Muchos niños han empezado estos días el colegio. Volver a la rutina, a las obligaciones y a los libros suele ser duro y requiere de una adaptación (como también nos pasa a nosotros). Hoy queremos compartir contigo las claves “AEIOU” para motivar a los hijos y que la vuelta al cole sea un poco más llevadera.
Escucha a tu hijo: si te habla de sus temores o de su resistencia a volver al colegio, escúchale con interés y verdadera curiosidad. Sin juzgar, sin interrumpirle y sin dar tu opinión. Simplemente escúchale y procura entender cómo se siente. Es importante que los niños tengan un espacio para expresar lo que sienten. Legitima sus emociones y hazle saber que le entiendes. Haciendo esto tu hijo se sentirá acompañado y respaldado.
Pregunta: A veces como padres preguntamos poco a nuestros hijos. Solemos hacer hipótesis y fabricar elucubraciones que muchas veces no responden a lo que en realidad está pasando. Tu hijo es una personita con sus propios recursos y su propio mundo. Hazle preguntas abiertas (es decir, que no se puedan responder sólo con un “si” o un “no”) que le ayuden a él y también a ti a saber qué está pasando y a co-crear una solución. Ejemplos de preguntas: ¿Cómo te sientes? ¿Qué está siendo difícil de la vuelta al cole? ¿Qué soluciones se te ocurren? ¿Cómo podríamos hacer la vuelta al cole más divertida? ¿Qué necesitas? ¿Cómo puede ayudarte papá o mamá? ¿Cómo quieres que sea este curso?
Cambia el foco y “positiviza” la situación: En ocasiones nuestros hijos se enfocan en lo que van a dejar de hacer cuando acabe el verano (como jugar con los amigos, acostarse tarde, ir a la playa…), o también en lo que van a tener que empezar a hacer como los exámenes o en madrugar cada mañana. Es decir, en “lo “malo” que tiene ir al colegio. Enfocarte en aquello que no te gusta muchas veces hace que te encalles en esa visión y pierdas perspectiva, pasando por alto otras cosas que también son verdad. Como padre o madre, puedes acompañar a tu hijo redirigiendo el foco a las cosas positivas que tiene ir al cole (siempre las hay) preguntando cosas como: ¿Qué es lo bueno de empezar el cole? ¿Qué cosas te gustan del cole? ¿Qué puedes hacer tú para que la vuelta al cole sea más agradable? ¿Cómo te sentirás viendo cada día a tu mejor amigo? Si ves que a tu hijo le cuesta encontrar las cosas positivas de ir al colegio, siempre puedes decirle lo bueno que ves tú y ayudarle a abrir su visión recordándole alguna anécdota divertida.
Empatiza: Te invito a hacer el ejercicio de ponerte en el lugar de tu hijo e imaginar qué debe estar sintiendo. Quizás no compartas sus razones o sus opiniones…en realidad no hace falta compartirlas para sentir empatía. Lo que sugiero es que dejemos por unos minutos nuestro rol de padre y que nos pongamos en los zapatos de nuestros hijos (sin juzgar). Muchas veces sólo con decir: “te entiendo, debe de ser duro dejar de jugar cada día para empezar a estudiar cada tarde” ya puede cambiar mucho su actitud. Cuando empatizamos, ellos se sienten vistos, comprendidos y apoyados.
Tu actitud cuenta: Como padres tenemos una influencia muy profunda en nuestros hijos. Ellos ven la vida a través de nuestros ojos y aprenden por imitación. Por lo tanto es importante que estemos atentos a cómo enfocamos nosotros nuestra vuelta a la rutina.
Si afrontamos nuestra vuelta al trabajo con frustración y de mal humor, ¿qué mensaje les estamos transmitiendo? Si por el contrario nos mostramos confiados y alegres ante los retos de la nueva etapa, es más probable que ellos hagan lo mismo.
Imagen: 150824-girl-school-first-day.jpg. Fuente: R. Nial Bradshaw /Flickr.