Es contagiosa pero no es un virus, sino más bien una vacuna que nos proporciona energía, conexión con los demás, creatividad, optimismo y, en definitiva, ganas y, por tanto, salud. Los beneficios de la risa a la hora de educar a nuestros hijos son un elemento imprescindible para disfrutar educando y un regalo que nuestros hijos nos pueden ofrecer todos los días, porque nuestros hijos se ríen, de media, 30 veces más que un adulto normal.
Fernando Botella, experto en talento y liderazgo, resalta que un niño se ríe hasta 400 veces por día. Un adulto risueño se ríe hasta 60 veces al día. Un adulto normal se ríe tan solo 12 veces al día. El sentido del humor, nos dijo Fernando en otra ocasión, nos permite “conectarnos con lo que está pasando, concentrarnos y crear o cocrear juntos”. La risa, desde luego, es un regalo, porque nos permite vivir el presente con intensidad, estar en el aquí y el ahora. Y en esto nuestros hijos son verdaderos maestros.
Porque lo cierto es que quizá los adultos nos reímos menos porque estamos ocupados con muchas tareas, rumiando lo que nos ha pasado, preocupados por lo que puede pasar si… Y tal vez nos reímos menos porque nos tomamos todo muy en serio y pensamos que reírnos es una frivolidad “con todo lo que tenemos encima”. Y eso que tenemos encima es también la educación de nuestros hijos. El gran Carles Capdevila nos dijo que “uno de los principales problemas que tenemos los padres hoy en día es que hablamos de la educación de nuestros hijos muy preocupados. Nos lo tomamos muy en serio y eso es muy importante, pero casi preferimos estar angustiados a estar alegres”. Frente a esta actitud, el periodista, responsable de una ponencia viral sobre educar con humor, subraya que “cuando eduquemos y cuando hablemos de la paternidad y la maternidad, creo que es importante que intentemos buscar esta sonrisa, esta alegría, la espontaneidad, la naturalidad. Que nos levantemos por la mañana diciendo: “Esto es muy difícil pero vamos a divertirnos”.
¿Tienen beneficios de la risa a la hora de educar a nuestros hijos?
- La risa, y el sentido del humor nos centra en el aquí y el ahora. Es mindfulness para niños en estado puro 🙂 . Es más, según un estudio, los efectos cerebrales de la meditación y del humor son parecidos, pues se producen altos niveles de ondas gamma, que permiten una mejor sincronización neuronal de distintas áreas cerebrales destinadas a la atención, a la memoria de trabajo, al aprendizaje…”
- La risa nos conecta además con los demás, potencia la proximidad, la amistad y el amor. Y además predispone a la cooperación, al buen ambiente, reduce la agresividad y facilita la comunicación. ¿Has probado alguna vez a reprender a tu hijo recurriendo al humor? Seguro que ha sido más positivo que recurrir a la hostilidad.
- La risa es fundamental para la salud mental, pues reduce la ansiedad, el estrés y la depresión. No se trata de querer estar todo el rato riéndose, pero dejar hueco a la risa en nuestro día a día nos ayuda a vivir la cotidianeidad con más alegría, optimismo y energía.
- La risa refuerza la autoestima y el autoconcepto: Reírse de uno mismo, de sus errores, nos ayuda a aceptarnos mejor, a entender nuestra imperfección sin complejos y a seguir adelante.
¿Cómo podemos educar teniendo el sentido del humor y la risa presentes? Beneficios de la risa a la hora de educar a nuestros hijos.
1.- No queramos ser drama queens con los contratiempos del día a día. Imagina que la deliciosa cena que estabas preparando se quema. Una verdadera pena, sí, pero podemos vivirlo de dos maneras: como un drama que se une a todos los problemas que hemos tenido durante el día y demuestran que “hoy no es nuestro día” o con lógico fastidio pero decidiendo salir de este dramatismo para lamentar que, vaya, “así no me van a aceptar en Masterchef”. En el fondo, todos los pequeños contratiempos son oportunidades para dramatizar o para aprender y reír. Y no podemos elegir qué nos va a pasar durante el día, pero tal vez si podamos decidir con qué actitud vamos a vivir eso que nos pasa.
2.- Aprende del maestro que tienes en casa. Ya hemos dicho que los niños se ríen mucho más a menudo que los adultos y se dejan llevar por la risa. Así que si quieres dar a la risa más protaogonismo en tu día a día y batir el récord de risas por día de un adulto, quizá sea buena idea dejarte llevar por sus risitas, montar una guerra de cosquillas o hacer un maratón de chistes.
3.- Enséñales a reírse de sí mismos. Como siempre decimos, educamos con el ejemplo. Si nuestros hijos ven que nos reímos cuando, por ejemplo, nos resbalamos en casa o cuando tratamos de evitar que un frasco de cristal se caiga en el suelo, o cuando les contamos con un enfoque gracioso una reunión que hemos tenido en el trabajo, nuestros hijos aprenderán a hacerlo.
4.- No todo vale, tampoco para reírse. Los valores, y especialmente el respeto, son los pilares de la educación. Y la risa también debe sostenerse por esos valores. Es importante enseñarles a reírse de sí mismos y enseñarles a reírse con los demás, pero no de los demás. El respeto hará que no se rían de una estrepitosa caída de la que son testigos, pero les hará capaces de reírse con un amigo cuando este afronte con humor una caída.