Que tu hijo tenga rabietas con 2 años es tan normal como que se haga pis en la cama

A menudo, vemos las rabietas de nuestros hijos como una forma de retarnos. Sin embargo, la neurociencia nos dice que son algo normal en su desarrollo, tan normal como hacerse pis en la cama o no ser capaces de coger el tenedor correctamente

La rabieta es la expresión de un malestar muy desagradable que siente un niño en su interior y que le hace estallar. A veces es frustración, a veces es ira, a veces la produce los celos, el cansancio, el hambre…

En plena rabieta un niño puede gritar, tirarse al suelo, patalear, tirar cosas, intentar pegar o dar patadas, dañarse a sí mismo…. De repente, es como si cortocircuitara y se desconectase del mundo.

Si tu hijo aún no está en esa fase, pero has presenciado la rabieta de algún niño, es probable que pienses: “yo eso no lo permitiré, a ese niño no le han puesto límites”. Error. El psicólogo Alberto Soler explica lo siguiente sobre las rabietas: “Las rabietas son un fenómeno normal, y como tal debemos gestionarlas. No se dan porque el niño sea un malcriado o porque los padres no sepan imponer su autoridad. Se dan, simplemente, porque forman parte del desarrollo del niño”.

Las rabietas, un fenómeno normal en el desarrollo

“Es tan normal que un niño tenga una rabieta con tres 3 como que se haga pis en la cama”, nos decía en un evento el psicólogo Rafa Guerrero. “De igual forma que aún no es capaz de controlar sus esfínteres, tampoco es capaz de controlar sus emociones e impulsos, básicamente, porque la parte del cerebro encargada de hacerlo (la corteza prefrontal) aún no está desarrollada”.

Esta explicación basada en la neurociencia nos obliga a replantearnos muchas de nuestras creencias. Y es que nadie pone en duda que un niño necesita tiempo y alcanzar una cierta madurez hasta poder comer solo, o hasta poder andar por su cuenta, pero les pedimos que sean capaces de regular sus emociones a la perfección. Y esto no solo nos pasa cuando tienen 3 o 4 años y empiezan con las rabietas, “muchas veces pedimos a un niño que sea capaz de dormir solo, de calmarse solo, y es solo un bebé”, nos recuerda Guerrero.

Entonces, ¿le permito tener rabietas?

Nadie puede controlar sus emociones. sentir rabia, tristeza, alegría. Lo que sí podemos aprender a controlar son nuestras conductas o como respondemos a esas emociones. Por ejemplo, un adulto debería ser capaz de sentir enfado, pero guardar las formas y no gritar o pegar por ello. En cambio, pedirle esto a un niño es pedir demasiado. De igual forma que aún no saben montar en bicicleta o leer, tampoco saben controlar sus emociones. “Somos nosotros los que tenemos que irles enseñando a hacerlo, pero esto no se hace de la noche a la mañana, y la mejor forma de hacerlo es siendo ejemplo. Si cuando mi hijo tiene una rabieta, yo me pongo a su nivel, grito y no soy capaz de controlar mis emociones, no le estoy enseñando cómo debe comportarse cuando él sienta rabia”.

Por tanto, debemos validar la emoción que están sintiendo, pero no debemos validar su conducta. “Si pega o rompe cosas, debemos actuar e impedir que lo haga”, nos dice Guerrero.

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María Dotor

Tener solo unas líneas para presentarse no es fácil. Espero hacerlo bien 😉 Soy periodista y amante de la educación. Una de mis frases favoritas es: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” de Paulo Freire. Por eso creo que es tan importante tomárnoslo en serio. Por eso, y porque educar es el más apasionante e importante de los viajes. ¿No crees?

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