Acaba de empezar el curso escolar. Durante estas primeras semanas toda la comunidad educativa (alumnos, docentes, familias) pasamos por un necesario periodo de adaptación y conocimiento del nuevo “entorno” que nos acompañará durante el curso escolar.
A medida que padres y docentes empezamos a ver cómo nuestros niños y adolescentes van integrando las novedades a su rutina, es cuando escuela y familia debemos ir concertando las primeras entrevistas para conocernos y establecer las primeras líneas de acción.
Una comunicación fluida y eficaz con el colegio impacta muy positivamente en el desarrollo integral de nuestros hijos. Así lo demuestran los últimos estudios sobre “Escuelas Eficaces”: una buena comunicación con las familias se traduce en mejores resultados académicos y un mayor compromiso de las familias con la escuela, lo que fortalece el concepto de comunidad educativa.
Y es que familia y escuela hemos de aspirar a ser un binomio inseparable. Debemos trabajar de forma cohesionada y complementaria, tratando de co-crear un plan de acompañamiento educativo que permita a nuestros hijos crecer desde la seguridad que les transmite la coherencia que supone recibir el mismo mensaje en sus dos principales contextos de referencia.
Como en repetidas ocasiones ha repetido Álex Rovira, escritor y divulgador: “La escuela debe complementar la educación que se da en los hogares y en los hogares debemos crear las circunstancias para que la educación florezca y complementar la formación que se da en las escuelas, y en ambos contextos debe haber esa mirada apreciativa que dé alas.”
5 ideas que te ayudarán a sacar el máximo partido a las tutorías
Estas cinco ideas quizá pueden ayudar a sacar el máximo provecho de estas reuniones familia-escuela para convertirlas en oportunidad de crecimiento integral de nuestros hijos.
- Entender la tutoría como un espacio de colaboración. Una tutoría no es ni una conversación informal ni un interrogatorio. Es una entrevista en la que padres y tutor establecemos un diálogo con un propósito previamente establecido. En ocasiones, puede ser recomendable que el orientador/a del colegio también asista. Para sacar el máximo provecho a la reunión, es importante huir de etiquetas o ideas pre-establecidas acerca del profesor, de nuestros hijos y de nosotros como padres. Ser conscientes de nuestras creencias limitantes nos ayudará a preparar la conversación para que sea fructífera.
- Antes de la entrevista. La tutoría debe prepararse previamente. Ambas partes hemos de recabar información acerca del hijo-alumno lo más objetiva posible y siempre basada en evidencias, no en presentimientos o ideas pre-concebidas. Los padres aportamos un conocimiento muy profundo de nuestro hijo que puede enriquecer la visión de la escuela. Así mismo, el tutor puede complementar este conocimiento con su experiencia ya que empieza a conocer a nuestro hijo en otro contexto en el que se relaciona con sus iguales y otros adultos de referencia. En una libreta destinada únicamente al acompañamiento de nuestro hijo, es importante pensar y escribir aquellos aspectos positivos de nuestro hijo y también aquellos susceptibles de mejora. También lo que nos preocupa a nivel emocional, social, académico e intelectual. Esta misma libreta será la que nos acompañe en todas las entrevistas del curso.
- Durante la entrevista. La primera entrevista se destinará a conoceros mutuamente. La tutoría es un espacio absolutamente confidencial, así que no temas compartir con el tutor cómo es vuestro hijo con la mayor transparencia posible. Esta información le ayudará a conocerle mejor y entenderle. A lo largo de las siguientes tutorías, ya podréis ir abordando aspectos más concretos.Mi recomendación es que el tema académico no sea siempre el eje vertebrador de la conversación: para acompañar a tu hijo en su desarrollo integral, hay que tener en cuenta todas sus dimensiones (afectiva, social, intelectual…). También son importantes temas como la relación que mantienes con tu hijo, el ambiente familiar, las costumbres y la relación con otros miembros de la familia.
- Los acuerdos. Cada entrevista ha de finalizar con unos acuerdos de trabajo: algunos que impacten en el colegio y otros en casa, de manera que tanto el profesor como los padres asumamos parte de responsabilidad en el seguimiento. A mí me gusta pensar en el método SMART para concretar estos acuerdos: S-específicos, M-Medibles, A-Alcanzables, R-Relevantes y T-Temporales.
- Después de la entrevista. Al finalizar la entrevista, y en función de la edad de tu hijo, es recomendable que pueda acudir presencialmente a la reunión para comentarle cómo ha ido y cuáles han sido los acuerdos alcanzados. De hecho, a mayor edad, es importante incluirle en la reunión desde el inicio de la misma. Con él ya presente, podéis concretar la puesta en práctica de los acuerdos e incluso afinarlos. Estos acuerdos han de ser la hoja la ruta a seguir hasta la siguiente tutoría: si ves que no funcionan, háblalo con su tutor para cambiarlos o modificarlos.
El acompañamiento de nuestros hijos es lo suficientemente importante como para requerir de una sistematización y organización. Trata de reunirte trimestralmente con su tutor, ir haciendo seguimiento de los acuerdos vía correo electrónico y poniéndole al corriente de aquellos aspectos que puedan ayudarle a acompañar a tu hijo.
Cada curso escolar es una nueva oportunidad de crecimiento integral para tu hijo y también para ti como padre o madre. Hacerlo con el apoyo del colegio, caminando unidos, es la mejor manera de conocer y ayudar más y mejor a tu hijo.