Cómo ayudar en las tareas escolares a un niño con dislexia

Los niños y niñas con dislexia tienen dificultades para aprender a leer y a escribir, lo que les afecta a su rendimiento académico

La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje que se encuadra dentro de los trastornos del neurodesarrollo, y que provoca que los niños que lo padecen tengan dificultades para aprender a leer y a escribir, independientemente del idioma en el que lo hagan y el método que empleen.

Los niños con dislexia van a tener problemas escolares

Teniendo en cuenta que este trastorno del neurodesarrollo va a provocar que estos niños tengan problemas para aprender a leer y a escribir, es obvio que esto les va a acarrear problemas académicos.

Lo primero que tenemos que saber es que la dislexia no tiene nada que ver con el cociente intelectual, es decir, existen personas con dislexia con diferentes cocientes intelectuales. De hecho, como apunta el neuropsicólogo infantil José Ramón Gamo en el curso ‘Dificultades de aprendizaje: claves para educar en familia’ que puedes disfrutar en Educar es todo: “Si el niño presenta inteligencia normal o superior pero no logra las habilidades lingüísticas de lectura, escritura y ortografía en consonancia con su edad y sus habilidades intelectuales, puede tener dislexia”.

La buena noticia es que, como explica Gamo, “prácticamente el 100% de las personas con dislexia van a poder ser lectores competentes a través de los programas de reeducación lectora, con una velocidad adecuada, sin cometer errores significativos y con la comprensión totalmente preservada”.

Sin embargo, apunta Gamo, va a ser muy difícil o casi imposible que consigamos que:

  • Mejoren su ortografía arbitraria

La “b”, “v”, “g”, “j” o “h” son ortografía arbitraria ya que eran sonidos que existían en el lenguaje oral pero que, con su evolución, desaparecen (ya nadie dice la “v” fricativa, por ejemplo). Sin embargo, a pesar de desaparecer del lenguaje oral, sigue representándose por escrito.

  • Pongan tildes

“Ellos aprenden la regla (por ejemplo: las palabras agudas se acentúan cuando acaban en vocal, “n” o “s”), pero el cerebro no les manda la información de dónde está la sílaba tónica, así que no pueden asignar la tilde”.

  • Memoricen las tablas de multiplicar

Aparte de las dificultades en la lectura y escritura, José Ramón Gamo apunta que “la mayoría de los disléxicos (no todos) no son capaces de memorizar las tablas de multiplicar. Hasta la tabla del 5 se manejan bien, pero luego van haciendo estrategia sumatoria y esto les lleva muchísimo tiempo”. Por eso, “recomendamos que se les deje tener las tablas de multiplicar encima de sus mesas o que puedan trabajar con una calculadora”.

Cómo podemos ayudar las madres y padres a nuestro hijo con dislexia en las tareas escolares

Si nuestro hijo tiene dislexia, va a necesitar un mayor apoyo en las tareas escolares debido a su trastorno. Lo primero que tenemos que hacer, nos dice Gamo es “respetar sus ritmos, no juzgarles y ofrecerles nuestro amor incondicional”, y además:

Fomentando que lean mucho

“Cuanto más lea un niño, más palabras va a tener memorizadas”, nos dice Gamo. Esto les ayudará a leer mejor, porque no leemos solo juntando letras, sino que identificamos palabras y las leemos prácticamente sin pensar.

Dejando que usen el corrector ortográfico

Aunque hayamos demonizado los correctores ortográficos, a un niño con dislexia le va a ayudar a identificar la palabra donde ha cometido el erro, y le va a dar opciones de palabras correctas, ayudando a fijar en la memoria la forma correcta.

Dejarle usar la calculadora

No les pasa a todos los disléxicos, para una gran parte de ellos sí, y es que no son capaces de recordar las tablas de multiplicar a partir de la del 5. El consejo de Gamo en este sentido es que “les dejemos usar la calculadora para ayudarles en la realización de las operaciones matemáticas”.

No presionarles con la ortografía

Como ya hemos adelantado, los niños con dislexia van a tener problemas a la hora de poner tildes (aunque se conozcan perfectamente las reglas) y con su ortografía arbitraria (diferenciar la “b” de la “v,” la “g” de la “j” o saber cuando van las “h”). Gamo recomienda encarecidamente “no pretender que pongan tildes o pongan bien la “b”, es algo imposible, por tanto, no debemos exigirles eso en absoluto, y en la escuela no se le debería bajar la calificación por ello”.

Fomentando su autoestima

Los niños con dislexia, en todo lo que tiene que ver con el ámbito académico, lo suelen pasar muy mal. El ver que no leen como el resto de sus compañeros les genera mucha vergüenza, se sienten muy por debajo e intentan no participar en clase. No terminan de entender lo que les pasa y, si nosotros no les explicamos, se llevan el mensaje de que no valen. En definitiva, ver que su esfuerzo no se corresponde con el resultado que obtienen les lleva a tener una autoestima muy baja. ¿Qué podemos hacer las madres y padres para fomentar su autoestima? No etiquetarles, ni juzgarles. Explicarles bien lo que les ocurre. Y nunca, bajo ningún concepto, hacerles sentir culpables por no ser capaces de leer o escribir correctamente. “Nadie culparía a un ciego por no ver, pero a veces tildamos a los niños con trastornos del aprendizaje de vagos”, nos dice Rafa Guerrero.

No castigarlos por sus resultados académicos

El psicólogo Rafa Guerrero es muy tajante con esto: “El castigo no se puede activar en ninguno de los casos, pero menos con en estos niños. Son niños y niñas que dedican el doble o el triple de tiempo en hacer sus tareas escolares y, a pesar de eso, reciben bastantes peores resultados que sus compañeros. Entonces, lo que hay que hacer es premiar el trayecto, el esfuerzo, no fijarnos tanto en los resultados.”.

Detección precoz

La mejor ayuda para nuestro hijo con dislexia es la detección precoz de que sufre este trastorno del aprendizaje. De esta forma, entenderemos qué le pasa y podremos ayudarle a mejorar. Para ello, nos dice José Ramón Gamo, es clave “asignarles un logopeda especialista en la reeducación de la lecto-escritura”.

*Recuerda que puede conocer más sobre las Dificultades en el aprendizaje de los niños en el curso de José Ramón Gamo para Educar es Todo.

 

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María Dotor

Tener solo unas líneas para presentarse no es fácil. Espero hacerlo bien 😉 Soy periodista y amante de la educación. Una de mis frases favoritas es: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” de Paulo Freire. Por eso creo que es tan importante tomárnoslo en serio. Por eso, y porque educar es el más apasionante e importante de los viajes. ¿No crees?

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