Los menores usan un 36% más las pantallas que antes de la pandemia. De hecho, el tiempo que pasan en redes sociales ha aumentado un 76% con respecto a 2019. Solo en TikTok, su red social favorita, emplean 75 minutos al día, y el consumo de aplicaciones de comunicación (como WhastApp), ha aumentado un 49%. Son datos del informe Aplicaciones y menores: un año atrapados detrás de las pantallas, presentado por Qustodio, tras analizar los hábitos digitales de 100.000 familias con hijos de entre 4 y 15 años en España, Estados Unidos y Reino Unido.
¿Tenemos razones para preocuparnos o simplemente nos estamos alarmando en exceso por una novedad que escapa de nuestro control? ¿Está el teléfono móvil arruinando a toda una generación?
El Gobierno incluyó en 2018 las adicciones a las nuevas tecnologías en el Plan Nacional de Adicciones, definiendo la tecnología como “una ‘sustancia’ nociva para la salud, comparable con la droga o el alcohol y donde los más perjudicados son los jóvenes de entre 12 y 17 años”. Y el Observatorio Español de las Drogas y Adicciones alerta de que el 27’8% de los menores presentan un uso compulsivo del móvil.
Cómo evitar que nuestro hijo acabe enganchado a la tecnología
Todos los expertos coinciden en que si queremos evitar que nuestro hijo acabe enganchado a la tecnología, la mejor herramienta es la prevención. En este sentido, la Fundación ANAR nos ofrece a las madres y padres algunas pautas que podemos poner en práctica para evitar que nuestros hijos acaben enganchados a la tecnología. Estas son algunas de ellas:
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Recíclate
Es importante que estemos al día de los avances que ofrecen las tecnologías para así poder saber en qué mundo se están moviendo nuestros hijos y poder acompañarles y ayudarles a utilizarlas con sentido. Quedarse atrás es quedarse fuera, sin la posibilidades de ofrecer a nuestros hijos el control y la seguridad que necesitan.
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No les dejes solos
No se trata de espiar lo que hacen nuestros hijos, pero sí de supervisar y, para poder hacerlo, es fundamental que las utilicen en un lugar común de la casa, para que podamos saber el tiempo que pasan enganchados a las pantallas y supervisar personalmente los contenidos que utilizan. Por tanto, ordenadores, móviles, tabletas, televisiones, en zonas comunes de la casa, nunca en sus habitaciones.
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Reglas, normas, acuerdos…
Para evitar un uso excesivo e inapropiado, es básico establecer, junto a nuestros hijos, reglas consensuadas para utilizar la tecnología. En este sentido conviene recordar que la Asociación Americana de Pediatría y la OMS recomiendan 0 pantallas hasta los 2 años, y que a partir de esa edad, lo niños y adolescentes no deberían pasar más de 1 o 2 horas diarias delante de las pantallas, intentando que consuman contenidos de calidad en la medida de lo posible.
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Ofrécele otras oportunidades
El peligro de la tecnología no está solo en cómo afecta su uso, también en la cantidad de actividades que nuestros hijos dejan de hacer cuando están utilizándolas. En este sentido, si les quitamos las pantallas, debemos ofrecerles posibilidades para que empleen su tiempo de ocio. Así, es interesante que les enseñemos la importancia de relacionarse con sus iguales en persona, realizar actividades deportivas en grupo, lo atractivo de la lectura… Además, el tiempo que se pasa en familia planeando actividades, visitando familiares o amigos y acudiendo a lugares nuevos, les enseñará lo positivo del contacto personal y el uso alternativo del ocio saludable. Dedicadles una parte importante de nuestro tiempo es básico.
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Da ejemplo
Para que nuestros hijos aprendan a utilizar de forma responsable la tecnología, es necesario que nosotros hagamos un uso responsable de ella. Si les decimos que no es bueno pasar muchas horas conectados a juegos de ordenador o chateando, lo lógico es que no lo hagamos nosotros. Este es un punto clave. Muchas veces las madres y padres nos vemos incapaces de inculcar este buen uso porque nosotros no somos capaces de hacerlo.
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Navega, chatea y juega con tus hijos
¿Cuál es la edad perfecta para dejar que nuestros hijos conduzcan un coche? La respuesta buena no una edad concreta, sino cuándo tengan el carnet de conducir. Pues algo similar ocurre con las tecnologías. Al principio, hasta que nuestros hijos sepan hacer un uso responsable y hayan desarrollado su pensamiento crítico y sean responsables de sus actos, es básico que nuestros hijos utilicen la tecnología siempre en presencia de un adulto de referencia. Hacerlo es importante también para que saber cuáles son sus gustos y evitar que utilicen juegos o información inadecuada para su edad y etapa de crecimiento. Además, es importante establecer filtros para que no puedan acceder a todo tipo de páginas y contenidos.
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Enséñales a quererse y aceptarse como son
Fomentar en nuestros hijos desde pequeños una autoestima saludable les ayudará a aceptarse tal como son y relacionarse con los demás con seguridad. Así no buscarán “refugiarse” detrás de una imagen ficticia que inventarán en las Redes Sociales.
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Enséñale a organizar su tiempo
Necesitan nuestra orientación y acompañamiento para adquirir el hábito de estudio, trabajo y responsabilidad adecuada para llegar a convertirse en adultos independientes y responsables en el futuro. De esta manera, también tendrán aspectos importantes en su vida de los que ocuparse además de estar “conectados”. Enseñadles a ser cuidadosos con sus horas de sueño, sin interrupciones.
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¡Sepárales del móvil!
No sólo en clase deben respetar la norma escolar de no usar el móvil, también durante los tiempos de estudio. Además, no debemos caer en el error de utilizar la tecnología para calmar una rabieta o para entretenerles mientras nosotros hacemos otras cosas. El uso debe ser con una finalidad concreta, no para rellenar tiempo o como “guardería”. Es muy importante entender que la adicción a las nuevas tecnologías está directamente relacionada con el tiempo que pasan utilizándolas.
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Transmítele información sobre protección y riesgos para ayudarles a que ellos utilicen su pensamiento crítico
De igual forma que cuando nuestros hijos van a empezar a salir solos de casa les explicamos qué no deben irse con ningún extraño, es fundamental explicarles los peligros que se pueden encontrar en las redes sociales o Internet. Allí van a entrar en contacto con gente que no han conocido en persona, y deben aprender a desconfiar de muchos de los contenidos publicados y conocer el riesgo de facilitar información personal….Y, lo más importante, si tienen algún problema, que sepan que puedan hablar con nosotros, porque estaremos dispuestos a ayudarles siempre.