Cómo saber si mi hijo es adicto al móvil

Paula tiene 13 años y está muy enfadada con sus padres porque este verano no le han dejado el móvil por las tardes cuando quedaba un rato con sus amigos. Todo empezó cuando la madre de Paula le preguntó qué hacía por las tardes cuando quedaban y su respuesta fue: “Nada, estamos en el parque y mirar el móvil”. ¿Mirar el móvil? ¿Dónde queda la complicidad entre los amigos, la comunicación, las risas? ¡Nada! En esos encuentros de verano de Paula con su grupo de iguales no había nada de eso, sino un grupo de adolescentes mirando el móvil; unos chateando, otros jugando a juegos o con las redes sociales.

En el momento que los padres de Paula decidieron tomar medidas ante esta situación, se destapó algo que no habían visto hasta el momento. Cuando le comunican a su hija las restricciones del uso del móvil en ciertos momentos del día, la reacción de Paula no se hizo esperar. La imagen era la de alguien a la que le quitan lo más preciado de su vida, algo sin lo que no puede vivir, es decir, una reacción desproporcionada. Esta reacción sólo sacó a la luz algo que en un principio no veían como un problema, pero el comportamiento de Paula hacía tiempo que había cambiado, estaba más nerviosa y mucho menos comunicativa.

Paula se pasaba mucho tiempo en su habitación, decía que estudiaba hasta tarde, aunque no era verdad. Decía que se llevaba la comida a la habitación para aprovechar más el tiempo de estudio, pero tampoco era verdad; no comía, no había hora para apagar el móvil. Por las mañanas lo primero que hacía nada más despertarse era mirar el móvil y durante el día lo miraba de manera constante a la espera de algo nuevo en las redes sociales, de la vibración o del sonido que identificaba un nuevo mensaje.

Pero, ¿cuándo empezó todo en realidad? Sus padres tomaron la decisión (días antes de empezar el instituto) de regalar a Paula una caja a la que ellos lo denominaron: “la caja de la autonomía”, donde venían las llaves de casa, un móvil y una carta motivadora, ya que consideraban que pasar del colegio al instituto era un paso importante. En esta caja no había ni rastro de unas normas de uso de móvil en casa. Unas normas que deben dejar clara la importancia de un control parental, unos horarios, espacios de no uso, a lo que puede acceder y a lo que no, qué aplicaciones puede tener y cuáles no y la información de las consecuencias que podía tener Paula si no hacía un buen uso del mismo.

Sin toda esa información, estaba claro, Paula empezó a usar su móvil sin ningún tipo de control a una edad muy temprana.

Las señales de alerta de las adicciones conductuales son similares a las adicciones a sustancias: se necesita más tiempo para poder obtener el mismo grado de satisfacción.

Los móviles tienen un gran poder de seducción sobre todo para los adolescentes, ya que la cantidad de información y el tiempo de espera para obtenerla puede ser una ventaja, pero también algo que afecta a nuestro comportamiento. Los móviles no son malos, pero sí el vínculo que se establece con ellos. Un vínculo que hace que no salgamos por la puerta de casa sin los mismos elementos que estaban en la “caja de la autonomía”: las llaves y el móvil.

No es un problema de nuestros hijos, es un problema de toda la familia.  En este sentido como padres y madres tenemos una responsabilidad en la educación preventiva.

Durante estas últimas vacaciones a la hora del desayuno en el hotel quise dedicarle unos minutos a hacer una observación participante. Muchas de las mesas en las que había niños, estos desayunaban con alguna pantalla delante. Pero la imagen que más me impresionó fue la de una mesa donde estaban los 4 abuelos, la madre, el padre (6 adultos) y todos los días el niño de unos dos años tenía puestos la tablet y los cascos.

Esto es lo que denomino un “chupete” en forma de pantalla.

En la educación preventiva hay que tener muy en cuenta cómo utilizamos los padres  las nuevas tecnologías, ya que en ocasiones hacemos un mal uso de ellas respecto a la educación de nuestros hijos. Si les ponemos una pantalla delante cada vez que se aburren, se frustran o lo piden, hay algo que no estamos haciendo bien.

O, ¿cuántas veces respondemos a nuestros hijos con monosílabos a preguntas que nos hacen sin mirarles a la cara? Ya sea porque nuestra atención está en otra conversación o porque estamos con la mirada fija en la pantalla de nuestro móvil.

Paula había pasado de usar el móvil, a estar constantemente mirándolo. Se había vuelto una adicta al móvil. Sólo se dio cuenta de lo que pasaba cuando dejó de tenerlo en sus manos, cuando sus padres tomaron medidas conductuales y pusieron límites firmes.

Señales que pueden indicar que nuestros hijos tienen una adicción al móvil

Algunas de las señales que se podían ver en Paula y que nos pueden indicar si nuestros hijos tienen una adicción al móvil que hay que tratar son:

  • Abandonar parte de sus responsabilidades
  • Irritabilidad
  • Cambios de humor
  • Aumento de secretismo cuando estaba con el móvil aumentando las mentiras
  • Falta de comunicación
  • Aislamiento
  • Trastorno del sueño
  • Conflictos en casa
  • Utilización constante del móvil
  • Dejadez en cuanto a cuidados personales tanto de higiene como en la alimentación

Cada vez son más los casos de adolescentes con problemas de adicciones conductuales.

Como siempre, me gustaría recalcar la importancia del ejemplo, puesto que nuestros hijos nunca dejan de observarnos.

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Anais Lopez

Me llamo Anais, nací en Madrid, pero he creado mi propia familia en Barcelona. Soy madre de una niña y un niño. Mi profesión: Educadora Social, Coach y Terapeuta. Ya he cumplido las bodas de plata trabajando con familias y adolescentes con problema de drogas y conducta, permitiéndome tener un amplio conocimiento en la materia educativa. Acompañar a adolescentes a ser personas adultas y felices y orientar a las familias en aquellos momentos en los que se encuentran solos y perdidos en la educación de sus hijos es un trabajo duro pero gratificante. Desde hace unos meses he iniciado un nuevo proyecto en forma de Blog, donde puedo plasmar por escrito mis largos años de experiencia en el ámbito educativo. https://coachingparamadresypadres.blogspot.com.es/

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