Este cortometraje ofrece una visión diferente sobre el bullying. Mariana es una niña que sufre acoso por parte de una niña mayor, llamada Isabel. Un día Mariana decide seguirla hasta su casa. Y lo que descubre cambia el curso de su historia.
¿Por qué esta niña me trata así? ¿Por qué me está acosando? Estas preguntas mueven a Mariana a seguir a Isabel para descubrir qué motiva su maltrato hacia ella. Porque como bien dice la secretaria de NACE (No al Acoso Escolar), Carmen Cabestany, si un acosador “está haciendo esto, es porque no es feliz. Nadie que es feliz acosa. Tenemos que llegar a él y averiguar por qué está haciendo daño”.
En las ponencias que hemos tenido el honor de organizar con Carmen, esta profesora profundamente comprometida contra el acoso escolar no ha dejado de mostrar firmeza contra los niños que acosan, a los que hay que dejar claro que no se consiente ese comportamiento. Pero ha subrayado que “también hay que ayudar al acosador. Necesita ayuda y no tenemos que negársela. Así que si un psicólogo hace bien su trabajo, el dadito negro (acosador) se volverá blanco y colorín colorado este acoso habrá terminado”. Carmen considera que el perfil del acosador responde a un abanico muy amplio, “desde el que dice que no sabía que hacía daño hasta el niño que tiene rasgos psicópatas (le gusta hacer daño), pasando por niños que están siendo maltratados o que tienen una rabia que no saben gestionar”. Por eso, para esta profesora es esencial aprender y enseñar a gestionar las emociones, a reconocer la tristeza detrás de la rabia y a reconfortar: “Os aseguro que muchas veces mediante un abrazo se consigue que ese niño pare de tener esas actitudes”.
Carmen reconoce que nunca han acudido a NACE padres de un acosador a pedir ayuda. “Desgraciadamente, la tendencia mayoritaria es “negar la mayor”, amparar al hijo, relativizar y, en ocasiones, culpabilizar a la víctima”. Pero cuando se le pregunta cómo atendería a los padres de un niño que acosa, Carmen responde que “habría que ver si los padres son o no conscientes del problema, si la causa puede ser la falta de límites desde chiquitos (habría que saber cuál es su estilo educativo), si ellos mismos tienen en casa actitudes agresivas o violentas… Habría que decirles que han de ayudar a su hijo a que comprenda que la violencia, el abuso, la extorsión… no son el camino. Pero en este, y en otros casos, primero hay que “formar” e “informar” a los padres, porque suelen ir bastante perdidos…“.
Este cortometraje, dirigido pòr el mexicano Carlos Cuarón a iniciativa de Basta Mx, una fundación que quiere concienciar contra la violencia en México, nos recuerda que, efectivamente, muchas veces detrás de un niño que acosa hay mucho sufrimiento y que, sin duda, educamos con el ejemplo.
