Helena es periodista, autora de siete libros, docente con una dilatada trayectoria en formación y coach. Cuenta con experiencia en presentaciones de TV (fue responsable del espacio Escuela de Familia en Las Mañanas de La 1). Es especialista en temas dirigidos a padres en la relación con sus hijos, y de psicología positiva centrado en inteligencia emocional y desarrollo personal. Actualmente tiene un blog en el diario Huffington Post, colabora con Levántate y Cárdenas de Europa FM y con el programa Pasión y Talento de Onda Cro. Colabora con la Universidad Europea de Madrid y con la Universidad Rey Juan Carlos. Además, es profesora invitada de varias universidades. Es una de nuestras expertas y presentará varios encuentros en las FordStores en la ruta con Ford
¿Por qué te has animado a embarcarte en esta aventura?
Soy una creyente y practicante del trabajo colaborativo y en cadena para ayudar a despertar conciencias. Desde hace varios años llevo difundiendo a través de los medios de comunicación mensajes de fuerza para que despertemos a nuestro poder creador y transformador de nuestra realidad. Para mí la educación consiste en guiar y servir de ejemplo y darnos cuenta de cuándo estamos volcando nuestras proyecciones y frustraciones en nuestros propios hijos. Es por ello que iniciativas como ésta son esenciales para el progreso de la sociedad. Creo que todos contribuimos a hacer el mundo mejor si nos volcamos en construir de forma positiva nuestro micromundo. Ésta es la razón por la que este proyecto me atrae.
¿Qué mensaje te gustaría dejar al público de las charlas?
Me gustaría dejar la afirmación de que creo profundamente en el ser humano y en su capacidad de creación.
¿Qué retos subrayarías como más importantes en la labor de padres y madres hoy en día?
Quisiera circunscribir mi respuesta a la etapa de la adolescencia. Un adolescente es una persona creativa que está descubriendo el mundo y se encuentra en proceso de absorción total. Les encanta la expresión de su identidad y para ello echan mano de la música, la moda, la escritura, la pintura, el baile u otras tendencias artísticas. El adolescente busca otro tipo de relación con sus progenitores y desea que éstos le concedan espacios de libertad y de confianza. Podemos evitar conflictos y tener una relación sana con nuestros hijos si, por ejemplo, ante la circunstancia de acudir a casa de unos amigos que nos han invitado un sábado por la tarde, permitimos a nuestro hijo adolescente que haga otros planes y no nos acompañe. Todo conflicto se puede suavizar con comunicación y comprensión, al igual que todo conflicto se puede agravar con intolerancia e inflexibilidad.
Lo que es importante es que les facilitemos el proceso de encuentro y construcción de su propia identidad. Debemos entender que es necesario para su pleno desarrollo como personas. Esa identidad conlleva la progresiva separación de los progenitores, lo cual es sano para evitar las confusiones de identidad, la debilidad de carácter y la codependencia.
¿Por qué crees que nos interesa ahora tanto aprender más para educar mejor?
No creo que sea una cuestión de que ahora nos interesen más ciertas cuestiones. Más bien es un aspecto que tiene que ver con la evolución de la Humanidad. Estamos en la era del despertar de la conciencia y si miramos alrededor veremos cómo las empresas van en esta línea en el trabajo con el desarrollo de sus equipos. La educación está abierta al nuevo paradigma en el que estamos inmersos. La sociedad nos demanda acción y hemos de pasar a ella. Sin ir más lejos, en la escuela se están integrando los avances de la inteligencia emocional. Creo que es básico que el profesor trabaje para que el alumno sea parte de su experiencia de aprendizaje y para ello le debe implicar en el proceso como parte activa. Hay que animar al alumno a expresar su opinión de forma integradora, a ir más allá de los planteamientos de los libros, a cambiar el enfoque, a debatir, a averiguar otros caminos, a experimentar, a hacer asociaciones entre la asignatura y la vida del día a día, a ser profesores por un día,… Son tantas las posibilidades que es imposible aburrirse en el aula.En casa hay que abrir nuestras conversaciones a temas interesantes y dejar de una vez por todas la espiral de negativismo que inunda a algunas personas. El lenguaje es creador de la realidad. Así como te expresas, así obtienes unos u otros resultados. Debemos volver a las bases, a los valores y a la conexión con la grandeza del ser humano. Veamos menos la televisión y conversemos más durante las comidas, cenas o desayunos. Vayamos menos a los centros comerciales y salgamos más a la naturaleza. Se trata de vivir siendo un poco más humanos y dejando de lado al robot que en algún momento se gestó dentro de nosotros y que nos resta autenticidad.
¿Has llevado casos de padres y madres que te piden asesoramiento para realizar mejor su labor? ¿Qué les sueles decir?
Sí, tanto en consultas privadas como a través de los mensajes que he respondido en radio y en televisión y que sigo haciendo desde mi espacio Escuela de vida. Cada consulta es única e irrepetible y requiere ser contestada desde un ángulo diferente. Aun así, animo siempre a todas las personas a mirar desde otras perspectivas, a abrir su mente a otras opciones y aprender a ser más tolerantes y comprensivos, todo esto sin olvidar que debemos poner límites como padres, ya que el establecimiento de esos límites es un acto de amor. La cuestión de los límites es muy interesante porque hay padres que no son capaces de ponerlos porque piensan que, de este modo, sus hijos les van a querer menos o van a sentirse constreñidos. No hay que tenerle miedo a los límites. Los niños sin límites son niños dispersos, alocados en algunas ocasiones, sin rumbo, sin capacidad para concretar las cosas y poco creativos. Esto tendrá grandes consecuencias cuando nuestros hijos vayan creciendo y sean adultos.
Has conducido espacios de escuelas de padres en medios de comunicación. ¿Cuáles son las dudas o temas recurrentes? ¿Con qué actitud crees que afrontamos mayoritariamente el reto de educar?
Los medios de comunicación son una herramienta básica de desarrollo y de progreso social. Si los utilizamos bien, hacen magia. Yo he tenido la fortuna de haber participado en programas importantes con gran audiencia y estoy muy agradecida a los responsables de esas cadenas y programas porque me brindaron la oportunidad de dirigirme a un público interesado por conocer las claves para poder llevar una vida más armónica. Mi objetivo es poder encontrar otro espacio en un medio de comunicación para poder continuar con esta labor, mientras esto sucede he abierto mi propio canal de podcasts.
A los padres les preocupa bastante el tema de las emociones propias porque se dan cuenta de que son un espejo para sus hijos. Me llegan preguntas relacionadas con la gestión del estrés o con cómo transformar las emociones tóxicas como la ira en otras más productivas y expansivas.
También me llegan cuestiones asociadas a la infancia de esos padres que notan cómo las heridas que no fueron capaces de sanar siguen supurando y llevándoles una y otra vez a poner en marcha los mismos comportamientos tóxicos y hábitos negativos que les conducen siempre al mismo sitio del que quieren salir. Mi mensaje es que el cambio es posible y que cuando una persona busca en su interior encuentra un enorme diamante con el que elaborar una talla exquisita. Si los adultos trabajamos en esta línea, nuestros hijos absorberán un modelo de vida responsable, ejemplar, impecable y engalanado con la interesante capacidad de la amplitud de miras.
¿Qué te parece el proyecto Gestionando Hijos?
Un proyecto necesario, humano, sostenible y de muy largo recorrido, lleno de profesionales que creen y trabajan por un mundo mejor y a los que les estoy muy agradecida.
