Cómo conseguir que nuestros hijos cumplan normas

Los niños no nacen sabiendo que es lo que está bien y lo que está mal. El sentido de lo moral es algo que tienen que ir aprendiendo y que no terminarán de formar hasta cumplir aproximadamente los doce años. Es a los padres a quienes nos corresponde la tarea de irles marcando el camino, de irles diciendo si se están comportando de la forma correcta o no. Y es aquí donde juegan un papel fundamental las normas.

Que se vayan a la cama a la hora marcada, que no se levanten de la mesa antes de terminar de comer, que después de jugar recojan los juguetes que han utilizado…son solo algunas de las normas que harán que nuestros hijos poco a poco vayan aprendiendo que en la sociedad hay unas reglas que hay que cumplir. Como asegura la psicóloga, Silvia Álava, “los niños necesitan figuras que les aporten autoridad, que se muestren seguros sobre qué es lo que hay que hacer, que ofrezcan la respuesta correcta” y esos somos nosotros. Para ayudarnos en esta tarea, en su libro: “Queremos que crezcan felices” Silvia nos ofrece unos pasos para establecer estas normas y ayudarnos de esta forma, a que nuestros hijos las cumplan.

Pautas para establecer las norma

1. Pensar qué es lo que queremos que haga

Silvia nos recomienda que no hagamos una lista interminable de normas. Será imposible que la retengan y la acabarán olvidando. “Es más práctico poner una norma como “se obedece a la primera”. Con ella conseguiremos que hagan aquello que creemos deben hacer”.

2. Ser consecuentes

“Es importante que los primeros en cumplir las normas seamos los padres” nos recuerda Silvia. En este sentido, si establecemos como norma que siempre después de comer tenemos que lavarnos los dientes, nosotros también tenemos que cumplirla. Una buena forma de hacerlo es juntos. Así, además, estaremos compartiendo un ratito más con ellos.

3. Establecer consecuencias

Según asegura Silvia, este es el punto que más nos cuesta a los padres. Saber qué tipo de consecuencias debemos fijar en caso de que nuestro pequeño no cumpla las normas. “El castigo rara vez funciona ya que los niños se comportan mejor cuando les enunciamos las cosas en positivo que bajo amenaza”. En este sentido, es más efectivo que en lugar de repetir la orden de que hay que lavarse los dientes varias veces y a continuación amenazarles con que se quedarán sin ver los dibujos, les animemos a hacerlo bien y rápido para que le sobre un poco de tiempo antes de irse a dormir para ver los dibujos.

4. No ceder

Es común que después de un día agotador, de ir a trabajar, hacer la compra, llevar a nuestros hijos a actividades extraescolares… etc estemos tan cansados que tras repetir una norma varias veces dejamos que el niño se salga con la suya y no la cumpla. Error. Si cedemos “estaremos reforzando la mala conducta”, nos explica Silvia. Además, la conclusión a la que llegarán ellos, que son muy listos, es que si se muestran reticentes a cumplir la norma, conseguirán no tener que cumplirla. Mañana hará lo mismo cuando le pidas que recoja sus juguetes.

5. No pararnos a explicarle la norma

El momento en el que el niño se está saltando la norma no es el adecuado para dialogar ni razonar. Silvia nos anima a “reservarnos esta tarea para cuando esté más receptivo”. En ese momento solo tenemos que hacer una cosa: mostrarnos firmes. Hay una norma y hay que cumplirla.

6. Usar la extinción

Evitaremos prestar atención a nuestro hijo hasta que no obedezca la norma que le hemos establecido. Si hace falta se lo comunicaremos: no te voy a hacer caso hasta que no te laves los dientes. Y cumplirlo siempre.

7. Reconocer su logro

Utilizar el refuerzo positivo. O cómo lo explica Silvia: “reconocer su logro siempre que haya obedecido y decirles lo orgullosos que nos sentimos cuando se portan bien”

Si poner normas y límites nos cuesta (hay padres que tienen miedo a ponerlas porque piensan que coartan la libertad y creatividad de sus hijos) tenemos que pensar que, pasada la etapa escolar, “las normas también estarán en otros ámbitos de la vida, como el profesional“. Por tanto, no les estaremos haciendo ningún favor si no les enseñamos a cumplirlas.

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María Dotor

Tener solo unas líneas para presentarse no es fácil. Espero hacerlo bien 😉 Soy periodista y amante de la educación. Una de mis frases favoritas es: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” de Paulo Freire. Por eso creo que es tan importante tomárnoslo en serio. Por eso, y porque educar es el más apasionante e importante de los viajes. ¿No crees?

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