Mi hijo no tiene amigos, ¿cómo le ayudo?

Las madres y padres sufrimos mucho cuando vemos que nuestro hijo no se relaciona bien con otros niños. Lo primero es averiguar el motivo. La solución vendrá después

Todas las madres y padres sufrimos si vemos que a nuestros hijos no se le invita a los cumpleaños del resto de niños de clase o, si cuando vamos al parque, vemos que se hacen grupitos y nuestro hijo no está en ninguno de ellos. Si pudiéramos, haríamos cualquier cosa por revertir la situación y, aunque no está en nuestra mano, sí podemos poner en práctica algunas sugerencias. Lo primero de todo: averiguar el motivo por el cual nuestro hijo no tiene amigos.

¿Cuál es el motivo por el que mi hijo no tiene amigos?

Aunque siempre tendemos a pensar que si nuestro hijo no tiene amigos es porque el resto de niños no quieren estar con él, no siempre es así. Veamos cuales son los motivos más comunes que se esconden detrás de un niño que no tiene amigos:

1. Es una elección personal

“Hay niños más callados y pasivos, otros son más activos y asertivos; algunos les gustar pasar tiempo en soledad, otros necesitan más a la gente. Los hay que son de tener un muy mejor amigo, otros prefieren relacionarse en grupos grandes”, nos dice Jane Nelsen en su libro ‘Disciplina positiva de la A a la Z’, donde nos da el siguiente consejo: “En este caso, debemos respetar la singularidad de nuestro hijo, sus eleciones”.

2.Dificultades de aprendizaje o trastornos del desarrollo

Los niños con dificultades de aprendizaje como la dislexia o el TDAH pueden tener problemas al relacionarse con otros niños debido a su trastorno. En este caso, es fundamental la labor del equipo de orientación del centro, que deberá poner todas las herramientas necesarias para favorecer la integración.

3.Bullying o acoso escolar

En el caso de que detectemos que nuestro hijo puede estar sufriendo acoso escolar, lo primero que tenemos que hacer es acudir al centro y poner la situación en conocimiento del profesorado y el equipo directivo para que pongan solución al problema de manera inmediata.

4.Son los demás niños los que no quieren pasar tiempo con él

En este caso, deberemos averiguar qué está causando el rechazo por parte del resto de niños. A lo mejor nuestro hijo tiene pocas habilidades emocionales, trata mal a otros niños, tiene un problema de autoestima… No se trata de culpar a nuestro hijo, sino de tratar de averiguar si podemos ayudarle a trabajar sus habilidades sociales para que se integre mejor en el grupo.

¿Qué podemos hacer las madres y padres para fomentar la amistad en nuestros hijos?

Aunque nosotros no podemos intervenir demasiado en las relaciones personales que nuestros hijos establezcan con otros niños, si podemos favorecer el clima que les permita a ellos hacerlo de forma exitosa. Para ello, os vamos a dar 5 claves:

1.Invitar a sus amigos a casa y permitir que él vaya a casa de sus amigos

En una ponencia en un evento ‘Educar es todo’, el filósofo David Pastor Vico dijo que “estamos perdiendo la costumbre de invitar a otros niños a casa, y que esto es un grave error. Las amistades son muy enriquecedoras para nuestros hijos. Sus amigos les van a permitir aprender a negociar, a ceder…les van a enseñar que no en todas las casas se piensa como en la suya… “. Por ello, Vico nos invita a abrir nuestra casa a los amigos de nuestros hijos y permitirles a ellos ir a casa de sus amigos.

2.Apuntarle a actividades de grupo

“Si nuestro hijo tiene problemas para establecer relaciones de amistad, podemos ayudarle ofreciéndole muchas oportunidades, como visitar al parque, apuntarle a clases extraescolares o actividades grupales como baloncesto, fútbol, baile…”, nos dice Jane Nelsen en su libro ‘Disciplina positiva de la A a la Z’.

3.Ofrecerle un buen concepto de la amistad

Si queremos que nuestros hijos valoren la amistad, evitemos hacer declaraciones negativas en torno a ello, del tipo: “es que no te puedes fiar de nadie”, “los amigos solo están por conveniencia”…etc. Recordemos que somos su modelo.

4.Transmitirle valores como la empatía, la tolerancia, el respeto…

Si nuestros hijos son empáticos, tolerantes y respetuosos con las opiniones, gustos y deseos de los demás, es más fácil que se encuentre cómodo relacionándose con otras personas y viceversa, que los demás niños se sientan cómodos con ellos.

5.No elegir a quiénes deberían ser sus amigos

A veces, las madres y padres, con la mejor de las intenciones, intentamos elegir los amigos de nuestros hijos. Nos preocupa que no sepan elegir y se junten con niños que, desde nuestro punto de vista, “no les convienen”. Sin embargo, debemos confiar más en nuestros hijos, en su capacidad de elegir a las personas con las que quiere pasar su tiempo. Si les elegimos los amigos, luego no debe extrañarnos que no establezca con ellos relaciones profundas.

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María Dotor

Tener solo unas líneas para presentarse no es fácil. Espero hacerlo bien 😉 Soy periodista y amante de la educación. Una de mis frases favoritas es: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” de Paulo Freire. Por eso creo que es tan importante tomárnoslo en serio. Por eso, y porque educar es el más apasionante e importante de los viajes. ¿No crees?

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