Una de nuestras mayores preocupaciones hoy en día es que nuestros hijos puedan estar enganchados a la tecnología. Se despiertan, y antes de poner un pie fuera de la cama, ya están consultando el WhastApp. Lo primero que hacen antes de acostarse es mirar Instagram. ¿Mientras comen? Sí, también, muchos no sueltan el móvil ni para comer. Y este enganche puede convertirse en una adicción.
De hecho, el Ministerio de Sanidad ha incluido las adicciones a las nuevas tecnologías en el Plan Nacional de Adicciones, y ha alertado de que el 18% de la población entre los 14 y los 18 años realiza un uso abusivo de las nuevas tecnologías.
Las redes sociales funcionan de forma similar a las drogas
Muchas veces nos preguntamos: ¿cómo es posible que nuestro hijo o hija dedique tanto tiempo a esta red social? ¿Qué es lo que lo hace tan interesante? ¿Por qué sus contenidos “enganchan” tanto?
La respuesta es sencilla: las redes sociales están diseñadas para que las personas pasemos el mayor tiempo posible dentro de ellas. Ese es uno de sus principales objetivos, porque de ello depende la propia existencia de la red social.
“Creamos Facebook para generar adictos”, reconoció Sean Parker, cofundador de Facebook, en un evento médico en Philadelphia, lo que nos da una primera idea de porqué nuestros hijos parecen estar enganchados a las redes sociales.
“Las redes sociales funcionan de forma similar a las drogas o el alcohol en nuestro cerebro. Cada vez que una persona consume cocaína, marihuana, tiene relaciones sexuales, ve pornografía, juega a videojuegos… experimenta placer. Y el placer está regulado en el cerebro por varias hormonas, pero principalmente por la dopamina”, nos contaba la psiquiatra Marian Rojas Estapé en uno de nuestros eventos. “Y cada vez que yo recibo un like, tengo en mi cerebro microchispazos de dopamina”, nos contaba la psiquiatra Marian Rojas Estapé en esta entrevista.
Señales que indican que nuestro hijo puede estar enganchado a la tecnología
Ante este panorama, muchos padres nos preguntamos cómo podemos detectar que nuestro hijo está enganchado a la tecnología. En este sentido, Marc Masip, psicólogo y Director de Desconecta, centro especializado en el tratamiento de adicciones a las tecnologías, móviles y videojuegos, nos insta a diferenciar entre abuso o uso irresponsable y adicción. “Es muy complicado distinguirlo, porque no es como las drogas, en el caso de la tecnología, su uso está normalizado, pero podemos atender a una serie de señales de riesgo.
- Se pasa demasiado tiempo en la habitación.
- Se enfada o cambia de humor si en un momento dado se restringe el uso del dispositivo.
- Llega una factura excesiva o pagos por la red sin permiso.
- Habla o se manda mensajes por teléfono sin descanso.
- Utiliza el móvil/pc en sitios inadecuados y/o a deshoras.
- Hay una falta de comunicación con la familia.
- Bajo significativamente su rendimiento escolar.
- Deja de hacer actividades que antes hacía para poder pasar más tiempo conectado.
- Sufre cambios emocionales repentinos.
Cómo ayudar a nuestro hijo si está enganchado a la tecnología
Pongamos que hemos detectado que nuestro hijo está enganchado a las tecnologías, ¿podemos ayudar a un menor tecnoadicto a salir de su adicción? “Obviamente, sí”, nos dice Marc. “Lo primero que tenemos que hacer es acudir a un profesional. Si viéramos cada día bebido a nuestros hijo, pediríamos ayuda a un profesional, pues lo mismo debemos hacer si la adicción de nuestro hijo es a los dispositivos tecnológicos”.