Juegos Olímpicos: los 5 momentos que nuestros hijos e hijas deberían haber visto

Los Juegos Olímpicos de Tokio ya han terminado, sin embargo, nos han dejado grandes momentos que, en una sociedad marcada por el individualismo, la competitividad y la inmediatez, se pueden convertir en grandes enseñanzas. Grandes enseñanzas que hubiera estado bien que nuestros hijos e hijas hubieran presenciado.  

Las repasamos. 

La múltiple campeona olímpica y mundial de gimnasia artística Simone Biles abandonó la prueba final por equipos, no a causa de una lesión, como se pensó en un primer momento, sino por problemas relacionados con la salud mental.  

“Después de la actuación que hice, simplemente no quería seguir. Tengo que concentrarme en mi salud mental. Simplemente creo que la salud mental ha tomado más relevancia en los deportes en este momento”, dijo Biles a los medios acreditados en Tokio. 

Una gran lección: Simon Biles puso a la salud mental en el lugar que se merece. Le dio la importancia que tiene y que hasta ahora no se le había dado.  

Tamberi y Barshim se disputaban el oro en salto de altura. Ambos llevaban un concurso perfecto hasta que la barra se colocó a una altura de récord olímpico: 2.39 metros . Los dos fallaron sus tres intentos. “¿Podemos tener dos oros?”, preguntaron al juez después de hablarlo entre ellos. El oficial asintió e inmediatamente los dos dieron saltos de alegría. 

Podrían haber ido al desempate, pero decidieron compartir el oro. “Estoy seguro de que, por mi actuación, merecía el oro. Él hizo lo mismo, así que sé que también lo merecía”, dijo Barshim. “Esto va más allá del deporte. Este es un mensaje para las nuevas generaciones”. 

Y así es, un mensaje de compañerismo y de humildad que puede convertirse en una gran lección para nuestros hijos.  

Durante la semifinal 3 de los 800 metros, Jewet y Amos se tropiezan el uno con el otro y caen al suelo. En una prueba de semifondo, pero de gran velocidad, esa acción sentenció automáticamente su suerte en la carrera, en la cual no pudieron avanzar a la final. En lugar de molestarse, se ayudaron a levantarse, se pasaron el brazo por encima del otro y cruzaron juntos la meta. 

La imagen de Tom Daley tejiendo en la grada de la piscina tuvo más repercusión que el oro conseguido por el británico desde el trampolín de 10 metros en la prueba de salto sincronizado. El saltador anunció en estos Juegos Olímpicos que “me siento orgulloso de decir que soy gay y también campeón olímpico”, un gesto con el que quiere ayudar a todas las personas discriminadas por su orientación sexual. 

La española Sandra Sánchez se alza con el oro en Kárate en los Juegos y recuerda cuando aún era muy pequeña y ‘rabiaba’ porque la apuntaron a baile y no a kárate, como a su hermano Paco. Toda una reivindicación con la que pretendía evidenciar como aún en las familias y en la sociedad se distinguen los deportes por deportes de chicas y deportes de chicos.   

5+ 1 Valores que lleva implícitos el deporte 

Estos 5 gestos traen consigo 5 grandes aprendizajes, pero el deporte en sí ya lleva implícitos valores como la perseverancia y la constancia. Hay más de 1000 sesiones de entrenamiento entre ciclo y ciclo olímpico, cientos de esas prácticas son muchas veces tediosas, monótonas, y extenuantes, desde luego, pero son necesarias para conseguir el objetivo. En la era de la inmediatez, es necesario que nuestros hijos aprendan que el esfuerzo es necesario para conseguir nuestros propósitos. 

Otro aprendizaje que nos deja el deporte es a aceptar la derrota como parte del camino, el fallo y el error como algo que acompaña siempre. Vamos a fallar muchas más veces que a ganar. Esto es algo que tienen que saber nuestros hijos. Pero después de muchos fallos puede, por fin, llegar la victoria. Será en ese momento cuando te des cuenta de que habrá merecido la pena el esfuerzo.