Estas son las mañanitas… de batalla con tus hijos
Cualquier madre o padre que lleve a sus hijos al cole por la mañana entiende la frase del Club de Malasmadres: a veces, la oficina se convierte en un spa. Ya lo dice Sara Escudero: cuando entregas los niños, vas al trabajo a relajarte. Y es que despertar a los niños, darles el desayuno, preparar su almuerzo y salir de casa a tiempo y aseados es toda una hazaña que deja la de Ulises en una anécdota sin importancia. ¿Cómo salir airosos de esta primera batalla del día? Ofrecemos algunas claves.
Es uno de los temas que más nos preocupan a padres y madres. Y no es para menos, porque como dice Sara, la diferencia de los biorritmos entre nuestros hijos (“en fase REM” aún mientras desayunan) y nosotros (súper activados, que parece que nos hemos tomado “un café con adrenalina”, nos dice Sara) provoca no pocos desencuentros, nervios, estrés y conflictos. De hecho, no hace falta hacer una encuesta, seguro que entre las frases más repetidas por las mañanas en las casas con niños están: “Date prisa”, “Que llegamos tarde”, “Venga, venga, corre” y cosas parecidas. ¿Cómo podemos llevar esta carrera contrarreloj de una manera más positiva? Ofrecemos algunas claves:
1.- Recordar lo más importante que ponerse por la mañana: la sonrisa y el humor
Despertar a nuestros hijos con sonrisas, recurrir al humor, a juegos y a canciones para conseguir su colaboración y provocar el encuentro en lugar que el desencuentro nos ayudará a empezar el día con más alegría.
2.- Planificar nos puede ayudar
Preparar la ropa y el material del colegio la noche anterior nos puede evitar más de un conflicto por la mañana.
3.- Fomentar su autonomía y darle cierto poder de decisión
Como nos decía Silvia Álava, directora del Área Infantil del Centro de Psicología Álava Reyes en un taller, “si yo quiero que un niño aprenda a vestirse, a comer solo, a ser autónomo, necesito tiempo”. Si tenemos prisa por las mañanas porque vamos justos de tiempo, optaremos por vestir al niño en lugar de que se vista él solo a su ritmo, por ejemplo. En el tema de la adquisición de la autonomía, “no podemos desaprovechar los periodos óptimos de aprendizaje”. Por lo mismo, si la noche anterior preparamos con nuestros hijos (y no por nuestros hijos) la ropa y el material, seguro que será más positivo para todos si le dejamos cierto margen de elección de la ropa que se quiere poner.
4.- Relajar nuestras autoexigencias
Como nos dice Sara Escudero, nos esforzamos mucho en “llevar al niño monísimo al colegio” sabiendo que “cuando vuelva parecerá salido de una batalla”. Teniendo esto en mente, quizá no le demos tanta importancia a que las trenzas estén perfectas o a que todos y cada uno de los pelos de nuestro hijo estén en el lugar que les tenemos asignado. Recordaremos que no se acaba el mundo si llegan un día tarde a clase, como le dijo su hijo a Paula o que cuando se les olvide el almuerzo probablemente aprenderán una lección de generosidad por parte de sus compañeros, como nos contó Nagore.
5.- Recordar que vamos en el mismo barco
Si pensamos que nuestros hijos son nuestros enemigos, que nos hacen la mañana imposible de manera intencionada y que son un desastre, no lograremos llevar las mañanas con alegría. Pensar, como nos decía María Soto, responsable de Educa Bonito con Disciplina Positiva, que están aprendiendo y a veces se equivocan nos puede ayudar a mantener la calma en medio de las prisas.
6.- Buscar soluciones
Si aun así seguimos perdiendo, juntos, las batallas mañaneras y es fuente de conflictos y problemas, siempre podremos tratar de buscar soluciones con nuestros hijos (insistimos, no por ellos) para que la mañana vaya más rodada y relajada. Escuchar sus propuestas sin juzgar, presentar las nuestras con respeto y prepararse para que surjan algunas ideas locas de las que podremos reírnos son algunas ideas clave para poder buscar soluciones creativas y constructivas juntos.