Idoia Camacho nos cuenta una historia en forma de diálogo entre una madre y un hijo sobre un tema del que hemos hablado mucho: la necesidad de promover su autoestima y de evitar la sobreprotección. Recuerda que, si te gusta, nos lo puedes decir en nuestra página de Facebook, porque con los “Me Gusta” tú decides qué relato es el ganador de nuestro concurso.
– Ama*, ¿por qué te empeñas en que haga todo yo solo? Todos mis amigos han hecho el disfraz con sus padres, ¿es que no me quieres ayudar
– Cariño, tú puedes hacer solo el disfraz, no necesitas la ayuda de nadie.
– Pero es difícil, yo no lo sé hacer tan bien como lo harías tú.
– La profesora te ha dado un modelo para que te sirva de guía. Puedes seguir las instrucciones para hacerlo igual o puedes cambiarlo según tus gustos.
– Si lo hago yo solo me llevará más tiempo. Ayúdame, así lo acabaré más rápido y podré ir a jugar.
– Te llevará más tiempo, sí, pero harás el disfraz que tú quieres, no el que quiero yo.
– ¿Y qué pasará si me equivoco y no me sale bien? Todos van a llevar el disfraz bien hecho menos yo, pensarán que soy un inútil.
– Si te equivocas no pasará nada malo, te servirá para aprender. Podrás intentarlo de otra manera hasta que salga como querías. Lo importante es darte cuenta del error para que no vuelva a ocurrir.
– Yo quiero que me ayudes…
– Cuando no te ayudo a hacer lo que eres capaz de hacer por ti mismo, te ayudo a tener más confianza en tus capacidades, a no rendirte ante las dificultades y a ser capaz de buscar alternativas. Cuando no te ayudo, te ayudo a ser tú mismo.
* Ama: mamá, en euskera.