Es una tarde como cualquier otra y de repente nuestro hijo hace una pregunta:
“¿Por qué por las mañanas hay luz y por las noches está oscuro?”
Como padres y madres sabemos lo que acaba de empezar: la etapa de los porqués. Nuestros hijos están hambrientos de conocimiento y a partir de ahora nos van a bombardear a preguntas:
“¿Qué pasa cuando nos dormimos?”
“¿Cómo nacen los niños?”
La etapa de los porqués es una de las más prolíficas de nuestros hijos y, aunque a veces sintamos que estas preguntas se nos hacen cuesta arriba, merece la pena incentivarla y disfrutarla con ellos para que desarrollen su curiosidad, su asombro y su pensamiento crítico.
Los hijos vienen sin manual de instrucciones.
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¿Cómo responder a sus preguntas?
Nuestros hijos pueden llegar a ser muy insistentes con sus preguntas y como padres y madres nos podemos llegar a a angustiar al no saber qué responder. Puede que nos encontremos con preguntas muy razonables, pero también con preguntas de lo más ilógicas. Os damos algunas claves para que podamos acompañarles en sus dudas y preguntas:
- No deslegitimar ninguna de sus preguntas: Aunque creamos que no tiene ningún sentido responder a una pregunta básica o ilógica, hagámoslo. Debemos recordar que son niños y que no conocen todo lo que les rodean.
- No ridiculizarles: Usar frases como “¡Un niño de tu edad no debe saber eso!” o “¿No te lo han enseñado en la escuela?” solo les va a hacer sentir mal y no válidos.
- Lenguaje adaptado a su edad: Si nos preguntan cuestiones sobre el universo, va a ser muy complicado que nuestro hijo entienda conceptos como constelación o galaxia. Para estas situaciones, podemos recurrir a comparaciones con objetos de su día a día o acudir a recursos audiovisuales y literarios para poder explicarlo.
- Aprender con ellos: Seguramente no sepamos responder a todo lo que nos preguntan. En vez de negarles la información, podemos buscarla con ellos y aprender juntos.
- No mentirles: Para que el vínculo con nuestros hijos sea sano y fuerte, nuestra comunicación debe basarse en la verdad. Si cuando tienen una pregunta les respondemos mintiendo, en un futuro descubrirán que lo que creían saber era mentira y su confianza en nosotros irá reduciéndose. Como nos decía Nayara Malnero en esta ponencia, si explicamos las cosas a los niños desde que son pequeños, van a poder tener control sobre su cuerpo y su alrededor cuando crezcan.
@educarestodo Explicar las cosas desde pequeños-Nayara Malnero.Más contenidos como estos en educaresto.com #aprendeentiktok #educacion #hijos #menstruacion
¿Por qué nuestros hijos quieren saber todas las respuestas a los porqués ?
Nuestros hijos e hijas empiezan a romper sus limitaciones cuando aprenden a hablar y comienzan a nombrar cosas que antes solo podían señalar o mirar con los ojos. Asimismo, la infancia es una etapa en la que el cerebro está creciendo y desarrollándose. “La etapa de los porqués es una etapa increíble, es el momento en que vemos cómo se forma el cerebro de una persona en vivo y en directo”, contaba el periodista y divulgador científico Antonio Martínez Ros en una ponencia de Educar es Todo. Nuestros hijos tienen la necesidad de hacer preguntas sobre lo que no conocen, sobre lo que quieren poner nombre y sobre lo que no entienden porque su cerebro está creciendo y porque están empezando a conocer nuevos objetos y conceptos que antes no tenían nombre. “Si lo piensas, estás viendo en tiempo real cómo se forman los pensamientos de un ser humano pequeñito, la formación de un cerebro humano en directo”, nos decía Martínez Ros en esta entrevista.
Los seres humanos somos adictos a aprender y a resolver problemas. Nuestra evolución como especie humana no hubiera sido posible si nuestros antepasados no hubiesen tenido curiosidad por descubrir el fuego. Por eso, la etapa de los porqués no es más que un proceso natural del desarrollo de la curiosidad y del asombro de nuestros hijos.
Beneficios de la etapa de los porqués
Martínez Ros nos cuenta algunas de las ventajas de esta etapa para los niños:
- Desarrollo de su creatividad: Una investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) mostró que al dar a niños un juego con instrucciones y otro juego sin instrucciones, se pasaron mucho más tiempo jugando con el que no sabían las reglas. Es decir, el autodescubrimiento y la curiosidad les va a permitir tener un mundo interior y una mente creativa mucho más rica.
- Capacidad de asombro=empatía: La curiosidad va a permitir que se interesen y comprendan las situaciones y emociones de los demás.
- Mayor capacidad de retención: Como nos señala Martínez Ros, cuando un niño se asombra por aquello que acaba de aprender, su capacidad de retención es mayor. “En estos momentos las emociones tienen que ver mucho con la memoria y recordarán aquello que han aprendido”.
- Pensamiento crítico: Si desde pequeños se cuestionan las cosas, si hacen preguntas sobre aquello que no conocen, están asentando las bases del pensamiento crítico, lo que les va a convertir en mejores personas y mejores ciudadanos.
Si quieres ver la ponencia completa, puedes hacerlo aquí:
