No han metido ningún gol en todo el campeonato, pero estos niños (os lo advertimos, son adorables a rabiar) salen al campo partido a partido de fútbol con ilusión, con ganas de disfrutar y aprender y con una deportividad admirable. Un cortometraje muy tierno que os ayudará a reflexionar sobre cómo educar en valores con el deporte. Con todos vosotros, la grandeza de “El equipo pequeño”, acompañados de una banda sonora maravillosa.
Un equipo de primera que no mete goles
Pol, Eduard, Adrià, Martí, Emma, Nil, Gerard, Roger, Dídac, Cristian, Ivan, Xavier, Ruth y Haritz no tienen mucho problema en admitir que en lo que va de campeonato no han marcado ningún gol. Y aun así, quieren seguir jugando. En una época en la que hablamos de niños con baja tolerancia a la frustración y parece que tenemos pánico a equivocarnos, estos niños nos dan una enorme lección: lo importante es disfrutar, aprender, hacer las cosas con ganas. Como dice uno de los técnicos del equipo “moral no les falta, porque aunque pierdan muchos goles nunca se van cabreados a casa”. Lo cierto es que mientras los niños no pierden la sonrisa ni la confianza de que un día marcarán un gol y ganarán, los padres del equipo parece que disfrutan menos del camino hasta ese gol ansiado.
Padres que presionan desde las gradas
Pero eso sí, los padres no llegan ni de lejos a una triste realidad muy conocida en las gradas de los partidos de fútbol de los peques. Patricia Ramírez, psicóloga deportiva, dice en nuestra plataforma que “muchos padres en la grada pierden los papeles: Muchos padres quieren que sus hijos se conviertan en Nadales o Cristianos, otros desean que su hijo sea el mejor, otros pretenden que los niños realicen los sueños que ellos no cumplieron, sin consultar a los niños si este es el sueño que tienen, otros padres no tienen ningún autocontrol…”. Estos padres que presionan a sus hijos para que ganen y sean los mejores transmiten, nos dice Patricia, “el mensaje al niño de “Yo solo importo en casa porque juego bien al fútbol”.
Es solo un juego
Para la psicóloga, a veces olvidamos que “son solo niños y realmente el valor está solo en hacer deporte porque es una conducta saludable y porque son capaces de divertirse y relacionarse con amigos, lo demás no importa”. Y nos recuerda que “en el momento en que pierde el valor la palabra jugar tu hijo perderá la capacidad de disfrutar”. Por eso es importante recordar por qué tu hijo hace deporte: “el objetivo es divertirse y pasarlo bien”. Un objetivo que este pequeño gran equipo tiene muy presente.
