Cinco técnicas para hacer frente al acoso escolar

Más allá del sentimiento de culpa, del dolor por el rechazo y de la sensación de soledad, hay esperanza. El acoso escolar es uno de los temas que más preocupan a las familias. Generalmente no hay un motivo aparente para sufrirlo; puede que sea tu pelo, el físico, cómo te expresas, o simplemente que a alguien no le has caído bien. Nunca importa el “motivo”, en cualquier caso, nadie se merece sentirse acosado y humillado continuamente.

En muchas ocasiones, las personas que sufren acoso no saben muy bien en qué punto comenzó todo. Lo que es fácilmente detectable son los sentimientos negativos que aparecen en esos momentos. Durante esas situaciones intimidatorias sería de gran ayuda tener algunas herramientas para desviar la atención sobre uno mismo y las reacciones que despierta, para evitar que se vuelvan a producir.

Este artículo pretende proporcionar algunas técnicas y herramientas que pueden ser de utilidad cuando el bullying se encuentra en sus primeras fases y la persona que lo sufre no sabe qué hacer o decir.

Sin duda, la asertividad es una de las más básicas técnicas que han utilizado, con éxito, los individuos que han tenido que enfrentarse a compañeros potencialmente intimidatorios.

  1. La habilidad de hacer reflexionar y de escucha activa: este tipo de técnica se centra en reformular y devolver, por parte de la víctima, las palabras hirientes que expresa la otra persona. No pretende evitar ningún juicio o malentendidos, sino que muestra la aceptación de la víctima a través de la empatía y permite que su acosador al final se sienta incómodo. Con frases como: “Entiendo que me llames rarito, yo a veces también lo pienso, pero creo que al final todos somos un poco raros, ¿no? ¿Qué cosas tienes tú que también puedan ser raras? Me gustaría conocerlas”. En definitiva, a través de preguntas reformuladas con empatía e incluso con humor hacia uno mismo, hacen reflexionar a la otra persona de sus propias palabras.
  2. Habilidad persuasiva: consiste en aprender a llevar las conversaciones incómodas e hirientes de vuelta al punto inicial a través de la continua repetición de ese punto. Esto impide que el acosador ataque a las zonas que sabe que puede hacer daño.
  3. El manejo de la crítica: es la capacidad de aceptar una crítica sin que afecte a su autoestima. Una técnica útil es hacer ver que la crítica que recibe la víctima no le pone a la defensiva ni le afecta, por ejemplo, con frases como: “Bueno, esa es tu opinión”, “vale, lo acepto”, así se evita la confrontación. Otra modalidad dentro de esta técnica es la averiguación negativa, en la que el oyente se limita a indagar más sobre sus aspectos negativos. De esta forma, el hablante se ve en la posición de defender sus comentarios que probablemente no tengan ningún fundamento real. El resultado es sorpresa y consternación por parte del acosador, que empieza a observar cómo sus comentarios no tienen el fin que esperaba.
  4. Dar y recibir impresiones u observaciones: a veces es útil para las víctimas aportar comentarios sencillos y directos al acosador. El truco se encuentra en hacer enunciados en primera persona sin referirse al oyente. En lugar de decir: “Estás molestándome” o “No me gusta lo que me estás diciendo”, es preferible comentar: “Vale, entiendo tu punto de vista, pero la verdad, no me importa.” O “Vale, lo comprendo”, y en ese momento se marcha sin dar oportunidad a que continúe. Este enfoque no da la respuesta emocional que se espera y hace que se reevalúe la conducta e introduzca cambios.
  5. Comunicación no verbal: un elemento que debe acompañar a cada una de estas técnicas es el lenguaje corporal que se envía, deberá ser seguro y firme, mirando a los ojos y sin enviar en ningún momento un signo de titubeo. Es importante este elemento, puesto que si se intenta enviar seguridad y el cuerpo dice lo contrario, el acosador no cesará en su ataque. El mensaje verbal debe ir en coherencia con el lenguaje no verbal.

Estas técnicas son solo algunos ejemplos, es importante que desde pequeños desarrollen el pensamiento crítico y la autoestima. Tanto para evitar que sean tan vulnerables y buenos que no sepan decir “no”, como para ser conscientes de sus sentimientos y frustraciones e impedir que proyecten odio sobre otras personas. Pedir ayuda, preguntar a expertos y la comunicación, serán las claves de un proceso de acoso escolar.

En Gestionando hijos tenemos la firme convicción de que para acabar con el bullying es necesaria la concienciación y colaboración de todos los agentes de la sociedad. Por eso hemos creado, junto a Totto, la iniciativa DILO TODO CONTRA EL BULLYING. Este proyecto pretende reconocer las acciones enfocadas a luchar contra el bullying. Podéis participar en las siguientes categorías: colegio, alumnado, empresas, institución o medios de comunicación.

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Silvia Sánchez Ovejero

Como educadora infantil y pedagoga pasé toda mi infancia jugando a ser maestra, me fascinaba la idea de ser un referente para alguien y preparar mis clases. Años después, ese rol pasó a ser realidad. Desde ese momento sentí la necesidad de compartir con el mundo todas mis ideas, porque la educación, si no se comparte, no llegará a ser transformadora. Ser maestra implica ser todas las versiones que necesitan cada uno de tus alumnos para hacerles ver quiénes son y quiénes podrán llegar a ser.

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