Que si no quieren ducharse, que si no quieren salir de la ducha, que si su hermano le ha quitado su juguete, que si no le gusta la merienda, que si no quieren que apagues la tele, que si se han peleado en el colegio con su amigo… Los conflictos están muy presentes en la vida de nuestros peques desde bien pronto… y les acompañarán hasta hacerse adultos, porque los conflictos son consustanciales a nuestra vida. Saber resolverlos de forma satisfactoria y verlos como una oportunidad para aprender son habilidades fundamentales para una vida más plena. Y Begoña Ibarrola, en nuestra plataforma Gestionando hijos, nos da todas las claves para conseguirlo.
Tenemos tendencia a pensar que los conflictos es algo de lo que debemos huir, esconder o evitar. Pero Begoña Ibarrola considera que esto es un error, porque los conflictos escondidos “generan tensión y se van haciendo más grandes”. Begoña nos invita a que cambiemos por completo la forma de vivir los conflictos, empezando por reconocer que “el conflicto es algo natural” y dando un paso más, entenderlos como “elementos para aprender”. ¿Que los conflictos son algo positivo?, preguntaréis. Pues Begoña Ibarrola sí lo cree. Es más, nos dice Begoña que “los conflictos en el hogar mejoran la convivencia, si está escondido hay tensión, si surgen chispas se puede hablar y buscar acuerdos”.
Hay otro error con respecto a los conflictos: pensar que para que se resuelvan bien necesitamos un perdedor y un vencedor. Pero, “afortunadamente este modelo está siendo sustituido desde la perspectiva de la inteligencia emocional por un método de gana-gana”, en el que no hay perdedores y las partes en conflicto buscan una solución que satisfaga a todos. Porque lo que está claro es que “si no hay un perdedor, no se genera la rabia consecuente que trae el perder”.
Así nos lo cuenta Begoña
Y ¿cómo podemos ayudar a nuestros hijos a gestionar mejor los conflictos?
Aquí os dejamos algunas claves:
1.- Entender que el conflicto es algo natural y que a lo largo de nuestra vida vamos a enfrentarnos a multitud de ellos. Por eso es importante aprender a gestionarlo bien. Por eso es importante hablar de los conflictos en familia, y no esconderlos.
2.- No alarmarnos en exceso por los conflictos. No es positivo verlo como una amenaa al bienestar familiar o con el dramatismo de creer quela relación de nuestros hijos siempre sea nefasta porque se pelean siempre. Los conflictos, bien gestionados, son oportunidades para crecer y aprender.
3.- Comunicarnos de manera asertiva y respetuosa, porque así nuestros hijos aprenderán a hacerlo. Esto implica huir de reproches y expresar en primera persona nuestros sentimientos y opiniones. En lugar de decir: “Es que eres un desagradecido”, decirles “Cuando hago algo por alguien, me gusta que me lo agradezcan”. Así nuestros hijos podrán decir cómo se han sentido ante el conflicto, qué necesitan, y respetar el otro punto de vista.
4.- Centrarnos en soluciones: Después de escuchar qué problema hay y que todas las partes hayan expresado su opinión, podríamos ayudar a nuestros hijos a buscar soluciones en lugar de quedarse atascados en el problema.
5.- No solucionar sus problemas por ellos. Como dice Begoña, “les podemos ayudar o dar ideas, pero ellos tienen que ser los artífices de la solución, para que se sientan cada vez más capaces”.
Todos tenemos inquietudes educativas. ¡Y queremos buenas ideas para resolverlas! Por eso te proponemos que te suscribas a Gestionando hijos, encontrarás contenidos exclusivos que te ayudarán a saber más para educar mejor. Visita www.gestionandohijos.com/plataforma