Mi hijo se distrae con una mosca

Son las siete de la tarde y decides observar a un ratito a tu hijo mientras hace sus deberes. Y ahí estás tú, mirándole con ojitos de “no puedo creerme lo rápido que ha crecido”, mientras él está concentrado escribiendo en su libreta -con mala postura, para variar- y con la lengua fuera. “Míralo qué concentradito está”. Pero de repente ves cómo se encanta mirando el gotelé de la pared, que por lo visto le parece mucho más interesante que sus deberes de matemáticas. Su expectación pasa de la pared al bolígrafo, y es entonces cuando se levanta para ir al baño. Es la tercera vez de la tarde. ¿Es que no puede prestar atención a su tarea y estar concentrado más de 5 minutos seguidos?

A más sobreestimulación, menos atención

Muchas madres y padres se desesperan al darse cuenta de que la charla que le están dando a sus hijos dejó de ser escuchada tras las primeras dos o tres frases. ¡Y no hablemos ya de los docentes! Pero es que claro, ¿cómo van a estar nuestros niños atentos a lo que cuenta su profesora en clase si es solamente una persona hablando? Sin efectos especiales, retransmisión en directo en Facebook o intercambio de ideas al respecto en Twitter. Demasiado aburrido.

Y es que debemos tener en cuenta que nuestros hijos e hijas están sometidos a una constante sobreestimulación que hace que les cueste más prestar atención a cuestiones cotidianas como escuchar la lección en clase o incluso simplemente leer un libro. Si a nosotros ya nos cuesta, ¡imaginémonos a ellos que son nativos digitales!

Hemos hablado sobre esto con José Ramón Gamo, neuropsicólogo infantil, para que nos arroje un poco de luz respecto a este tema y nos dé algunos trucos para ayudar a nuestros hijos e hijas a mejorar su atención. A continuación os los desgranamos.

Aspectos que tener en cuenta para mejorar la atención de nuestros hijos

  1. La alimentación. Cuida que esté bien alimentado, parece una tontería, pero a veces no han desayunado bien. Un buen desayuno debe incluir proteínas, hidratos de carbono y lípidos.
  2. El sueño es determinante y, por desgracia, a partir de la preadolescencia nos encontramos de forma general bastantes malos hábitos de sueño.
  3. La actividad física aeróbica es muy importante.
  4. Los periodos de concentración son cortos, por lo que debemos ajustar las tareas que requieran concentración a estos periodos, teniendo en cuenta que por la tarde están más cansados.
  5. En niños de primaria deberíamos ajustar las actividades de concentración a periodos que no excedan los 10 minutos y hacer descanso entre periodos, o bien intercalando las actividades con aquellas que sean motivadoras o menos exigentes para la atención.
  6. También podemos hacer intervalos de descanso donde hagan 2 o 3 minutos de actividad aeróbica, como saltar a la comba, dar toques a una pelota, bailar, etc.
  7. Visualizar tutoriales. Visualizar video tutoriales en tiempos cortos les ayuda a mantener la atención, son más conscientes de la información que tienen que entender y también facilita que puedan retener mejor los contenidos.

Estos son algunos consejos que podemos empezar a poner en práctica para trabajar la capacidad de atención de nuestros hijos. Es muy importante que tengamos en cuenta que cada niño y niña es un mundo, y que hay algunos a los que les cuesta más concentrarse o que se distraen con más facilidad. Por eso es fundamental adaptar estos consejos a las necesidades y capacidades de cada niño, pues no se les puede exigir lo mismo a todos.

También es muy importante que tengamos en cuenta la cantidad de horas al día que pasan nuestros hijos delante de las pantallas y que intentemos que las reduzcan, especialmente en aquellos momentos en los que necesiten estar atentos y concentrados. De esta manera, evitarán la tentación de estar comprobando las notificaciones de su móvil mientras hacen los deberes o mientras leen un libro y, así, será más sencillo poner el foco de su atención en la tarea que están realizando.

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Marina Borràs

Cuando era pequeña me sentaba a diez centímetros de la televisión para ver las noticias todas las mañanas antes de ir al cole. Cuando crecí un poco, se dieron cuenta de que la razón por la que me acercaba tanto al televisor era porque necesitaba gafas, aunque yo prefiero pensar que por aquel entonces ya había encontrado mi pasión: de mayor quería ser periodista. Y así fue. Estudié periodismo y comunicación política, y sigo formándome en los temas que me apasionan: educación, igualdad de género y nuevas tecnologías.

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