Las cinco lecciones de vida que aprendemos con Coco

Disney-Pixar nos lleva a México a celebrar el Día de Muertos de la mano de Miguel, un niño que quiere ser músico y, para ello, desafiará a su propia familia

Los de Disney Pixar nos sorprenden siempre con películas originales, con potentes mensajes que son lecciones de vida y nos pueden ayudar a educar de cine.  Del Revés, El viaje de Arlo o Buscando a Dory son algunos ejemplos de películas de la factoría de las que ya hemos hablado aquí. Ahora, Disney-Pixar nos lleva a México a celebrar el Día de Muertos de la mano de Miguel, un niño que quiere ser músico y, para ello, desafiará a su propia familia, que reniega de la música porque hizo que el tatarabuelo de Miguel abandonara a su mujer y a su hija. Hoy os traemos las cinco lecciones de vida que aprendemos con Coco.

Las aventuras y desventuras que corre Miguel para poder ser músico nos permiten transmitir potentes mensajes que son lecciones de vida, para nuestros hijos y para nosotros. Si a esto le añadimos acercarnos a la cultura mexicana, una estética colorista, canciones como “La Llorona” y el “cameo” de Frida Kahlo, disfrutaremos de una película visualmente muy atractiva y de un enfoque original para tratar temas universales.

Las cinco lecciones de vida que aprendemos con Coco

1. Respetemos su pasión, es el mejor motor para una vida más plena

Y es que la pasión mueve montañas, y la pasión de Miguel (y la oposición de su familia) le mueve a correr aventuras y desventuras insólitas para conseguir ser músico. A escondidas de su familia, Miguel ha desarrollado un talento extraordinario y no tiene ningún interés en seguir la tradición familiar y ser zapatero. De hecho, si hubiera hecho caso a la familia y se hubiera puesto a hacer zapatos, seguramente llevaría una vida gris, sin esa chispa que le vemos en los ojos cuando toca la guitarra. ¿Has visto alguna vez a tus hijos con ese brillo en los ojos, haciendo algo que les apasiona?

2. Los valores son la mejor brújula

Miguel nos enseña que para lograr ese sueño que tiene no todo vale. No queremos destripar la historia, pero hay valores a los que no está dispuesto a renunciar para conseguir su sueño. Si la pasión nos hace vivir una vida con chispa, una vida plena, los valores nos ayudan a sentirnos cómodos con cada paso que damos, a saber que vamos por el buen camino. Unos valores sólidos ayudarán a nuestros hijos a tomar buenas decisiones, a saber volver cuando se hayan equivocado, a escuchar lo que su conciencia o sus tripas les tienen que decir.

3. Los muertos y los vivos están conectados

Ver una película sobre muertos con los niños puede resultar un poco perturbador. Pero la estética de la película no es tétrica, sino colorista, y el tratamiento de la muerte no es triste, sino algo reconfortante al presentar la conexión de los muertos y los vivos a través del recuerdo. La película nos muestra que los muertos dependen, para seguir existiendo, del recuerdo de los vivos. La historia de Héctor nos muestra, además, que como nos dijo Javier Urra, al final de la vida lo importante no es preguntarse “para qué sino para quién he vivido”. Tal vez, después de verla, a nuestros hijos les pique la curiosidad por conocer la historia de sus antepasados, con los que, gracias a esta película, se sentirán conectados.

4. La misión de la familia es apoyarse

Miguel reniega de su familia porque no lo apoyan en su sueño de convertirse en músico y la película revela la tensión entre la necesidad de encontrar su propio camino y el peso de la herencia familiar. Como le dice a una de sus antepasadas, “la familia debería apoyarse”. Así Miguel nos recuerda que nuestros hijos y familiares necesitan que los apoyemos en sus decisiones, entender que deben encontrar su camino y no seguir el nuestro y acompañarles con respeto y amor en esa búsqueda de su lugar en el mundo

5. Todos podemos rectificar y crecer

Lecciones de vida que aprendemos con CocoIncluso los prejuicios más firmemente establecidos y las personas más cuadriculadas pueden rectificar y crecer. Nos gusta subrayar la idea, como dice Eva Bach, de que los adultos “tenemos que crecer a lo largo de la vida. No es verdad que el crecimiento de los adultos esté terminado. Esta es una idea recurrente en mi discurso: los padres y madres debemos crecer para ayudar a crecer. Y eso implica ampliar nuestra competencia y madurez emocional”.

 

¿Queréis ver el tráiler? Aquí lo tenéis con las lecciones de vida que aprendemos con Coco

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Educar es Todo es un proyecto cuyo objetivo es colaborar con madres y padres en su labor educativa. Uno de los pilares fundamentales de una buena sociedad es apoyar la tarea de las madres y padres que lideran los hogares y la educación de sus hijos. Por eso, queremos acompañarlos en este apasionante viaje educativo, aportando ideas, reflexiones y estrategias que les ayuden a conseguir ese objetivo, que entendemos que es el de todos. Esperamos que también el tuyo.

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