspecto que debemos tener en cuenta es si nuestro hijo es inmaduro para su edad o si simplemente se trata de su personalidad. Santos Solano nos explica “Muchos padres no saben en qué consiste la inmadurez, no tiene que ver con el tipo de juguetes que quieren o con las series que consumen. No va en ese sentido”.
La tarea de madurar consiste en adquirir un conjunto de habilidades psicológicas. Esto lo llamamos autorregulación. Los niños inmaduros son aquellos que tienen problemas para gestionar las emociones. Este tipo de niños “inmaduros para su edad” tienen dificultades para controlar sus impulsos. Nuestro experto nos dice, “cuando un padre ve que su niña se coge un rebote porque sus amigas no quieren jugar al mismo juego que ella, este podría pensar que se trata de un acto infantil para en su edad. Pero, el problema es que esa niña no tiene las habilidades para regular ese enfado o esa frustración. No tiene las herramientas para tolerar un estado emocional desagradable.”
Aparte de inmadurez psicológica, también existe la inmadurez física. Esto conlleva que nuestro hijo no se haya desarrollado físicamente para su edad. En este caso, Solano nos recomienda tener paciencia y si no se resuelve acudir al médico.
¿Cómo gestionamos esta falta de regulación o inmadurez en nuestros hijos? Santos Solano nos da las claves?
- Ayudando a nuestros hijos a practicar la autorregulación.
- Predicar con el ejemplo siendo un buen modelo para nuestros pequeños. Si nuestros hijos ven actos de inmadurez en nosotros: rabietas o enfados desregulados, empezarán a imitarnos.
- Si vemos que los problemas son muy graves y van más allá de una mala actitud, debemos buscar ayuda profesional.
- Apoyando a nuestros hijos sin juzgar, evitemos frases como: “Qué infantil eres, ya tienes 12 años”.
- Por último, practicar con ellos. Es decir, ponerles posibles escenarios a nuestros hijos para que vayan desarrollando estas habilidades. Y evitar así, los comportamientos inmaduros.
Debemos tener la mente abierta, muchas veces, estos casos pueden venir solapados por otros trastornos. Cómo, por ejemplo, TDAH, problemas en el aprendizaje, ansiedad, etc., nos comenta Solano. ¿Cómo detectamos que no es una inmadurez común? Viendo si hay un retraso en el habla, una falta de interés social o un problema de motricidad inadecuado para edad, entre otros.
Estas señales nos pueden indicar que nuestro hijo no es que no quiera crecer, como le ocurría a Peter Pan, sino que puede haber un problema serio que tratar o, en el mejor de los casos, que nuestro hijo no tenga las herramientas necesarias para regular sus emociones y comportamientos.
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