Puedes alcanzar el aprendizaje que te ofrece este curso a través del visionado y atención de los 5 vídeos que lo componen. Una vez visualizado cada vídeo puedes completar el cuestionario que lo acompaña para interiorizar conceptos e ideas que expone el experto. De la misma forma, podrás acceder a los textos por edades que los acompañan.
Para terminar el curso podrás realizar el cuestionario final, en el cual se trabajan los conceptos de todos los vídeos a través de 10 preguntas. Si finalizas con éxito todo el proceso podrás descargar el diploma que acredita que has realizado el curso*.
Con este trabajo podrás no solo aprender nuevas ideas y herramientas educativas, sino que te permite una práctica diaria para reforzar las competencias que te brinda el curso.
*Este diploma no tiene validez.
( 6:33 – min.)
El ser humano es un animal altricial, lo cual quiere decir que nacemos sin que nuestro desarrollo se haya completado. Esto implica que necesitamos de figuras externas para sobrevivir, es decir, de nuestros progenitores. La forma en la que nos relacionamos con nuestros hijos en los primeros años marcará todo lo que serán en el futuro.
( 9:28 – min.)
La responsina es un término que creó Rafa Guerrero y que es una mezcla entre responsividad y gasolina. Este término hace referencia a todos aquellos padres y madres que responden de manera congruente a las necesidades de sus hijos. Es el medio para conseguir un apego seguro.
( 7:21 – min.)
Existen 4 tipos de apego (o formas de vincularnos con nuestros hijos) y solo uno, el apego seguro, es bueno, el resto de los apegos son inseguros, aunque cada uno de ellos tiene sus peculiaridades. Rafa lo explica en este vídeo a través de ejemplos prácticos y visuales.
( 6:46 – min.)
Nuestros hijos tienen un total de cuatro tipos de necesidades diferentes para crecer sanos y equilibrados. En este vídeo Rafa hablará sobre esas necesidades y cómo cubrirlas de forma segura.
( 7:45 – min.)
Los dos pilares sobre los que se sustenta el apego seguro son la vinculación y la autonomía. Tiene que haber un correcto equilibro entre ambos, si no, caeremos en criar a nuestros hijos con vínculos inseguros.