Daniel Pennac es un famoso escritor francés que obtuvo el Premio Renaudot, el más importante de las letras francesas. Sin embargo, confiesa en este vídeo, lleno de ideas muy interesantes para educar y para fomentar el interés por aprender, que era un pésimo estudiante “porque tenía miedo de no saber responder a las preguntas que me hacían los adultos”. Por eso, incluso, mentía a sus profesores, hasta que uno de ellos le dijo: “Tienes mucha imaginación. En lugar de usarla para mentiras, escríbeme una novela, dame 10 páginas a la semana. No te mandaré más redacciones que hacer ni lecciones que aprender”. Eso me salvó”, asegura Pennac. En este vídeo, Pennac habla de cómo fomentar el amor por saber en una sociedad que considera a los niños meros consumidores.
Lección 1: Fomentar proyectos en equipo frente a la soledad y el miedo
Daniel Pennac asegura que todo ese miedo que sentía de niño a no acertar “se ha convertido en conocimiento Mi trabajo de adulto es curar ese miedo” a los niños. Aunque en realidad, señala, los adultos también tienen miedo: los padres “tienen miedo de que los niños no tengan éxito. Los profesores también tienen miedo de ser malos profesores”. Detrás de ese miedo está la soledad, del niño, de los padres, del profesor. Por eso Pennac subraya que “hay que romper esa soledad, creando proyectos comunes, donde todo el mundo está implicado. Por ejemplo, el teatro”.
Lección 2: Separar deseos consumistas de necesidades fundamentales
Considera Pennac que los profesores de hoy lo tienen más difícil que en los años 50: “Los niños son considerados por la sociedad de consumo como clientes. Se les empuja a consumir, esa es la cultura cotidiana”. Y así, “con el profesor esos niños se comportan como pequeños consumidores”, quieren que satisfaga sus deseos. Pero “como profesor yo no me dirijo a tus deseos, sino a tus necesidades fundamentales: de aprender a leer, a contar, a pensar”. Y lo cierto, subraya Pennac, es que “la mayoría de esas necesidades van en contra de tus deseos”.
Lo que ocurre con el consumismo imperante, denuncia Pennac, es que “los niños van a creer que sus deseos son necesidades fundamentales. Cree que su felicidad depende de la satisfacción de un deseo que confunde con una necesidad fundamental“. Frente a esta forma de pensar bastante contraria a la apuesta por la educación, Pennac considera que “el trabajo de los adultos es disociar esas nociones: deseo y necesidad”. E incluso la apuesta es dejar bien claro a nuestros hijos que “la verdadera felicidad, la podemos alcanzar aprendiendo a comprender. La comprensión es una buena forma de felicidad verdadera”.
Lección 3: Cuatro mensajes fundamentales para educar a niños con interés por aprender
Pennac concluye señalando cuatro ideas fundamentales, algunas de ellas rompedoras:
- Hace falta que los padres se sientan responsables de su comportamiento frente a sus hijos, porque la educación verdadera es el ejemplo
- Hace falta decir a los jóvenes que el amor nos hace más inteligentes.
- Lo que sabes no te pertenece, no es tu propiedad privada. Una de las razones por las que estás en la Tierra es para compartir lo que sabes.
- Un mensaje especialmente dedicado a estudiantes y jóvenes: “Dejad de tener miedo, sed curiosos. La curiosidad es un buen remedio contra el miedo”. En línea con lo que le dijo su profesor, Pennac apuesta por dar la vuelta a esos miedos: si te da miedo la realidad, fotografíala, si te da miedo el inglés, busca amigos ingleses con los que aprender…
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