Carlos Escudero forma parte de Papás Blogueros y autor de Un papá como Vader. Acaba de publicar La libreta roja, con ilustraciones de Cristina Torrón, en la que se ríe de las noches sin dormir, de las rabietas, de las hormonas, del suelo pélvico y, además, pone a prueba nuestros recuerdos de los dibujos animados de nuestra infancia. Carlos, que estará con nosotros este sábado en Barcelona, considera que lo más importante que ha aprendido en estos años de paternidad es que “hay que compartir más, hay que dar más importancia a la crianza, a la paternidad, en el cambio bestial en nuestras vidas”. Fan de los audios de WhatsApp, nos manda sus respuestas y reflexiones divertidas por ese medio.
¿Cómo surgió la idea de escribir vuestro libro?
Desde hace tiempo quería escribir un libro sobre paternidad, que ahora hay muchas personas escribiendo libros de paternidad. Y yo decía: “Yo también quiero, yo también quiero”. Quería escribir un libro que alguien como yo dijera que es ameno. Así es como nació La libreta roja, un libro diferente, ameno, al menos eso es lo que hemos intentado, con mucho sentido del humor, y sobre todo con ilustraciones de Cristina Torrón. Le propuse la idea, a ella le encantó, y lo demás ha sido todo como un camino de baldosas amarillas: presentamos el proyecto, les gustó, firmamos el contrato y ya estaba el libro. Evidentemente, no ha sido un camino de rosas, hemos tenido momentos duros de escritura, de reescritura, pero estamos súper contentos.
¿Qué acogida está teniendo?
Muy buena. Está gustando mucho, el feedback es maravilloso. El Día del Padre yo solo vi libretas rojas en redes… A ver, he exagerado un poco, pero vi muchas. A los padres y a las madres les está gustando mucho, se sienten muy identificados, que es lo que Cristina y yo queríamos. Y sobre todo que se rieran. Vamos a reírnos un poco de que no dormimos, de que estamos hasta las narices de las rabietas a la salida del cole y toda la gente mirándote. Basta ya, me dijiste que querías un donut de chocolate, te lo he traído y ahora me dices que era de chocolate blanco el que querías. Me has dicho que querías un bocadillo de jamón y te lo he traído de serrano pata negra y lo querías de jamón dulce… Lo que queremos es que la gente se ría de nosotros, del libro, que se ría con nosotros y que la gente se ría de ellos mismos, de su crianza, de su paternidad, de su maternidad. Todo eso nos lo han transmitido y estamos muy contentos.
¿Cuáles son para ti los mayores retos de la paternidad?
Esta pregunta me gusta muchísimo. Los mayores retos son:
- Tener empatía con tu hijo. Acordarte de que tú también fuiste niño. A mí es algo que me cuesta con mis hijos, que siempre quieren tener la última palabra. Y de repente recuerdo que de pequeño yo era igual.
- Que la crianza se haga con respeto hacia el niño, respetando sus sentimientos, sus ritmos y sin olvidar que son personas.
- Educar con humor, evidentemente. Vamos a hacerlo con humor porque si no la humanidad no va a tener más hijos. Intentemos reírnos un poco de esa rabieta en la comida familiar, con todos ahí. Es que si no vamos mal, mejor reírse.
- Aceptar tu mochila, es de lo más importante: es un reto porque en la mochila no hay solo una botella de agua fresquita, un bocadillo de mortadela del Mickey, un mapa de Los Goonies y canicas. Eso también está, pero también podemos guardar momentos desagradables, tristes, fallecimientos o a lo mejor sentimos rencor hacia nuestras madres y nuestros padres. Esa mochila hay que aceptarla con sus cosas buenas y malas y estar por encima de ella a la hora de educar a nuestros hijos. Eso es muy fácil decirlo y muy complicado hacerlo.
¿Qué supone para ti haberte convertido en un referente en la blogosfera en el campo de la paternidad?
No soy un referente en temas de la educación. Referente son Carlos González o Rosa Jové o Carles Capdevila, Míriam Tirado, Lucía Galán, Gregorio Luri… Y en la blogosfera están Sara Palacios de Mamis y bebés, Pilar Martínez de Maternidad Continuum. Son referentes para mí y para mucha gente también. De paternidad, el referente es Adrián Cordella, de Un papá en prácticas, Armando Bastida, Alberto Soler. Esos son los referentes de la blogosfera. Yo no, yo soy un tipo entrañable, porque si no lo digo y quién lo va a decir, al que le gusta escribir.
En el tip de las frases molonas hay dos frases de nuestros eventos (Una la dijiste tú, vale, pero también cuenta). ¿Qué te parecen nuestros eventos? ¿Con qué sabor de boca te quedas tras ellos: con complejo por ver a tanto papá molón y gurú junto o con motivación porque te han dado ideas brillantes para superar marrones, como decía el gran Carles Capdevila?
Yo siempre siempre me quedo con buen sabor de boca. Los ponentes son un must. Carles Capdevila era lo más. Yo de los gurús me río un poco pero porque del dicho al hecho hay un trecho. A la mayoría de los ponentes de Gestionando hijos los encuentro súper cercanos. Muchos son gurús para los padres y madres pero no van de gurús. Para mí el Gestionando hijos es un lugar fantástico para juntarnos padres y ponentes que no son gurús pero para padres y madres lo son. Es un continuo aprendizaje y es descubrimiento. Hay ponentes que no sabes quiénes son, como me pasó a mí con Cristina Gutiérrez. Yo acabé llorando en esa ponencia. Para los padres y madres normalitos son descubrimientos maravillosos. Descubrimos a ponentes muy molones y que nos ayudan mucho.
¿Por qué te preocupan tanto los niñofóbicos?
Porque no tienen razón. Un niñofóbico ha sido niño, por lo tanto se está odiando a sí mismo, a ese niño que fue. Es muy probable que ese niño que fue la liara también. Si algún niño te molesta, hablas educadamente con sus padres, pero no hace falta que odies a los niños. Tú algún día fuiste niño y en algún momento la has liado. Y si no la has liado es que antes, por desgracia, si la liabas te daban un cachete y ya está, era todo educación en base al miedo. Lo que el niñofóbico no entiende y debería entender es que por mucho que tú le digas a un niño tropecientas mil veces “no hagas esto” es complicado, los niños son exploradores. Lo que hay que hacer con los niños es educarlos y empatizar con ellos y ayudarles con sus frustraciones, con sus sueños, con su vida.
Por eso me parece horrible que haya restaurantes, hoteles o trenes donde no puedan entrar niños. ¿Qué manera de educar es esa? Eso es marginar a un ser humano
En tu libro hablas mucho de tu infancia. ¿Crees que tenerla presente te ayuda en tu conexión con tus hjos?
Por supuesto. Hay que tener una conexión con el niño que fuiste una vez y sobre todo no hay que traicionarlo. Hay que ir un poco cogido de la mano de él. No hace falta estar todos los días volando a Neverland pero es importante ser fiel al niño que fuiste. La gente muchas veces se olvida de que fueron niños: la mirada la noche de los Reyes Magos o el día de tu cumpleaños. Yo intento tener al orden del día los recuerdos buenos y ayudar a los niños en este viaje para que en el futuro, cuando sean adultos, digan que su padre es guay, que fue genial cuando fueron niños y que quieran que sus hijos tengan ese amor por la infancia.
¿Qué es lo más importante que has aprendido en estos años de paternidad?
He aprendido que no es nada fácil, que es de vital importancia tener a gente que te ayude, que te comprenda, tribu, charlas, compartir, que es mi palabra de cabecera. No me refiero a que los niños compartan un bocata de Nocilla, sino que padres y madres compartan experiencias y la criana.
Lo más importante que he aprendido en estos años es que nadie nace aprendido pero que creo que hace falta compartir más, hablar más de las cosas.
¿Por qué yo no sé nada de la importancia del suelo pélvico antes de ser padre y sí me sé todos los ríos de España? Es decir, hay que dar más importancia a la crianza, a la paternidad, en el cambio bestial en nuestras vidas y en nuestros cuerpos. Y quie todo eso no nos venga de golpe. Es importante abrirse, porque vamos todos en el mismo barco. Y sí, el barco es el Titanic, pero bueno, con algunos botes se salvaron, con lo cual avanti.
En nuestro evento, vas a hablar con Begoña Ibarrola de cómo educar a nuestros hijos a entender la actualidad. ¿Ves las noticias con tus hijos?
Veo las noticias cuando me dejan, eso para empezar. Yo necesito ver las noticias, es superior a mí. Que luego a los cinco minutos me sangran los ojos, de ver corrupción, violencia, lluvia ácida, fin del mundo. Y me dan ganas de pasar y dejar a los niños que pongan los dibujos. A veces les explico que me dejen ver las noticias porque ha pasado algo. Mi hijo mayor, que tiene 8 años, nos pregunta mucho. Con las noticias, nos preguntó sobre los policías antidisturbios y le dijimos que los policías son buenos. Hablamos de las noticias e intentamos explicarles. Si hay escenas muy bestias, como la guerra de Siria e imágenes muy impactantes, a veces hemos tenido que cambiar de canal.
¿Qué sientes ante la idea de subirte por segunda vez a nuestro escenario? (la primera vez estuvo con David Lay y Pau Almuní, de Papás Blogueros)
Pues una mezcla de emoción, subidón, adrenalina, miedo escénico, es un cóctel molotov. Pero sobre todo muy contento, ilusionado, agradecido, por juntarme con gente tan pro que ama la criana y que nos ayuda a que nuestro camino se acerque un poco más a ser ese camino de baldosas amarilllas. Compartir escenario con gente a la que admiro y amo, como Míriam Tirado o Alberto, y además que te pongan ese micrófono de Madonna, es lo más.
Si quieres leer las entrevistas con los gurús que no van de gurús de los que habla Carlos, te recomendamos leer:
- Míriam Tirado: “Criar y educar de forma respetuosa y consciente lejos del estrés es uno de los mayores retos”
- Alberto Soler: “El afecto y el cariño ni sobreprotegen ni malcrían, pero los niños necesitan que les vayamos dejando hacer”
- Lucía mi pediatra: “Me cuido queriendo, queriendo mucho, a manos llenas”
- Begoña Ibarrola: “Las noticias de actualidad impactan de alguna forma sobre nuestros hijos”
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