El mundo empresarial y el mundo educativo no deberían ser dos conceptos separados. Cada día madres y padres se enfrentan a miles de retos con sus hijos e hijas y los trasladan a sus puestos de trabajo, a la par que en estas mismas empresas se enfrentan a otros tantos retos que trasladan también al hogar familiar.
Las empresas que apuestan por invertir en educación, que apuestan por formar a sus empleados en habilidades para que puedan ponerlas en práctica tanto en sus casas como en su trabajo, que apuestan por una conciliación real, en definitiva, las empresas que apuestan por apoyar a la plantilla para que puedan realizar mejor su labor educativa como madres y padres, están ganando en talento y en calidad. No solo se benefician así los empleados, sino también la empresa y la sociedad. Y no por una ni dos razones, sino por diez. Os las contamos
1.- Porque los padres y madres aplauden que la empresa en la que trabajan les ayude en esta tarea. Si contribuyes a ello, motivarás a tus empleados ayudándoles en aquello que más les importa en su vida
2.- Porque al facilitar un tiempo y un espacio sobre la educación, estarás evitando que los profesionales de la compañía sientan frustración y sentimientos de culpa, lo que se contagia a otros ámbitos de la vida.
3.- Porque un buen padre o madre asume cada día las competencias que caracterizan a un buen profesional: responsabilidad, saber felicitar, autocontrol, disciplina, comunicación asertiva, capacidad de escucha, visión estratégica, gestión del talento… Si ofreces la oportunidad de que tus empleados sean mejores educadores estarás favoreciendo competencias para que sean mejores profesionales.
4.- Porque se ha demostrado que los padres y las madres son más productivos. La organización, planificación y eficacia que exige la educación de los hijos explica en gran medida este aumento de la productividad.
5.- Porque el hecho de que el mundo profesional y el mundo familiar estén enfrentados lleva a desequilibrios que nos perjudican como sociedad. Si aprendemos de los dos mundos y los conectamos, ganamos todos.
6.- Porque si apoyas a los padres y madres para educar mejor, para tomar conciencia de la gran labor que tienen entre manos y para educar sin inercias, en tu empresa estarás contribuyendo a construir un mejor futuro para la sociedad y a que, mañana, haya mejores ciudadanos y mejores profesionales.
7.- Porque la gestión empresarial y de los recursos humanos han dejado muchas enseñanzas que pueden aprovecharse para educar mejor: la planificación, las estrategias de construcción de equipos (teambuilding), la gamificación, la gestión del talento, la motivación, el coaching y la psicología…
8.- Porque las ideas innovadoras tienden a apostar por la convergencia de la educación y la empresa. Gestionar el talento y la motivación, el coaching y la construcción de equipos permite tanto tener mejores profesionales como educar mejor.
9.- Porque una empresa familiarmente responsable que apoya el desarrollo familiar es una entidad que asume un pilar muy importante de los compromisos corporativos más importantes socialmente, tal como reivindica la Fundación Másfamilia. Y las empresas son conscientes de la importancia de la responsabilidad social empresarial para su éxito y prestigio en una sociedad cada vez más informada y exigente (felizmente) en este ámbito.
10.- Porque uno de los aspectos de las políticas de Responsabilidad Social Corporativa, la conciliación, es una apuesta que ha llegado para quedarse e incluso se ha convertido objeto de legislación. La responsabilidad para con las familias ya no es una moda, es una garantía de futuro.
