¿Es bueno que nuestro hijo tenga un amigo imaginario?

Entre los 2 y 8 años es normal que nuestros hijos tengan amigos imaginarios

Seguro que en algún momento de tu infancia has tenido un amigo imaginario que te acompañaba durante los juegos en casa y cuando estabas solo. Esto no es nada malo, al contrario, es algo bastante normal cuando tenemos entre 2 y 8 años. Sin embargo, muchas veces nos preguntamos si esto es bueno para nuestros hijos o está tratando de transmitirnos algún malestar interno.

¿Cómo son los niños que tienen amigos imaginarios?

No hay un patrón exacto sobre cómo son estos niños, pero sí podemos hablar de algunos rasgos que se suelen repetir:

  • Son niños con una gran creatividad, con un mundo interior muy rico y con grandes habilidades lingüísticas.
  • Suelen ser hijos únicos que tienden a estar más solos.
  • Tienen pensamientos relacionados con la fantasía.
  • Empatía alta.

Amaya de Miguel, fundadora de Relájate y educa, menciona en su libro con el mismo nombre, que también pueden existir niños que tengan muy pocos amigos y que jueguen solos. Esto es un factor que nos suele agobiar mucho a las madres y padres. La experta menciona que lo más importante es averiguar si nuestros hijos son felices jugando solos y si cuando necesitan socializar, buscan relacionarse de una forma sana con sus iguales.

Muchas veces este miedo tiene que ver más bien con nuestras expectativas sobre cómo debe ser nuestro hijo y lo extrovertido que sea. Hay niños que tienen amigos imaginarios o que juegan solos y no pasa nada, simplemente están trabajando la paz que les genera disfrutar de su soledad sin sentirlo abrumador. En este caso somos nosotros quienes debemos revisar nuestros miedos y necesidades con nuestros hijos.

¿Qué debemos tener en cuenta cuando nuestro hijo tiene un amigo imaginario?

Tal y como se ha mencionado anteriormente, no es nada malo, pero como madres y padres podemos hacer varias cosas al respecto:

  1. Escuchar las conversaciones que tiene. Esto es simplemente para asegurarnos de que todo entra en los límites de la normalidad. Si hablan sobre juegos, dinámicas, no hay que preocuparse. Pero sí tengamos cuidado cuando su amigo imaginario es “agresivo” o le invita a actuar de forma imprudente. Debemos explicarle que tiene un amigo imaginario y que es algo o alguien que aparece cuando está solo, pero no en compañía de otros niños.
  2. Crear espacios donde pase tiempo con amigos reales. Como hemos dicho anteriormente, existen niños que prefieren estar solos, pero que son felices de esa forma y buscan amigos con los que jugar cuando lo desean. En cualquier caso, es importante crear entornos donde se pueda relacionar con más niños, ya sea en extraescolares, campamentos, parque, etc. Un amigo imaginario no debe suplir el contacto con sus iguales.
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Silvia Sánchez Ovejero

Como educadora infantil y pedagoga pasé toda mi infancia jugando a ser maestra, me fascinaba la idea de ser un referente para alguien y preparar mis clases. Años después, ese rol pasó a ser realidad. Desde ese momento sentí la necesidad de compartir con el mundo todas mis ideas, porque la educación, si no se comparte, no llegará a ser transformadora. Ser maestra implica ser todas las versiones que necesitan cada uno de tus alumnos para hacerles ver quiénes son y quiénes podrán llegar a ser.

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