La educación sexual está dejando de ser un tema tabú a la hora de educar. Nuestros hijos, a la par que necesitan una educación formativa tradicional, necesitan una educación que incluya aspectos como la inteligencia emocional o la educación sexual. La sexualidad se ha enseñado siempre desde una perspectiva de la reproducción y desde el punto de vista de evitar el embarazo y las infecciones de transmisión sexual (ITS), pero abarca mucho más.
La educación sexual no trata de incentivar el inicio temprano en el sexo, sino que esta educación -adaptada a la edad de cada niño- ofrece las herramientas necesarias para abordar situaciones futuras en las que se encuentren y les permite dejar a un lado las inseguridades que afloran con la sexualidad.
Nosotros como padres y madres podemos no estar preparados para poder gestionar todas las cuestiones sobre la sexualidad, por el principal motivo de que muchas veces no recibimos este tipo de educación. En el curso “Educación sexual para la familia”, la psicóloga especializada en sexualidad y terapia de pareja Lara Avargues, nos aporta las claves para abordar la educación sexual de nuestros hijos en familia y de una manera sana.
Qué podemos hacer para educar en sexualidad
Lara nos aporta algunas claves mediante las que podemos potenciar una educación sexual beneficiosa en nuestros hijos.
- Dejar que la descubran ellos: No hay que forzar la sexualidad de nuestros hijos, se debe respetar los ritmos y tener una escucha activa hacia las preguntas que ellos planteen.
- Tratar el tema con naturalidad: Cuando vayan conociendo qué es la sexualidad, esta debe tratarse como un tema natural del que hablar tanto para los niños como para los padres y madres. Lara indica que para que se exprese esta naturalidad, es mejor usar términos como vulva o clítoris y no usar eufemismos, ya que estos evidencian que sigue siendo un tema tabú.
- Perspectiva abierta al diálogo: La visión y opinión que tengamos hacia la sexualidad es la que vamos a transmitir a nuestros hijos. Lara nos aporta un ejemplo sobre cómo nos comportamos cuando surge este tema en nuestro día a dñia: cuando aparece una escena erótica en la televisión, en una serie o una película, ¿qué hacemos con ella? ¿Creamos un silencio incómodo, cambiamos de canal, contestamos a las preguntas que hacen nuestros hijos sobre ella…? Según lo que hagamos, se puede transmitir una idea u otra sobre la sexualidad a nuestros hijos.
- Fuente de apoyo: Como padres y madres, no sabemos toda la información del mundo. Cuando desconocemos alguna pregunta con respecto al tema de la sexualidad, Lara apuesta por que se investigue conjuntamente con nuestros hijos. Como remarca Lara: “Más que una fuente de información, las familias deben de ser una fuente de apoyo”.
Motivos por los que apostar por una educación sexual
- Para poder erradicar las violencias sexuales y la transmisión de las ITS: Los datos de Amnistía Internacional alertan de la gravedad de la violencia sexual, la cual afecta mucho más a las mujeres, pues estas últimas conforman el 85% de las víctimas de delitos contra la libertad e indemnidad sexual. La educación es la única forma de conseguir que se pueda vivir la sexualidad sin violencia. Asimismo, según la ONU, cada día 1 millón de personas adquiere una infección de transmisión sexual, las cuales afectan a la salud en general, pero sobre todo a la sexual y a la reproductiva. A partir del conocimiento adquirido -tanto en las escuelas como en familia- de los diferentes métodos barrera existentes, estas infecciones pueden evitarse.
- Para hacer un consumo responsable del porno: “Nuestros hijos e hijas acuden al porno por necesidad o en busca de información y por la falta de educación sexual que les oriente”, explica Lara. Ya te contábamos hace unos meses que el 50% de los adolescentes acuden a la pornografía para aprender sobre sexo. Los datos sobre el inicio de los menores en el consumo de pornografía, es decir, en el visionado estereotipado y ficcional del sexo en el que se reproducen dinámicas no realistas de la sexualidad y dinámicas de desigualdad sobre la mujer, son alarmantes. La edad media en hombres es a los 14 años y en mujeres a los 16. Con educación sexual nuestros hijos pueden discernir cuál es la sexualidad real y cuál es la de ficción. Asimismo, con esta educación, Lara comenta que nuestros hijos tienen las ideas claras sobre qué es el sexo seguro e igualitario, por lo que el porno no tiene por qué ser malo. “La idea no es prohibir, ni censurar sino crear y guiar la capacidad crítica para entender qué significa la pornografía y desarrollar así la sexualidad libre y ética”
- Para mejorar la autoestima de nuestros hijos: El autodescubrimiento del cuerpo y el autoplacer no se debe castigar, ya que es un proceso natural en el que los niños van descubriendo cómo se comporta su cuerpo y puede mejorar su autopercepción y autoestima.
- Para potenciar la diversidad sexual-afectiva: Como ya te comentábamos en este artículo, hay que visibilizar todas las formas de sexualidades. “Las sexualidades son diversas, y nuestros hijos deben de contar con un sostén emocional e informativo que les permita sentirse aceptados a la hora de construir su sexualidad”, nos cuenta Lara.
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