Cuando empezamos este nuevo año (¡del que ya ha pasado un mes!) os pedimos que compartierais con nosotros vuestros buenos propósitos en la educación de vuestros hijos para 206. Y nos ha encantado y emocionado la reflexión de Sonia, que probablemente muchos y muchas compartís. ¡Seguro que va camino de cumplirlos! Si quieres compartir tu reflexión, puedes escribirnos a autores@gestionandohijos.com.
Mis buenos propósitos para este año en la educación de mis hijos son simples:
Pedirles menos (porque lo que se consigue por obligación en realidad no se ha conseguido, para que mis hijos hagan algo obligados prefiero que no lo hagan). Ellos tienen que sentir de alguna manera que hacen lo que es apropiado y tienen que sentir cualquier cosa que hagan, si no, en un futuro no servirá de nada. Lo único que de verdad creo que puedo enseñarles es a amar cualquier cosa que hagan sea lo que sea y para eso no valen las obligaciones ni las imposiciones.
Y enseñarles más (sin pretender enseñar se pueden dar muchas lecciones. Si no quiero que digan palabrotas la mejor manera de conseguirlo es que no me escuchen decirlas. Si pretendo que amen a los animales tengo que dejarles que vean cómo yo los amo. Si me gustaría que fuesen educados y respetuosos con los mayores, tengo que predicar con ejemplos. Si yo no trato a mi madre con respeto ellos no me podrán respetar a mí. Si quiero que se quieran tengo que empezar por demostrarles cómo se quiere.
Esos son mis propósitos para este año. Además de disfrutarlos al máximo, de cuidar y mimar su inocencia y su ilusión, de vivir la vida desde sus ojos para volver a ser una niña con ellos, recordar lo divertido que es saltar en un charco o correr bajo la lluvia… Y,por encima de todo, mi propósito más importante para mis hijos este año y todos los años de su vida es verlos sonreír, saber que valoran la vida, que saben darle importancia a lo que la tiene. Que sean lo que quieran, ¡pero que sean felices! Con lo bueno y lo malo, pero felices.
