Nuestro hijo ya tiene seis meses. De un momento a otro, podrá iniciarse en la alimentación complementaria. A partir de ahora se abre todo un mundo para muchos padres y madres. ¿Qué le pongo para comer? ¿Qué cosas puede y cuáles no puede probar? ¿Puede comer de todo desde que cumple este medio año de vida?
Todo ello puede resumirse en una frase: Puede comer CASI de todo, con varias excepciones que nos recalcó Lucía, mi pediatra, en el último directo que mantuvimos con ella de la mano de Miniland.
Fruta, verdura, pescado, carne, legumbres, pasta… lo importante es llevar a cabo una dieta saludable y equilibrada -para ello podemos ayudarnos de una buena vajilla que permita la autonomía de nuestros hijos, o incluso existen vajillas y cubiertos destinados a la diversidad funcional y a la discapacidad visual- y tener muy en cuenta que hay ciertos alimentos que, por distintas razones, nuestros hijos no deberían probar a lo largo de su primer año de vida.
- Uno de ellos es el azúcar. Según la divulgadora y escritora, cuanto más tarde se lo ofrezcamos a nuestros hijos, mejor. “No aporta beneficios y, de hecho, el consumo habitual no es bueno para la salud porque puede derivar en caries, diabetes, obesidad…
- Embutido. Igual que en el caso anterior, cuanto más tarde lo empecemos a comer y cuanto menos habitual sea, mejor. “Para que nuestros hijos no coman ultraprocesados lo mejor es no comprarlos. Claro que no es lo mismo una mortadela que un jamón cocido 95% extra, aunque los dos sean procesados. Pero en cualquier caso la Organización Mundial de la Salud mantiene que el consumo habitual de carne procesada como el embutido aumenta el riesgo de padecer cáncer”, explicó durante nuestra charla.
- Tampoco es recomendable el zumo, porque es azúcar libre que se comporta de forma parecida al azúcar tradicional añadido y nuestros hijos acaban perdiendo el interés hacia la fruta natural. Según la pediatra, la fruta masticada absorbe lentamente el azúcar, pero el zumo “es como un chute”. Por eso está desaconsejado en el primer año de vida por la Academia Americana de Pediatría. En lugar de zumos, Lucía, mi pediatra conseja triturar porque la fibra permanece. Aunque evidentemente, lo más adecuado es, “ante la duda, fruta”.
- Miel, “ni cucharadita antes de dormir ni mojar el chupete en miel, porque hay un riesgo importante de botulismo y esto puede llevar a una parálisis que puede producir la muerte del bebé”.
- Sal. El sistema digestivo de nuestro bebé no está preparado para asimilar la sal durante esos primeros doce meses.
- Verduras de hoja verde como acelgas, espinacas o borraja. Según la pediatra, puede provocar una anemia severa.
- Pescados grandes como el atún rojo, emperador, lucio o tiburón debido a la alta cantidad de mercurio que contienen. De hecho estos pescados están desaconsejados hasta los 10 años.
- Frutos secos enteros o en trocitos. Existe un riesgo importante de atragantamiento. Por eso se recomienda ofrecerlos o bien en crema o bien molidos.