Frases que ilusionan: “¿Y tú qué opinas? ¿Cómo lo harías?”
Empecemos con una confesión: Aunque sabemos que la serie “Frases prohibidas” os ha gustado y ha provocado muchas reflexiones, nos hemos hartado de prohibir. Así que le hemos dado la vuelta e iniciamos ahora una serie con frases imprescindibles, positivas, que ayudan a nuestros hijos a crecer con autonomía, autoestima, poder de decisión, valores, empatía y optimismo. Y para empezar, os proponemos, como decía el coach Jorge Salinas en su ponencia, “preguntar, salir del rol de decir, de dictar”. Como dice Naomi Richards, autora de The Kids Coach, “cuando les preguntas su opinión a los niños, se sienten tenidos en cuenta, sienten que te importa lo que piensan y sienten”. Pero es que además, preguntando en lugar de diciendo lo que tienen que hacer enseñamos a nuestros hijos a buscar sus propias respuestas, tener su opinión, encontrar soluciones o ideas… Lo vemos con la historia de Sara.
Sara es una niña de siete años muy tímida que ha llegado a un nuevo colegio. Intentando hacerse un hueco en sus nuevos compañeros, conoce a una niña, Carlota, que pronto empieza a aprovecharse de la situación pidiendo a Sara que le haga los deberes y diciéndole que si no se los hace no será su amiga.
Un día, la madre de Sara descubre a su hija copiando sus deberes de su cuaderno a otro que no reconocía. Rocío, que así se llama la madre de Sara, le pregunta extrañada:
-Sara, ¿qué estás haciendo? ¿Qué cuaderno es ese?
Su hija, dudando un poco, le dice:
-Es que tengo un trato con Carlota: le ayudo con sus deberes y así es amiga mía.
Rocío se siente tentada a decirle a su hija que eso no es un trato, que es un abuso, que eso no es ayudar, que vaya amiga de pacotilla. Incluso tiene unas ganas irrefrenables de hablar con los padres de Carlota para contarles lo que ocurre. Pero, afortunadamente, se para. Rápidamente piensa que su hija es la protagonista de esta historia, la que tiene que ver por sí misma que esta situación es un abuso y la que tiene que tomar una decisión al respecto. Así que, en vez de dictarle lo que ha de hacer, respira hondo para calmarse y le pregunta:
-¿Y tú qué piensas de esta situación? ¿Te gusta esto que Carlota llama ‘trato’?
Sara duda. Parece claro que nunca se ha parado a pensar en cómo ve esa situación.
-No sé… En realidad no me gusta mucho, no.
Su madre entiende que no es cuestión de hacerle el tercer grado, pero quiere que su hija siga pensando en esta situación, así que le anima a seguir hablando:
-¿Ah, no? ¿Cómo te sientes?
-No, me siento un poco utilizada. Es un chantaje.
-¿Tú alguna vez has hecho un trato así para dejar a alguien ser tu amiga?
– No, qué va. Soy amiga sin exigir nada a cambio.
-Eso mismo pienso yo, cariño. ¿Y qué vas a hacer con esta situación?
-Creo que le voy a decir que ya basta, que no se aproveche. No quiero hacer amigos así.
-Me parece buena idea, Sara. Entiendo que debe de ser duro para ti empezar en un cole nuevo, pero creo que si escuchas cómo te sientes podrás saber si una situación es buena para ti o no. Está muy bien que te hayas escuchado.
Como nos decía Cristina Gutiérrez, si les hacemos preguntas haremos que nuestros hijos sean protagonistas de su historia.