Eva Millet: “Hay mucha presión social para ejercer de padres perfectos”
Eva Millet es periodista y autora del libro Hiperpaternidad, que ha tenido un gran impacto ya que advierte contra los peligros de la sobreprotección de nuestros hijos e hijas. Eva, autora del blog http://www.educa2.info/, estará con nosotros el 10 de junio en Barcelona, ofreciendo una ponencia en la que apostará por una maternidad y paternidad más relajadas, porque considera que “los hiperpadres, con la mejor de las intenciones, están acabando con una de las bases de la educación: la adquisición de autonomía” y alerta de que “física y mentalmente el estar constantemente detrás del hijo —y nunca sentir que le das lo suficiente—, no es bueno para la salud”. “Hemos de confiar en nosotros y en nuestro hijos y también entender que en la educación no es posible controlarlo TODO”, concluye.
¿Por qué deberíamos no sobreproteger a nuestros hijos? ¿Por qué crees que lo hacemos?
La hiperpaternidad es un estilo de crianza que tiene tres características clave: una atención excesiva a los hijos, la resolución sistemática de sus problemas y la sobreprotección.
Al venerar a los niños como los dioses de la familia, al resolverles todos y cada uno de sus problemas, por nimios que sean, y al hiperprotegerlos (el mantra de los padres de este siglo es este: “Que mi hijo no se frustre”); los hiperpadres, con la mejor de las intenciones, están acabando con una de las bases de la educación: la adquisición de autonomía. Se están criando hijos endiosados pero dependientes, incapaces de resolver sus problemas por sí solos y con muchos miedos.
¿Por qué lo hacemos? Pues porque parece que para ser buen padre o buena madre hoy tengas que hiperatender, sobreproteger, maquillarles miedos, evitarles contratiempos y resolverles todo. Hay mucha presión social para ejercer de padres perfectos y justificarles siempre. Si no estás constantemente pendiente, si no intervienes a la mínima de cambio, si lo dejas ir solo a una cierta edad o lo dejas llorar un rato, por ejemplo, algunos te tachan de malamadre o de mal padre, directamente.
Pese a una serie de avances sociales y sanitarios que nos deberían permitir ejercer de madre y de padre de una forma más relajada, la paternidad hoy se ha convertido en un proceso cada vez más estresante y extenuante. Existe la creencia que para conseguir la ansiada felicidad de los hijos has de darles TODO. Y esto es insostenible.
¿Qué mensaje central quieres dejar en tu ponencia?
Que nos relajemos, que dejemos de sobrevolar vidas de hijos cual helicópteros, de hiperestimularlos e hiperprotegerlos. Los padres somos padres, no guardaespaldas, animadores lúdico-culturales, secretarios, mayordomos, chóferes o managers de los hijos, por poneros algunos ejemplos de hiperpaternidad actual.
¿Cómo deberíamos tomarnos la educación de nuestros hijos para evitar caer en la sobreprotección?
La educación es un proceso a largo plazo y los padres hemos de actuar como jardineros constantes y atentos pero no meter a los hijos en un invernadero y tratar de desarrollarlos precozmente y con una atención exhaustiva, trufada de abonos innecesarios. Hemos de confiar en nosotros y en nuestro hijos y también entender que en la educación no es posible controlarlo TODO: hay un elemento de incerteza.
¿Por qué crees que la advertencia contra esta hiperpaternidad está calando tanto?
Porque es un estilo de crianza cada vez más habitual en Occidente (yo diría que imperante). En especial, entre las clases medias y altas. Doy charlas en escuelas y en varias me han dicho que gracias a mi libro han puesto nombre a lo que ellos detectaban hacía tiempo: unas actitudes hiperprotectoras y muy desconcertantes. Esos padres que preparan el camino a los hijos, no a los hijos para el camino.
Asimismo, está calando entre los padres porque, como os comentaba, este modelo “híper”, es insostenible. Física y mentalmente el estar constantemente detrás del hijo —y nunca sentir que le das lo suficiente—, no es bueno para la salud. Ni para el bienestar familiar. La hiperpaternidad afecta seriamente el bienestar familiar.
¿Por qué te has animado a participar en el evento?
El vuestro es un evento muy importante en el marco de la educación y me hace mucha ilusión —¡aunque también me impone bastante!— participar. También tengo muchas ganas de escuchar a los otros ponentes; me gusta que deis cancha a distintas voces.
¿Qué te parece el proyecto Gestionando hijos?
Una respuesta lógica y de calidad en un momento en el que hay mucho interés por el tema de la educación de los hijos.
El 1o de junio en Barceloa, Eva Millet no estará sola. Le acompaña un cartel de lujo para contagiar ilusión por educar. ¿Te vienes?