El concepto joven ‘ni-ni’ es conocido por todo el mundo y creo que la mayoría de las personas lo hemos utilizado en alguna ocasión para describir con carga peyorativa a ese joven que ni estudia ni trabaja. Los más agoreros, los que creen que los jóvenes de hoy son de cristal, no tienen ganas de trabajar y con escasas ambiciones, son capaces de definir a una generación con ese vocablo.
“¿Qué puedes esperar de tanto ‘ni-ni’? Los jóvenes de hoy en día no son como nosotros, les hemos dado demasiado y valoran poco las cosas. Encima muchos de ellos ni estudian ni trabajan”. Que levante la mano quien no haya escuchado a personas (quizás a nosotros mismos) quejarse de los jóvenes. Que levante la mano quien no conozca el significado del vocablo ‘ni-ni’.
Es probable que conozcamos a más ‘sí-sí’ (sí estudian y sí trabajan) que ‘ni-ni’. Sin embargo, curiosamente, es también muy probable que jamás hayamos utilizado la palabra ‘sí-sí’ para hablar de nuestros jóvenes y, en cambio, hayamos utilizado la palabra ‘ni-ni’. Una demostración palpable de nuestra obcecada obsesión por juzgar, aunque detestemos ser juzgados.
Según el Observatorio de Emancipación de Juventud de España, el porcentaje de españoles, entre 16 y 34 años, que son ‘sí-sí’ es del 32,4%, y solo un 3% los jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Dado que es posible que no hayamos caído en que estamos rodeados de ‘sí-sí’, hagámoslo saber al mundo. A los primeros, a los protagonistas, manifestándoles nuestra alegría y orgullo por tener un hijo o amigo ‘sí-sí’; También en todas las conversaciones que podamos. Contrarrestemos la negatividad del concepto ‘ni-ni’ con la realidad positiva y apabullante de los ‘sí-sí’.
Me gustaría terminar esta breve reflexión con dos datos:
- A mi buen amigo Fernando, con quien acabo de hablar, le he preguntado si conocía el término ‘ni-ni’. Su contestación ha sido inmediata: “Sí, los que ni estudian ni trabajan”. A continuación, le he preguntado si conocía lo que eran los ‘sí-sí’. “Mmm… (Ha empezado dudando) Supongo que son los que sí estudian y sí trabajan, pero no lo había escuchado nunca antes. ¿Por qué me lo preguntas?” Me ha resultado curioso por saber a dónde quería llevarle. Le he hecho la reflexión que he compartido en estas líneas. “Bueno, mi hija es una ‘sí-sí’’, me ha dicho con cierto orgullo. “Házselo saber”, le he propuesto.
- Cuando ponemos la palabra ‘ni-ni’ en un buscador (yo utilizo ‘Ecosia’ porque todos sus beneficios van a plantar árboles) nos sale el vocablo en Wikipedia. Tecleamos la palabra ‘sí-sí’ en la Wikipedia y salen cinco referencias, ninguna de ellas relacionadas con el significado antagónico al ‘ni-ni’.
Para concluir, en función de donde pongamos el foco, los temas y las personas se iluminan. Hablemos mucho y en positivo de nuestros hijos ‘sí-sí’.
