Es socio fundador de Viventia, consultora de desarrollo y formación para organizaciones, y coordinador pedagógico del ICDL (International Center for Leadership Development) de la CEDE (Confederación Española de Directivos y Empresarios). Señala que “para mí fue un momento muy significativo darme cuenta de que las empresas me estaban contratando para hacer cosas (trabajar en equipo, aumentar la solidaridad, tener más confianza, ser más generoso) que con mis propios hijos estaba delegando”, así que se puso manos a la obra y creó juegos y estrategias para promover valores y hábitos en la educación de sus hijos. Con esta experiencia, escribió Coaching para niños (o mejor dicho para padres). En esta entrevista nos cuenta qué sugiere a padres y madres y cómo poder ser coachers de nuestros propios hijos.
Cuadrado insta a los padres y madres a tomar las riendas de la educación de sus hijos: “Hay una serie de cosas que no se pueden delegar en el colegio, en los amigos, ni en televisión. Sugiero a padres y madres que se impliquen en hacer algo para que los niños aprendan y se formen en esos temas”. El contexto actual, confiesa, no ayuda mucho: “pasamos tan poco tiempo con los hijos que cosas que tienen que ver con la inteligencia ejecutiva, con poner límites, con saber decir no que ahora ya no las aprenden de nosotros”. A este experto le parece muy curioso que “cuando nos quedamos embarazados, de inmediato compras libros de qué le ocurre al feto en el vientre, los primeros meses, los primeros pasos. Llega un momento, yo creo que no tarda mucho, cuando toman las primeras lentejas, que dejas de leer y es como si todo lo que tienes que saber ya ha sucedido y qué va, es ahí cuando empieza realmente el aprendizaje”.
Al ser preguntado cómo podemos planificar una estrategia de coaching con nuestros hijos, David lo tiene claro: “Yo lo que recomendaría a los padres es que primero se paren a pensar y a partir de aquí decidan qué es lo que me gustaría fomentar a nivel de hábitos, actitudes, motivaciones, formas de ser, y cómo les gustaría hacerlo. Que hagan un plan, con juegos, experimentos, aventuras, jueguen con los niños y les hagan reflexionar sobre lo que está pasando. Básicamente eso es lo que hace un coach”.