“Aprender a aprender y habilidades de psicología positiva ayudarán a nuestros hijos y alumnos a vivir en un mundo con más incertidumbre, donde será necesario vivir el fracaso no como algo negativo sino como una oportunidad, para poder aprender”.
El 15 de noviembre Leo Farache, director de Gestionando hijos, estará presentando el evento “5 años al futuro de la educación en 5 horas”, que pretende mostrar “las últimas tendencias educativas para que inspiren a los asistentes y los motiven para involucrarse en el cambio educativo”. Hablamos con Carmen Llopis, una de las ponentes, cofundadora de la iniciativa Aprendemos jugando, que reúne a familias y escuelas en torno a la innovación educativa, sobre cómo podemos familias y escuela apostar por este cambio educativo y preparar a nuestros hijos y alumnos para un futuro incierto.
- En casa y en la escuela, ¿qué cambio es necesario dar a nuestra forma de educar?
Desde nuestro punto de vista el cambio en las casas haciendo más significativo que el cambio que debería darse en educación. Las nuevas generaciones aprenden de una manera diferente, no solo debido a los cambios tecnológicos, que también afectan, sino por todo el cambio social que se está produciendo en la Educación 3.0. Como no sabemos a qué mundo se van a enfrentar ni qué tipo de profesiones se van a demandar, el cambio principalmente va a tener que ser de habilidad aprendizaje. Desde nuestro punto de vista, van a tener que tener unas habilidades que les preparen para aprender contenidos que ni siquiera sabemos o nuevas habilidades sociales, como trabajo en equipo y todo lo que tenga que ver con emprendimiento educativo.
- ¿Qué otras habilidades de aprendizajes crees que son importantes para enseñar a nuestros hijos y alumnos?
Todo lo que tenga que ver con lo que se llama metacognición, es decir sea aprender a aprender unido siempre a todo lo que es psicología positiva e inteligencia emocional. Ya llevamos muchos años comprobando que los beneficios son maravillosos y que el rendimiento aumenta de una manera significativa gracias a la apuesta por la psicología positiva y la inteligencia emocional. No podemos olvidar que hay que conjugar las dos patas de manera equilibrada sin olvidar los contenidos específicos. Todo lo que sea unir aprender a aprender con habilidades de psicología positiva les ayudará a vivir en un mundo con más incertidumbre, vivir el fracaso no como algo negativo sino como una oportunidad, para poder aprender.
- ¿Tú crees que las familias son conscientes de la necesidad de ponerse al día?
Nuestra experiencia en Aprendemos jugando es que las familias son prescriptoras de ese cambio educativo. La educación es una institución un poco compleja, todos los que trabajamos dentro lo sabemos, pero las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y se hacen eco de todas las nuevas tendencias, a nivel de cambios de espacio y de inteligencia emocional. Sí que es cierto que frente a otras revoluciones educativas que se han podido dar, en este caso son las familias las que van al colegio reclamando un nuevo cambio y yo creo que los colegios que son flexibles están respondiendo.
- ¿Cuáles son los mayores retos para educar a nuestros hijos de cara a esa incertidumbre que consideras que caracteriza la sociedad en la que vivirán ?
Todo lo que tenga que ver con psicología positiva, que sería un paso más allá de la educación emocional. Son especialmente importantes las habilidades intraemprendedoras, como por ejemplo superar el fracaso y verlo como un reto, de una manera positiva, tomar las emociones negativas como un momento de aprendizaje porque todas las emociones son válidas y superar la incertidumbre porque no sabemos cómo es el perfil laboral que se nos viene encima. Desde casa tenemos que ayudarles a poner sus proyectos en marcha y hacer casi un análisis DAFO.
- ¿No crees que hay una tendencia a la sobreproteccion?
Como toda revolución vemos que hay familias diferentes que algunas son super protectoras. Pero yo doy talleres de robótica y me he dado cuenta de que hay muchas familias que con la crisis se dan cuenta de que es importante flexibilizarse un poco. Una cosa es que sobreprotejan a nivel de agenda y otra que no estén al tanto de las nuevas tendencias. Es sumamente importante crear un ecosistema emprendedor. La sobreprotección no lleva a nada. Hace unos años teníamos un proyecto de emprendimiento educativo y nos decían los padres “Uy, es que mi hijo se ha equivocado”. Y no pasa nada, pero ellos lo tienen más claro que nosotros.
- ¿Cuáles son los retos que habría que ir superando poco a poco para modernizar la escuela?
Habría que ofrecer a los docentes educación permanente sobre educación emocional, sin perder de vista el cerebro emprendedor desde un punto de vista de estrategias de aprendizaje.
- ¿Qué mensaje te gustaría dejar en el evento de noviembre presentado por nuestro director Leo Farache, sobre el futuro de la educación?
El cambio es posible y los niños tienen un potencial increíble que en ocasiones supera con mucho el de los adultos