Esta escena se repite cada mañana en muchos hogares: niños llorando y negándose a ponerse la ropa que los padres les hemos elegido. Padres enfadados por tener que lidiar con esa situación cuando ya llegamos tarde al colegio y, en consecuencia, después a nuestros trabajos.
“Queremos que nuestros hijos aprendan a pensar por sí mismos, pero con demasiada frecuencia pensamos por ellos, incluso en áreas en las que podrían expresar su opinión o decidir sin correr ningún riesgo”, dice Jane Nelsen, la fundadora de la Disciplina Positiva en su libro ‘Educar con firmeza y cariño’.
¿La elección de mi hijo le pone en peligro?
“¿Cuántas decisiones toman los niños a lo largo del día? Prácticamente ninguna”, nos decía el psicólogo Alberto Soler en una ponencia en un evento Educar es todo. Y, si lo pensamos, tiene razón. Los niños no eligen a que hora se levantan, las horas que están en clase, lo que comen en el comedor, la merienda que les llevamos a la salida del colegio, si vamos al parque o al supermercado, si se duchan a las siete o a las ocho…
Obviamente, hay muchas decisiones que no toman porque no deben o no pueden tomar. Aún son tremendamente inmaduros para hacerlo, sin embargo sí existen pequeños territorios en los que podrían decidir y no les dejamos hacerlo, y la elección de la ropa es uno de ellos.
“Los niños necesitan “rebelarse” para poner a prueba sus fuerzas y descubrir quiénes son. Si les permitimos rebelarse en cuestiones seguras (como dejarles escoger la ropa, aunque a nosotros no nos guste lo que eligen), cuando sean mayores no tendrán la necesidad de rebelarse en áreas no tan seguras, como las drogas”, apunta Nelsen.
En este sentido, cuando no sepamos si debemos o no dejar a nuestro hijo tomar una determinada decisión, podemos hacernos esta pregunta: ¿esta decisión podría poner a mi hijo en peligro? Si la respuesta es no, no habría problema en que lo hiciera.
Beneficios de permitir a nuestros hijos elegir su ropa
Además de conseguir evitar todas esas rabietas matinales en las que nuestros hijos nos expresan su frustración por no poder elegir la ropa con la que se sienten más cómodos o identificados, permitir que escojan su ropa lo antes posible tiene otros beneficios:
1.Les permitirá desarrollar su personalidad
2.Les permitirá experimentar las consecuencias de sus eleciones y a aprender de ellas por sí mismos.
3.Fomentarán su autonomía. Un niño, para ser autónomo de adulto, necesita ir aprendiendo a serlo desde pequeño. Y para ello, es fundamental encontrar esas áreas en las que los niños pueden decidir sin poner en riesgo su seguridad.
4.Se sentirán valorados, respetados y tenidos en cuenta, lo que aumentará su autoestima.
Si has decidido dejar que sea tu hijo quién elija la ropa…¡Planifica!
Una vez que hemos decidido que es más importante para nosotros que nuestros hijos vayan sintiéndose capaces, autónomos y confiados que el hecho de que vayan bien conjuntados, la planificación es fundamental para que esta decisión no nos traiga nuevos problemas. En este sentido, Jane Nelsen da las siguientes recomendaciones:
La ropa la elegimos la tarde anterior
Podemos integrar dentro de la rutina de antes de irnos a dormir, la elección de la ropa. Si tienen tiempo suficiente para escoger (por las mañanas el tiempo no nos sobra), estaremos eliminando muchos de los problemas que puedan surgir.
Guardamos la ropa de otras estaciones
Durante el invierno, guardamos la ropa de verano en el trastero o en cajas de almacenaje. Durante el verano, guardamos la de invierno. Esto reduce la cantidad de elecciones poco razonables que puedan hacer nuestros hijos.
Les llevamos de compras
A medida que nuestros hijos desarrollan preferencias más marcadas, deberíamos llevarles de compras para que puedan involucrarse en el proceso de compra, no solo en la elección de la ropa que ya tienen en el armario.
Para ello, lo lógico es establecer antes de ir a la tienda, las necesidades: 2 pantalones, una chaqueta, dos abrigos..
Establecemos un presupuesto para ropa
Es más probable que los niños cuiden la ropa cuando saben que tiene que durar hasta la próxima vez que vayamos de compras.
La ropa sucia que no está en el cesto, no se laba
Para que los niños también se vayan responsabilizando de que la ropa esté disponible, podemos establecer como regla que la ropa que no esté en el cesto de la ropa sucia, no se lava.
Uniforme
Si nuestro hijo tiene que ir al colegio de uniforme y resiste algunas mañas, deje que experimente en la escuela las consecuencias de su mala elección.