El ex presidente de Uruguay, José Mujica, se despidió de la vida política dando un discurso que quedará para la historia. Acostumbrados como estamos a que los políticos (en nuestro caso cercano, los políticos españoles) estén embarcados en batallas por el poder, empeñados en acaparar la atención de los medios y con pocas perspectivas de colaboración en pro del bienestar de la ciudadanía, José Mujica nos demostró, otra vez, cuáles deberían ser los valores que marquen la política y guíen a los políticos. Y no solo eso, cumple uno de los grandes requerimientos que deberíamos hacer a todos los representantes públicos: dar ejemplo.
Nuestros hijos e hijas no están exentos de la política, aunque sean pequeños, se enteran de mucho más de lo que nos pensamos. Poco a poco van creciendo, y su ideología, su adquisición de valores, su personalidad… se van formando en función de muchos y distintos factores, pero como ya sabemos, sus referentes, aquellas personas que tomen como ejemplo, tendrán un papel muy importante en este proceso de configuración de identidad.
Por estas razones se hace necesario alabar y reconocer este tipo de acciones por parte de aquellos que son representantes públicos, a la vez que invitar a sus homólogos en el resto del mundo a que tomen ejemplo, al igual que hacemos nosotros y queremos que hagan nuestros hijos.
Pero ¿qué lecciones nos dio José Mujica en su discurso de despedida?
1. El agradecimiento por bandera:
Desde la primera hasta la última palabra que mencionó Mujica en su discurso fueron de agradecimiento, de amor, de aliento. Hizo referencia a uno de sus compañeros de la política, con quien no compartía ideario, pero a quien recuerda porque “supimos ser adversarios sin una ofensa a lo largo de los años”.
2. La finalidad última de la política:
“Ser senador significa hablar con gente y andar por todos lados. El partido no se juega en los despachos”, explicó Mujica cuando argumentó por qué la pandemia, la edad y su condición de salud le hacían dejar la política. Puede parecer una afirmación obvia a priori, pero parece que en estos tiempos cabe recordar que el centro de la política es (o debería ser) la ciudadanía y que es necesario que el foco no se traslade a los despachos, a la política de puerta cerrada, a los intereses propios de los políticos y no de la política.
3. No hay cabida para el odio:
En este discurso, el ex presidente de Uruguay recordó algunos de los peores momentos de su vida, recalcando que, aun así, no existe en su corazón cabida para el odio: “Yo tengo mi buena cantidad de efecto… soy pasional. Pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. Porque aprendí una dura lección que me puso la vida: que el odio termina ‘estupidizando’, porque nos hace perder objetividad frente a las cosas”, sentenciaba Mujica. Además, añadió que “el odio es ciego, como el amor. Pero el amor es creador, el odio nos destruye”. Sin lugar a dudas, una frase tenemos que grabarnos a fuego y transmitírsela a nuestros jóvenes a través de la educación que les demos.
4. El “problema tecnológico”:
“El tiempo impone cambios…”, así abrió Mujica el tema de las nuevas tecnologías, hablando sobre los cambios, sobre la definición de libertad, acerca de la cual dijo: “Viví toda la vida con una definición y ahora me cambiaron la letra”. Con estas palabras quiso expresar la necesidad de que las nuevas generaciones atajen los problemas que los cambios y la evolución de las sociedades traen consigo: “La política tendrá que hacerse cargo del problema tecnológico”, sentenció el senador uruguayo.
5. La ilusión:
Siguiendo con su discurso, Mujica declaró que “la política es la lucha para la felicidad humana, aunque suene a quimera”. Puede que muchos objetivos en nuestra vida también suenen a quimera, pero esto no significa que dejen de ser los faros que nos iluminen el camino, las guías que nos ayuden a dirigir nuestros actos. Necesitamos la ilusión en nuestras vidas.
6. El cambio y la actitud de cambio:
“La biología impone cambios, pero también tiene que existir actitud de cambio […] ya que la vida se nos va, pero las causas quedan”. Como ya habréis comprobado, este discurso estuvo lleno de grandes frases cargadas de aprendizajes, y esta fue otra de ellas. Tenemos que admitir que los cambios son parte de la vida, primero, y luego afrontarlos con actitud de cambio, con adaptación, resiliencia y aceptación, porque “lo único permanente es el cambio”.
7. Mensaje de José Mujica para los jóvenes:
El ex presidente uruguayo quiso finalizar su discurso con un mensaje dirigido a aquellos que tomarán el relevo en un futuro. Un mensaje con el que cerraremos también este artículo, porque no hace falta añadirle ni una palabra más:
“Quiero transmitir a los jóvenes que hay que darle las gracias a la vida. Triunfar en la vida no es ganar. Triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae”.
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