Escenas educativas 15: Todo lo que vives puede convertirse en una oportunidad para educar

Saray considera que todo lo que vivimos con nuestros hijos (hasta las peleas y discusiones) pueden convertirse en oportunidades para educar, incluido el cine.

Saray considera que todo lo que vivimos con nuestros hijos (hasta las peleas y discusiones) pueden convertirse en oportunidades para educar, incluido el cine. Si quieres compartir tus reflexiones o anécdotas, escríbenos a autores@gestionandohijos.com

Antes vivía cada conflicto con mis hijos, cada queja del colegio, cada anécdota que me contaban de algo que habían hecho mal (pelearse con un compañero, mentir…) o de algo que les habían hecho mal a ellos como un fracaso en mi labor de madre, como muestras de que algo estaba haciendo mal. Y claro, mi frustración iba en aumento y me parecía a esos hámsteres que corren en una rueda con todas sus fuerzas pero no avanzan, atrapados en el mismo sitio. No sé qué me hizo cambiar el chip. Quizá tuvieron que ver muchas cosas que he leído en vuestro espacio, como la idea de Begoña Ibarrola de que “ todas las oportunidades de la vida, del día a día, pueden ser oportunidades de gestión emocional”. O lo que contaba Ana Díaz, responsable de Desdemimapa, en un vídeo sobre que “educar es lo más parecido a la jardinería, durante mucho tiempo no vemos nada porque la semilla está bajo tierra”. Quizá eso hizo que me quitara la presión o la impaciencia por querer ver los frutos ya o me hizo entender mi responsabilidad como adulta, como decía Yolanda Salvatierra, que es “acompañar el aprendizaje infantil”. “Las emociones están ahí para aprender”, decía también Yolanda. Y Eva Bach también me inspiró al decir que “hay que crecer para ayudarles a crecer”.

Pues bien, de un tiempo a esta parte, cuando mis hijos se pelean, cuando tengo un conflicto con ellos, cuando montan un temido numerito ante un público que no nos quita ojo (gente a la que yo, cuando veo cómo observan con atención el espectáculo, les diría: “¿Qué? ¿Os traigo unas palomitas?”), intento pensar qué podemos aprender de esa “minicrisis”, cómo aprovecharla para ayudarnos a crecer. Esa actitud me ha llevado a vivir los momentos y conversaciones con mis hijos (no solo las minicrisis) de un modo más consciente e intenso, sin inercia. Y me encanta. Por ejemplo, el otro día fuimos a ver Zootropolis, la película de Disney. Muy divertida, sin duda, pero llena de mensajes valiosos que seguro que aprovecharé como una oportunidad para educar. Por ejemplo, la película nos habla de la importancia de forjarnos nuestro propio camino, de seguir nuestra vocación, de perseverar, de aceptar la diferencia como una riqueza y no como un motivo de discriminación, de conocer a los otros de verdad, sin prejuicios, e incluso un mensaje importante para los padres y las madres: sobreproteger a nuestros hijos es cortarles sus alas.              

 

 

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Educar es todo

Educar es Todo es un proyecto cuyo objetivo es colaborar con madres y padres en su labor educativa. Uno de los pilares fundamentales de una buena sociedad es apoyar la tarea de las madres y padres que lideran los hogares y la educación de sus hijos. Por eso, queremos acompañarlos en este apasionante viaje educativo, aportando ideas, reflexiones y estrategias que les ayuden a conseguir ese objetivo, que entendemos que es el de todos. Esperamos que también el tuyo.

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