En la adolescencia se producen cambios a nivel fisiológico, psicológico, social y emocional, que pueden provocar en el menor alteraciones en el sueño que afecten a su desarrollo físico y mental.
Para saber cuándo hay un trastorno del sueño es importante saber qué consideramos normal en el sueño del adolescente.
El ciclo vigilia
El sueño está regulado por unos sincronizadores externos (luz y hábitos sociales) y otros internos (secreción de melatonina, cortisol y temperatura) que nos permiten organizarnos en el tiempo.
En esta etapa los sincronizadores externos suelen alterarse, debido a los horarios de sueño irregulares por el incremento del uso de las nuevas tecnologías, demora en los horarios de acostarse (sobre todo los fines de semana) y el inicio del consumo de estimulantes como café, tabaco y alcohol que, junto al poco valor que le dan al sueño los más jóvenes, ayudan a “romper” ese ciclo vigilia – sueño.
Los adolescentes deberían dormir unas 9 horas. Casi ninguno de ellos llega a esa cifra, durmiendo muchos unas 6 horas.
Esta privación crónica de sueño puede provocar en ellos:
- Dificultad para despertarse y levantarse por las mañanas.
- Elevación de los niveles de cortisol.
- Obesidad y diabetes tipo 2 precoz, por alteración de la homeostasis de la glucosa.
- Aumento de la ansiedad, aparición de trastornos depresivos y menor control de las emociones.
- Somnolencia en clase y bajo rendimientos académico.
- Síntomas similares al déficit de atención.
- Aumento del abuso de nicotina, café, alcohol e incluso otras sustancias.
El trastorno de sueño
El trastorno de sueño más frecuente en la adolescencia, después de la privación crónica de sueño, es el síndrome de fase retrasada del sueño. Se retrasa el periodo principal de sueño, apareciendo dificultad para conciliar a la hora deseada y/o necesaria, así como retraso de la hora del despertar natural, con gran dificultad para levantarse más temprano, ya que están en el centro de su sueño más profundo. Este trastorno es de sencillo diagnóstico y tiene un eficaz tratamiento, siendo necesario consultar con un médico especialista.
El sueño en la adolescencia juega un papel fundamental, por lo que es importante hablar con ellos y hacerles entender la influencia que tiene sobre su salud y su bienestar.
