A lo largo de la historia le hemos dado más importancia al hemisferio izquierdo del cerebro, a la razón, a la lógica. En las últimas décadas eso ha cambiado. La ciencia ha demostrado que tanto para el rendimiento como para la satisfacción y una buena calidad de vida, lo más importante es la inteligencia emocional. Aun así, dice Rafa Guerrero, “tanto en el sistema educativo como en casa, tendemos a potenciar mucho más la parte intelectual, que la parte emocional. Con esto no decimos que sea más importante la emoción que la razón, pero sí que tiene que haber un equilibrio entre ambas”.
Rafa Guerrero es psicólogo, doctor en Educación y autor del libro Educación emocional y apego, y hace unas semanas ofreció este webinar en directo para los lectores de Gestionando hijos sobre cómo hacer de tu hijo un experto emocional.
Pasos fundamentales para hacer de tu hijo un experto emocional
Rafa Guerrero habla de 7 pasos o etapas:
- Conocer qué es una emoción. El experto dice que lo primero y fundamental que tenemos que saber es que una emoción es una reacción, es algo involuntario, inconsciente. “No podemos controlar las emociones”. Y debemos diferenciar la emoción de la conducta. “Yo no puedo controlar la emoción, pero sí puedo controlar la conducta consecuente. Si me han hecho algo y me ha sentado mal, la rabia que siento no la puedo controlar, pero sí puedo controlar cómo voy a actuar después”, señala Guerrero. Cuando hacemos esa diferenciación, entendemos que la emoción siempre debe ser legitimada, lo que no tiene que ser legitimado es la conducta asociada a esa emoción, o sea, como ejemplifica el psicólogo, “es legítimo que mi hijo esté enfadado, pero no es legítimo que, debido a ese enfado, empuje o insulte a su hermano”.
Dice Rafa que muchas veces se habla de emociones positivas y negativas, pero que para él, si acaso, todas son positivas porque nos ayudan a nuestra supervivencia. - Después de conocer las emociones (dice el experto que hay más de 300), somos capaces de reconocer las emociones. Una vez que ya conozco, soy capaz de reconocer. “Solamente voy a reconocer mis emociones y las de los demás si conozco”.
Y añade Rafa Guerrero que aquí tendríamos un problema grave si no fuéramos capaces de sintonizar con las emociones de nuestros hijos, y para ello, señala, pasamos por 4 fases:
– Estar disponible, estar presente, con nuestros hijos.
– Estar accesible, pendiente.
– Sintonización. Es importante que seamos capaces de sintonizar con nuestros hijos, para ver qué emociones están sintiendo.
-Ser responsivos, que significa darle a nuestro hijo lo que necesita. Cuando uno siente miedo, hay que calmarle. Cuando uno está triste, hay que abrazarle. Cada emoción necesita de una acción diferente. - Legitimar la emoción, esto quiere decir validar, aceptar. No valen los “Eres muy vago”, “Qué exagerado”, no, “todas las emociones tienen que estar 100% legitimadas”, subraya Rafa y añade: “Esto implica una conexión del hemisferio derecho mío de adulto con su hemisferio derecho. Si activo mi hemisferio izquierdo cuando él tiene activado el derecho, no nos vamos a entender. Un error que cometemos es que tendemos a racionalizar las emociones, cuando las emociones no se pueden controlar, son una reacción”.
- Aprender a regular las emociones. Rafa utiliza un símil: un balancín. “Cuando está en equilibrio es que estamos bien. Pero hay acontecimientos externos o recuerdos que imaginamos que nos desestabilizan. Nuestro objetivo consiste en ayudar a los niños cuando están con el balancín hacia un lado, llevarles al equilibrio”, señala. “Yo debo ser capaz de heterogular las emociones de mis hijos porque soy experto y porque ellos no son capaces de devolverse a sí mismos a esa autorregulación. El adulto que es capaz de autorregularse es porque cuando era pequeñito sus padres le heteroregularon en muchas ocasiones”. Añade el psicólogo experto en inteligencia emocional que a medida que les vayamos dando estrategias, “ellos se irán haciendo con una mochila metafórica donde tendrán muchos recursos, muchas habilidades para que en un futuro sean capaces de autorregularse”.
Dice Rafa que una emoción que nos cuesta mucho regular es la tristeza, y nos da una herramienta práctica. “Si nuestro hijo ya sabe escribir, que escriba en relación a lo que le ha pasado. Si todavía no escribe, vamos a decirle que escenifique con el cuerpo, sin hablar, cómo se sienten, o que hagan un dibujo”. - Reflexionar sobre la emoción. “La mentalización consiste en ponerle una mente a los afectos, darle razonamiento sobre lo que está sintiendo”, explica. Pone el ejemplo de cuando un recién nacido está llorando, le tienes en brazos y le dices que lo que le pasa es que tiene hambre, que ya le vas a dar de comer, etc. Ahí lo que hacemos es reflexionar, razonar sobre la emoción que está sintiendo.
- Dar una respuesta que sea lo más adaptativa posible. En esta etapa, dice Rafa Guerrero que tenemos que aprender a gestionar bien esa reacción, esa emoción, “porque es algo que es inconsciente, que es involuntario”.
La emoción se puede expresar de 3 maneras, y seguramente conoces a personas de cada tipo:
– De una manera pasiva: aquellas personas que se comen sus emociones, que no las expresan.
– De manera agresiva: “personas que siempre que tienen una emoción la manifiestan sin ningún tipo de procesamiento, de filtro”, explica Guerrero.
– De tipo asertivo: “si siento una emoción, me siento defraudado por lo que me has hecho, tengo la necesidad de decírtelo, pero de una manera adecuada. No me lo callo, pero tampoco te lo digo de manera bruta”. - Dar una explicación, contar un cuento. Es el último paso. El psicólogo nos pone un ejemplo muy visual. “Un niño quiere jugar al fútbol con unos niños mayores en el parque. Se acerca y le dicen que no. El niño vuelve triste donde está el padre. ¿Cómo podría ser la narrativa del padre? ‘Rubén, estás triste porque esos niños no te dejan jugar al fútbol. Entiendo perfectamente cómo te sientes. ¿Qué te parece si jugamos tú y yo?’” Como señala Guerrero, en esta breve narrativa, se conoce y reconoce la emoción, se legitima, se regula y se reflexiona.
¿Práctico, no? La última parte del webinar la dedicamos a responder las preguntas de las madres y padres que estaban siguiendo la conferencia de Rafa Guerrero, todas muy interesantes. Si quieres ver la conferencia al completo, te la dejamos a continuación: