“Un niño, un profesor, un lápiz y un libro pueden cambiar el mundo”. Así habla Malala Yousufzai, joven flamante Nobel de la Paz después de defender el derecho a la educación frente a los ataques de los talibanes. En Gestionado Hijos estamos convencidos de que esto es así. Por eso, apostamos por apoyar y estar al lado de los docentes para sacar la mejor versión de nuestros hijos.
Hace unos días, saliendo de un colegio, pudimos escuchar esta conversación entre dos madres rodeadas de sus hijos e hijas, de unos 8 y 10 años de edad:
-Después de pasarnos todo el fin de semana estudiando para el examen de hoy, la profesora lo ha suspendido. ¿No os ha dicho por qué? – preguntaba una madre con tono indignado.
Una de las hijas responde:
-No, no nos ha dicho nada ni cuándo será.
-¿Pero será imbécil? Seguro que se quiere ahorrar trabajo. – insistía en su indignación la madre.
-Me parece fatal, lo podría haber explicado. – respondía un poco más templada la otra madre.
Cualquiera que escuche la conversación desde fuera puede concluir que esta actitud y este tono al hablar de los profesores de nuestros hijos no ayudan a educar mejor, no es positivo y no es inteligente. ¿Cómo reaccionará esta niña ante los trabajos que encargue la profesora en cuestión? ¿Qué imagen tendrá de la profesora y su labor después de escuchar las palabras de su madre? Al escuchar esta conversación es inevitable preguntarse: ¿por qué la madre no pide tutoría con la profesora?, ¿por qué no le pone una nota en la agenda de su hija para preguntar qué ha pasado?, ¿por qué muchas veces los padres y madres disparamos a los profes antes de preguntar? , ¿por qué siempre está en boca de todos que los profesores trabajan poco cuando no es así? Cualquiera que conviva con profesores sabe de las tardes corrigiendo, planificando clases, asistiendo a cursos…
No tenemos que estar de acuerdo con todo lo que decidan los profesores, pero desprestigiar su figura, faltarles el respeto y no buscar una comunicación franca y directa para aclarar malentendidos o tener información no ayuda a nuestros hijos en nada. Además, es muy positivo contar con la colaboración de los profesores para conseguir la mejor versión de nuestros hijos. Al fin y al cabo, el profesor conoce muy bien a nuestros hijos.
En Gestionando Hijos sabemos que todos educamos: padres, madres y otros familiares, profesores… Y como nos contaba Eva Bach en el primer encuentro Gestionando Hijos, la confianza y el respeto deben ser las bases de la relación entre todas las personas encargadas de educar a nuestros hijos. “Los padres tenemos que estar convencidos de que nuestros hijos están en buenas manos. Cuando nos validamos, ganamos todos”. Eva, que en Barcelona nos hablará de la adolescencia, nos anima a implicarnos en la necesaria tarea de “restablecer el prestigio de la profesión docente. La profesión docente es la única que enseña y ayuda a desarrollar todo el resto. Tenemos que contribuir a que los profesores sean mirados con toda la autoridad y todo el respeto”.
En Gestionando Hijos, queremos contribuir a este noble objetivo y por eso hemos estado desde el principio en contacto con docentes, porque ellos y ellas son compañeros imprescindibles en este viaje si queremos educar mejor. Algunos de nuestros ponentes en nuestro segundo encuentro en Barcelona han sido o son profesores, como la propia Eva Bach y Carlos González, Por otro lado, tenemos una visión de los profesores como personas con una gran vocación de construir un futuro mejor, en línea con lo que contaba la maestra Rita Pierson en esta apasionante charla TED. Además, produjimos con Fundación SM este breve vídeo en el que padres maestros y madres maestras reflexionan sobre la tarea educativa.