Marian Rojas es psiquiatra y la escritora del libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”, y además nos acompañará en nuestro evento de Gestionando Hijos en Madrid el próximo 16 de noviembre, con su ponencia “Cómo hacer que te pasen cosas buenas, y a tus hijos también”. Le hemos hecho una entrevista para que conozcáis un poco más lo que nos contará en nuestro evento.
- ‘Cómo hacer que te pasen cosas buenas’ es el título de tu libro. En este caso, en la ponencia que ofrecerás en Gestionando hijos, has adaptado el título a ‘Cómo hacer que te pasen cosas buenas, y a tus hijos también’. ¿Cuál es el ingrediente principal para conseguir que nos pasen cosas buenas, a nosotros y a nuestros hijos?
Comprender es aliviar. Cuando comprendes como funciona tu mente, cuando aprendes a gestionar tus emociones y enseñas a tus hijos a gestionarlas de forma correcta, les estás impulsando para que les pasen cosas buenas. El cerebro es plástico, crece, cambia, se modifica según el entorno, el cariño y la actitud. Aprender de estos temas ayuda a mejorar nuestra vida .
- Se habla mucho de felicidad, ¿a ser feliz se aprende? ¿Podemos, por tanto enseñar a nuestros hijos a serlo?
El sufrimiento existe, hay veces que hay que aceptar situaciones de la vida, pero lo importante es aprender a salir de él y reilusionarse. Podemos aprender a ser felices, o lo más parecido a la felicidad que se alcanza en la tierra. Los estudios respaldan esta teoría, y cuanto antes enseñas a tus hijos, más probabilidades tienes de que tu hijo se enfrente a la vida de la mejor manera posible.
- Dices en el libro que al 90% de la gente a la que no le pasan cosas buenas es porque no sabe qué cosas quiere que le pasen. ¿El primer paso para ser feliz es tener muy claros nuestros objetivos en la vida?
Es un paso. Si no sabes en lo que te quieres convertir, eres esclavo de lo inmediato, de una tendencia, de una moda o de un impulso. Para mí este es un componente claro. Por otro lado, tener ilusiones inspira la mente, mejora el cerebro y activa mecanismos interior muy potentes que te acercan a la mejor versión de ti mismo.
- “Si quieres influir en alguien, si quieres transmitir tus ideales, aprende a ser un buen ejemplo”. Esta frase la he sacado de tu libro. Tiene mucho que ver con la educación. ¿Si queremos que nuestros hijos sean felices tenemos que serlo primero nosotros?
No podemos pretender que nuestros hijos hagan cosas que nosotros no hacemos. Se aprende más a través del ejemplo que con cualquier libro. Los hijos copian, imitan, emulan…lo que ven en casa. En una familia donde se grita, los hijos aprenderán que esa es una manera de comunicarse “normal”. En una familia donde se ríe, los hijos aprenderán a ser más felices.
- Relacionas mucho la felicidad con la autoestima. ¿Por qué tenemos tantos problemas a la hora de valorarnos a nosotros mismos? ¿Cómo podemos conseguir que nuestros hijos tengan buena autoestima sin caer en el adulamiento?
La autoestima está íntimamente relacionada con la visión que tenemos de nosotros mismos, y esto se origina en la infancia y en los traumas que hayamos podido tener. Hay que unir disciplina y cariño, ambas dos. Un exceso de cariño sin disciplina conlleva niños sobreprotegidos y un exceso de exigencia sin cariño, crea niños rígidos, ansiosos y con poca capacidad de gestionar el componente emocional de la vida (¡que es básico!)
- Hablas mucho de la actitud. De la importancia de tener una actitud positiva… Habrá quién nos lea y diga: con todo lo que me pasa es imposible tener otra actitud. ¿Qué le dirías a esta persona?
Hay circunstancias en la vida que por mucho que uno lo intente, es muy difícil activar la actitud. Es así y hay que respetarlo. Lo importante es saber que si soy capaz de sacar un poco de fortaleza e ilusión a pesar de estar sufrimiento. Mi mente y mi cuerpo son muy agradecidos y activan mecanismos fisiológicos, físicos y psicológicos que ayudan a salir de la zona tóxica.
- El estrés enferma, en tu libro cuentas porqué, y en este proceso tiene mucho que ver el cortisol. ¿Es cierto que los niños de ahora experimentan el estrés mucho antes que en generaciones anteriores? ¿Estamos criando niños con altas probabilidades de enfermar?
El ritmo de vida puede enfermarnos. El ser humano (niño, adulto o anciano) no está diseñado para vivir en modo alerta o de amenaza constantemente. Esto lo explicaré en la conferencia. Hay que aprender a parar, a degustar las cosas buenas de cada día, conectar con las personas de tú a tú… con la naturaleza… Esto se enseña a los niños. Si viven en actividad frenética constante, es muy probable que de alguna manera “enfermen” a nivel físico (dolores de estómago, cabeza…) o psicológico (irritabilidad, falta de sueño, apatía…):
- Marian, ¿cuál es el mensaje más importante que quieres que se lleven las madres y padres que te escuchen en el evento?
Ayudarles a entender cómo funciona el cerebro de los padres y de los hijos. Entender cómo conectan entre ellos (padres-hijos) y la influencia que esto tiene en su vida, en su salud y por tanto, en su felicidad.